México.- Maria Elizabeth Orea Méndez tenía 33 años de edad y era maestra de Educación Física en Texmelucan, Puebla. El pasado 14 de febrero fue asesinada al interior de su hogar; testigos han dicho que el responsable sería su ex pareja, quien le habría quitado la vida con un cable luego de una discusión.

La maestra Elizabeth estaba en proceso de divorcio con su ex pareja identificado como Jorge Ernesto ‘N’, desde 2016 vivían separados y ambos eran profesores de educación física en la ciudad capital de Puebla. El trámite oficial de divorcio lo comenzó ella en diciembre de 2019 y desde ese momento, compartían la custodia de sus dos hijos.

A María Elizabeth la transfirieron de su trabajo a Texmelucan, ahí vivía con sus hijos Jorge y Leonardo de 11 y 9 años de edad respectivamente. De lunes a viernes ella los cuidaba y los fines de semana el padre llegaba por ambos niños para pasar el fin de semana.

En entrevista con SDPnoticias, Aglae Garrido tía de Elizabeth explicó que ese viernes 14 de febrero, Jorge Ernesto llegó alrededor de las 3 de la tarde al fraccionamiento magisterial donde habitaba la mujer, recogió a sus hijos en su vehículo pero a los poco minutos regreso a la casa y comenzó una discusión con la víctima. Un testigo relató a la familia que el hombre la metió con empujones al domicilio y comenzaron a escuchar gritos.

Luego de varios minutos, observaron que Jorge Ernesto salió corriendo de la casa, se subió a su auto con los niños y se fue. Varios vecinos de Elizabeth ya había llamado al número de emergencias por la pelea y cuando llegaron elementos de la policía municipal de Texmelucan, solo se confirmó que ya había muerto. La causa fue asfixia por estrangulamiento.

Elizabeth y sus hijos.

Familia de Elizabeth inicia calvario por justicia

Ese mismo día, entre las 6 y 8 de la noche la familia de Elizabeth se enteró de lo que había sucedido. Unos abogados comenzaron a hacerse cargo de los trámites para recuperar a los niños que se había llevado su padre y también apoyaron para iniciar la investigación por feminicidio.

Pero esta se retrasó porque la Fiscalía General del Estado de Puebla argumentó que ese día ‘ya no podían hacer nada’, no podían buscar a Jorge Ernesto ‘N’ y tampoco iniciar con las diligencias. Los papás de Elizabeth fueron citados al día siguiente a las 9 de la mañana.

“Las autoridades los mandaron a su casa [a los papás de Eli], les dijeron que hasta el otro día recibirían la denuncia en la Fiscalía y no buscaron al responsable que pasó la noche en casa de sus papás en la ciudad de Puebla. Todavía pasaron seis días para que se emitiera la orden de aprehensión pero hasta ahora no hay ningún avance”.

Aglae Garrido, tía de Elizabeth
Jorge Ernesto 'N'.

Aglae Garrido recordó que desde el inicio las autoridades poblanas no han ayudado mucho pues aún cuando habían varios testigos que aseguraron ver la agresión por parte de Jorge Ernesto, los agentes del Ministerio Público encargado no solicitaron la orden de aprehensión de manera inmediata.

Tanto Jorge como Leonardo fueron reportados como desaparecidos pues la familia no habían podido contactar a ningún pariente paterno. Fue el 15 de febrero de 2020 que hermanos de Elizabeth acudieron al domicilio de los abuelos paternos para recoger a los niños, sin embargo en el lugar ya no estaba Jorge Ernesto y desde ese día, no se sabe nada de él mientras las autoridades de Puebla los siguen buscando.

Procesos retrasados y falta de atención a los hijos de Elizabeth

A más de dos meses del feminicidio de Elizabeth y en medio de la actual Emergencia Sanitaria por la pandemia de coronavirus Covid-19, los avances en la investigación son nulos, los procesos para recuperar las pertenencias de los hijos de la víctima a interior del domicilio en donde ocurrieron los hechos siguen estancados y tampoco han recibido atención de las autoridades como víctimas indirectas.

“El domicilio sigue acordonado y todas las pertenencias de los niños están ahí. Con la contingencia sanitaria todo está frenado, nos dicen que ahora no se puede hacer nada porque los procesos están parados, las oficinas han dejado de laborar y aunque ellos no son responsables de la pandemia, tienen la obligación de impartir justicia”.

Aglae Garrido tía de Elizabeth

Aunque la familia es consciente de la situación sanitaria que atraviesa México, exigen a la Fiscalía de Puebla avanzar en la investigación y justicia tanto para Elizabeth como para sus hijos, quienes no han recibido apoyo ni atención psicológica luego del feminicidio de su mamá.

Y fue debido a la relación sentimental que mantenía la víctima con Jorge Ernesto ‘N’ y por la Alerta de Violencia de Género en Puebla, que la carpeta se inició como feminicidio, aunque hasta ahora el único avance ha sido la orden de aprehensión, no hay información sobre el paradero del posible responsable.

“Parece que la Fiscalía espera que nosotros como familias les demos las pistas”, reiteró Aglae Garrido y además dijo que el apoyo recibido lo han obtenido de colectivas feministas de la CDMX como de Puebla, incluso el pasado 8 de marzo salieron a protestar por justicia para su sobrina.

Elizabeth y sus profesores de diplomado.

Celos profesionales, la violencia contra Elizabeth

Maria Elizabeth Orea Méndez era víctima de violencia económica y psicológica, su familia sabe que su ex pareja la celaba profesionalmente porque ella siempre buscó profesionalizarse en su materia, la educación física. Cursó una maestría de pedagogía y tenía un diplomado en neuroeducación, entregada a su vocación es como la definen amigos y compañeros de trabajo.

Su tía también contó que Eli siempre velaba por los demás, siendo la hermana mayor siempre vió por sus hermanos y su mamá, para quienes ella era un ejemplo a seguir. Le gustaba cocinar y también sabía bordar, incluso se iba a estrenar como co-autora de un libro sobre neuromotricidad, luego de ayudar a niños con esta condición a través de la educación física.

Sobre violencia física, la familia no sabía nada pero si recuerdan que al inicio de su relación con Jorge Ernesto ‘N’, ella se aisló de sus círculos de convivencia pero consiguió retomar su vida y luego fue que tomó la decisión de terminar con su pareja. Actualmente, la custodia de sus hijos la tienen los abuelos maternos, situación en la que se encuentra la mayoría de huérfanos por feminicidio y que siguen invisibilizados.

Como una amante del deporte, amiguera y siempre con una sonrisa, recuerdan a Elizabeth quienes la conocieron.