Un grupo de arqueólogos de la Academia Rusa de Ciencias dio con un misterioso hallazgo en Egipto que los dejó mudos: la tumba de un niño de 8 años enterrado junto a 142 perros.

El descubrimiento se dio en el Oasis de Fayúm, a unos 80 kilómetros de El Cairo, capital de Egipto. Aún se desconoce si el niño guiaba a los 142 perros en el más allá, o ellos a él.

El equipo de investigación a cargo sugiere que los perros murieron al mismo tiempo que el menor de edad y sin ningún tipo de violencia. De hecho, se piensa que por ahogamiento.

Ello, probablemente a raíz de algún desbordamiento del Nilo que habría ocasionado la muerte del niño como de los 142 perros, pues se encontraron rastros de arcilla azul común en los embalses del antiguo Egipto.

Este pudo haber sido el primer entierro infantil con más de un centenar de perros

El cuerpo de un niño de 8 años cuyos restos permanecen intactos, fue encontrado sobre los cadáveres de 142 perros, con una bolsa de lino colocada sobre su cabeza.

Este último dato es el más escalofriante del misterioso hallazgo, debido a que no se sabe si le fue colocada antes o después de morir.

Aunque los investigadores todavía no están seguros de a qué periodo pertenece la tumba del niño con perros, estiman que data del siglo IV a.C, reconocido como ‘El siglo de Alejandro Magno’.

Y más aún, el cadáver del menor parecen haber estado custodiados por el escuadrón de perros desde hace 2 mil 400 años.

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Los restos de los 142 perros fueron examinados por la zoóloga Galina Belova, concluyendo que no fueron asesinados sino que murieron en una inundación.

Y es que en la antigüedad, los Oasis no eran desérticos, ya que tenían manantiales y cursos de agua naturales, además de que las lluvias no eran extraordinarias.

Según la Academia Rusa de Ciencias, el entierro masivo de perros puede indicar los puntos de vista de los extranjeros egipcios y Fayúm sobre la religión y la magia, que condujo a nuevos rituales.