Luciano Nocelli, un policía de Rosario, Argentina, ha sido condenado a 25 años de prisión por matar a 2 delincuentes a quemarropa.

La justicia determinó que el policía abusó de sus funciones durante un intento de robo, por lo que se le encontró culpable de homicidio calificado.

El policía que mató a 2 delincuentes el pasado 21 de mayo de 2019, cuando Jimena Daiana Gramajo y Maximiliano Rosasco, de 25 y 35 años respectivamente, asaltaban.

La investigación reveló que Luciano Nocelli disparó en dos ocasiones cuando los delincuentes ya se encontraban desarmados y en el piso.

Policía

El abuso por el que condenan a un policía que mató a 2 delincuentes en Argentina

Jimena Daiana Gramajo y Maximiliano Rosasco intentaban robar a transeúntes cuando Luciano Nocelli, un policía de Argentina, intervino.

Según versiones oficiales, se produjo entonces un intercambio de disparos hasta llegar a la intersección de la calle Buenos Aires y el Boulevard 27 de febrero, en la zona sur de Rosario.

Uno de los delincuentes cayó al suelo y allí fue cuando el policía disparó. La mujer fue baleada a una distancia máxima de 70 centímetros, mientras que el hombre por la espalda, a poco más de un metro.

“Abusó de sus funciones como miembro integrante de una fuerza de seguridad”

Autoridades.

Ambos delincuentes murieron horas después en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca).

Las autoridades absolvieron al colega policía de Luciano Nocelli, pues consideran que disparó justificadamente contra el delincuente porque “suponía una amenaza”, pero a él lo condenaron a 25 años de prisión.

“Nunca debe perderse de vista que el estado de derecho sólo puede concebirse con un actuar reglamentado y medido de la fuerza policial”, dijeron.

“Siento que la condena es injusta. Así como yo me defendí, él también se defendió”

Policía absuelto.

También subrayaron que en el momento en que el policía efectuó los disparos ya no había peligro para terceros ni tampoco para los agentes.

Finalmente, la justicia resolvió absolver a ambos policías por la acusación de “falsificación de documento público y encubrimiento”.

Esto, porque al firmar el acta policial correspondiente al hecho estaban detenidos y no fueron informados acerca de su derecho a mantener silencio.