México.- La noche del 12 de agosto de 2019, María de Jesús y su hija Michelle fueron golpeadas al interior de su estética en la colonia La Perla, municipio de Nezahualcóyotl, por un hombre identificado como Moisés y su pareja, Beatriz. La denuncia no avanzó en meses porque familiares del agresor serían policías municipales y habrían detenido el proceso. A más de un año de la agresión, las mujeres siguen siendo víctimas de amenazas, abuso policial y violencia física.
Este 31 de agosto, las víctimas, familiares, mujeres y colectivas acudieron a los juzgados de control Neza-Bordo porque se llevaría a cabo una audiencia del proceso, la cual ha sido pospuesta en al menos tres ocasiones, y para realizar una protesta por justicia para el caso identificado como 56/2020.
En un pronunciamiento, las colectivas que acompañan el caso explicaron que la carpeta está por el delito de lesiones pues fueron golpeadas hasta ocasionar una fractura en el tabique nasal de ambas, traumatismo craneoencefálico, policontuciones, hematomas y esguince cervical.
“Es hasta el día de hoy que los agresores siguen en libertad y ocasionando más daño: han mandado a quemar el negocio de las víctimas, sus hermanos las han golpeado, hostigando y acosado sexualmente y ya hubo un intento de homicidio suscitado el 21 de agosto del presente año, en el domicilio de las agredidas con más de 10 detonaciones de una arma de fuego de calibre 9 milímetros”
Caso 56/2020

{username} (@CdmxMaterna) August 31, 2020
La familia acusó que las autoridades de los ministerios públicos de Neza y Palacio no han hecho nada por su seguridad, al contrario, violentan sus derechos humanos y las revictimizan, por lo que también evidenciaron tráfico de influencias por parte de dos elementos de la Policía Municipal que serían familiares del imputado
Al final, exigieron resolver las demandas de las víctimas pues de lo contrario, sentenciaron que si les pasa algo, las autoridades de Nezahualcóyotl quedarán como responsables por hacer caso omiso.
Agresiones durante un año contra María, Michelle y Jennifer
Luego de un año de la primera agresión, tanto María de Jesús de 47 años de edad, como sus hijas, Michelle de 25 y Jennifer de 21 años, han denunciado amenazas de muerte y desaparición en su contra, destrozos y un incendio provocado en su negocio; también violencia física, acoso sexual y el intento de homicidio.
“Lo que queremos es justicia, que no se haga más tardado el procedimiento porque no las dejan vivir y todo el tiempo salen con miedo. Quieren que las autoridades eviten que más personas las violenten porque temen por su vida, que les pase algo a las niñas o a sus abuelos. Va un año y no hay avances, al contrario, las agresiones aumentan”<br>
Areli Reyes


En entrevista con SDPnoticias, Areli Reyes, prima de las víctimas, explicó que derivado de estos ataques, las mujeres han sido diagnosticadas con los trastornos de depresión mayor, paranoide y de estrés postraumático pues temen a las amenazas y por los golpes que ya han recibido. Estas agresiones están documentadas en fotos y videos, pero ninguna autoridad las ha escuchado.
La segunda agresión ocurrió el día 3 de abril pasado, cuando María fue atacada por Christian (hermano de Moisés) y su pareja,en la calle. En ese momento, ambas hijas llegaron y solicitaron apoyo de la policía pero todos fueron detenidos y trasladados al Ministerio Público de Palacio por alterar el orden público.
Luego de varias horas, fueron liberados y las mujeres levantaron una denuncia contra Christian, pero esta tampoco ha tenido seguimiento. El tercer ataque ocurrió sólo 10 días después cuando llegaron a la estética y estaba incendiado; en la entrada localizaron un garrafón de diesel que se ocupó y la denuncia fue reportada en línea y vía telefónica, pero en esta ocasión se les negó los servicios de peritos para seguir con la investigación.
Detención ilegal contra Michelle y Jennifer
Luego del incendio, el 3 de junio Michelle y Jennifer fueron detenidas de manera ilegal, arbitraria y forzada por policías municipales que no se identificaron y que traían sus rostros cubiertos con pasamontañas. A las jóvenes les dijeron que tenían una orden de aprehensión en su contra pero no fue mostrada, ni se detalló el motivo.
Ambas fueron golpeadas y galoneadas, intentaron subirlas a una camioneta blanca y un policía al que le decían “Rodríguez” acosó sexualmente a Jennifer. También denunciaron esta agresión en la Fiscalía de Delitos Sexuales, pero no procedió y sobre el último ataque, fue el intento de homicidio al disparar fuera de la casa de las víctimas.