La obra de Frida Kahlo despierta mucha controversia. Hay quienes la aman, hay quienes la odian. Su historia llena de sufrimiento, amor, infidelidad y dolor, la ha colocado como una de las mártires del arte que logró plasmar plásticamente cada una de sus emociones.

El calificativo que recibe la vida de Kahlo es la palabra “intensa”. La poliomielitis que padeció desde pequeña, un grave accidente en su juventud, el matrimonio con Diego Rivera y su amorío con Leon Trotsky, la llevaron a escribir frases memorables que actualmente son referencia de aquellas personas que se reflejan en cada una de ellas.

“Nunca pinto sueños o pesadillas. Pinto mi propia realidad”

Estas son las palabras que la célebre pintora mexicana le dijo al referente de surrealismo André Bretón, quien en 1938 la invitó a exponer sus pinturas en Nueva York, al considerarlas que pertenecían al movimiento cultural. Así, Frida dejó en claro que percibía a sus cuadros como su reflejo, más allá de cualquier corriente. Incluso nunca llegó a sospechar de que sus pinturas podían generar interés en la gente, a pesar de tener admiradores célebres como Pablo Picasso, Wassily Kandisnski y Marcel Duchamp.

“Pies, ¿para qué los quiero si tengo alas para volar?”

Esta frase fue extraída de sus diarios, refiere al accidente que sufrió a los 18 años y dejó a Kahlo postrada durante varios períodos de su vida. De hecho, se sometió a 32 operaciones para reducir las secuelas.

“Quizá esperen oír de mí lamentos de ‘lo mucho que se sufre’ viviendo con un hombre como Diego. Pero yo no creo que las márgenes de un río sufran por dejarlo correr.”

El matrimonio entre Diego y Frida no era perfecto. Se sabía que diego era infiel cada que podía o tenía oportunidad, incluso la engañó con su hermana Cristina. Así que a pesar de su relación, Frida siempre aceptó sus infidelidades, tal vez justificándolo con la libertad del amor.

 

“Intenté ahogar mis dolores, pero ellos aprendieron a nadar”

Con esta frase, Kahlo reflexionó sobre la superación del dolor que padeció toda su vida y cómo “salió a flote”.  Perdió dos bebés y el primer embarazo interrumpido la llevó a realizar la pintura “Aborto en Detroit”. Cuando Rivera tuvo un romance con su hermana, Cristina, Frida volvió a su casa de Coyoacán y se refugió en el alcohol para lidiar con sus pesares, tanto físicos como emocionales. Más allá de que en los últimos años de su vida volvió a casarse con Rivera para afirmar su relación de camaradería, la última de sus operaciones la deprimió por completo, ya que hubo que amputarle una pierna. Así, el dolor la acompañó hasta sus últimos días.

“Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior”

“La pintura completa mi vida”, dijo Kahlo alguna vez. “Mi pintura lleva consigo el mensaje del dolor”, acotó la artista plástica mexicana en otra ocasión. “Lo único que yo sé es que pinto porque tengo la necesidad de hacerlo, pinto siempre lo que me pasa por la cabeza sin ninguna otra consideración”, finalizó. Con estas frases, Frida dejó en claro que a través del arte soltaba su propio padecer y así lograba sobrevivir a pesar de una suerte por momentos demasiado errante.

“A veces prefiero hablar con obreros y albañiles que con esa gente estúpida que se hace llamar gente culta”

Desde 1927, Frida Kahlo comenzó a frecuentar ambientes artísticos, políticos e intelectuales. Diez años después, alojó al líder comunista León Trotsky en su casa, quien estaba exiliado, y tuvo un romance con él. Entre sus amigos célebres figuran Pablo Picasso, Wassily Kandinski, André Bretón y Marcel Duchamp, todos exponentes del arte. Es por eso que esta frase revela un posible cansancio de Kalho para con su entorno, pero también refleja su compromiso con la causa popular mexicana.

“Hay algunos que nacen con estrella y otros estrellados y, aunque tú no lo quieras creer, yo soy de las estrelladísimas”

Kahlo poseía un excelente talento reconocido por Diego Rivera. También una marca personal influenciada por el artista plástico, ya que fue él quien le sugirió adoptar los atuendos tradicionales mexicanos, así como las joyas llamativas, los labios rojos y el pelo azabache atado con un moño lleno de flores. Sin embargo, los años de pesar físico que empezaron desde niña, cuando contrajo poliomielitis, y que la sumieron en graves crisis depresivas más tarde la llevaron a esbozar esta conclusión. Incluso su pintura se convirtió en una autobiografía desgarradora.

Con información de Ehowenespanol.com y fotografías de AP.