La Paz, BCS.  En una evaluación del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) de la Secretaría de Energía, prospectó el uso energía nuclear a través de reactores modulares pequeños (SMR por sus siglas en inglés) como una alternativa para generar energía eléctrica en Baja California Sur y, al mismo tiempo, utilizar estos reactores para producir agua potable del proceso de desalinización del mar.

Dentro de la Prospectiva del Sector Eléctrico 2015-2021, el gobierno de Enrique Peña Nieto contempla la posibilidad de la energía nuclear, en lugar de utilizar centrales de ciclos combinados o gas. 

“El ejercicio muestra un comparativo de los costos totales, incluyendo inversión, combustibles y operación mantenimiento (O&M), en la operación del sistema eléctrico del estado de Baja California Sur en los próximos años. Asimismo, evalúa los costos del sistema eléctrico sustituyendo los ciclos combinados necesarios con nuevos reactores nucleares del tipo SMR (Small Modular Reactor)”, se lee en el documento, en la página 121.

La Paz, zona de sacrificio

El estudio propone instalar en La Paz por ser el área para agregar mayor capacidad eléctrica, y “se considera la ubicación de los grandes centros de consumo, como lo es la zona Los Cabos donde las restricciones ambientales son severas”. Por ello, La Paz sería una especie de zona de sacrificio para dotar de energía a los grandes hoteles y la ciudadanía en general.

Por supuesto, el documento reconoce que el suministro de energía problemático, porque en BCS en una zona que “no cuenta con recursos energéticos propios que hagan posible la incorporación de diversas tecnologías de generación”.

El ININ analiza las dos estrategias que manejó en el pasado la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y reconoce los altos costos de la operación del sistema. 

“Uno de los objetivos de los ejercicios de planeación del SEN, es la necesidad de interconexión del sistema BCS al SIN, considerando una disminución de costos de operación y de inversión en el largo plazo, además de incrementar la confiabilidad del suministro”, expresa el organismo gubernamental.

La primera alternativa es “una red de transmisión asociada a un proyecto de interconexión eléctrica submarina de BCS al de Sinaloa que tendría cómo principal fuente de energía primaria el gas natural”. Los costos, según el ININ, son altos al considerar la inversión asociado al cable submarino.

La segunda alternativa: “llevar gas natural comprimido desde un puerto de Sinaloa, posiblemente Topolobampo o Puerto Libertad en Sonora, hacia La Paz para ser distribuido en BCS por medio de gasoductos”. La desventaja que los impulsores de la energía nuclear es que tendría que construirse una estación de compresión y otra de regasificación en el sitio seleccionado.

Reactor nuclear y desalinización del mar

Una de las justificaciones para el uso de reactores nucleares más pequeños, en un comparativo con todas las tecnologías que se usan en México, según el texto de la Sener, es que “se observa que el beneficio anual es mayor para el SMR y presenta un mayor beneficio/costo entre las opciones”.

Según la OIEA, se denominan Reactores Nucleares Pequeños (Small Nuclear Reactors) a aquellos reactores nucleares con una potencia eléctrica inferior a 300 MWe y Reactores Nucleares Medios hasta una potencia de 700 MWe.

“Respecto al impacto social que tendría este proyecto, se tiene que, por las condiciones geográficas de la zona, el acceso al agua potable es reducido. El instalar el reactor, no sólo otorgaría un precio menor de electricidad, también se podría vender agua potable resultado del proceso de desalinización del agua, para el proceso de la planta”, expone el documento.

Justamente el Gobierno Municipal de Los Cabos, que preside Arturo de La Rosa, anunció que solicitará a Banobras un crédito a fondo perdido que representará el 41% del total del costo de una planta desalinizadora. El 51% restante lo pondrá la empresa que gane la licitación para la instalación y operación durante 25 años. En total se invertirán 900 millones de pesos para producir 250 litros por segundo de agua potable; aunque no está claro si este proyecto contendrá las especificaciones que hace el ININ.

¿La energía nuclear es un peligro?

En este documento, otro aspecto positivo que muestra es la reducción de CO2 “del orden de 354,000 toneladas al año, es decir, en el horizonte de los 60 años del reactor, se tendría una reducción total de 21,200, 000 toneladas de CO2”.

Sin embargo, no podemos olvidar los accidentes nucleares del pasado por la inestabilidad de los sistemas de contención ante un terremoto, como sucedió en Japón. 

Amigos de la Tierra, una organización española, señala que “no es más barata ya que en el cálculo se olvida el coste de desmantelamiento de las centrales y la gestión de los residuos durante cientos de años”.

“No soluciona los problemas de dependencia energética, ya que España no tiene combustible para las centrales y este es un recurso muy limitado y de peligrosa extracción. Supone un riesgo frente a ataques terroristas o catástrofes naturales”, añade la asociación civil.

Lo mismo opina Greenpeace en España: “La energía nuclear no es una alternativa de producción energética frente al cambio climático. Crea residuos nucleares peligrosos para la salud y el medio ambiente que tardan cientos de años en degradarse, y los accidentes nucleares arruinan regiones vastísimas”.

Y añaden: “aunque produce menos CO2 que el petróleo o el carbón, los residuos nucleares son altamente contaminantes y dejan su huella durante cientos de años antes de degradarse. Y en caso de accidente, como el de Fukushima  o el de Chernobil, destrozan por completo la salud, la habitabilidad y el ecosistema de áreas que sobrepasan con creces las localidades donde suceden”.