Se acerca el Horario de Verano, uno de los momentos más polémicos y pesados para mucha gente en cuestiones de hábitos y costumbres, pues se deben de adaptar a una nueva forma de abordar su día a día; pues por decirlo de alguna manera, se altera el flujo natural del tiempo.

Aún así, gobiernos instituciones y también algunas personas, señalan que este horario cuenta con varios beneficios para el país, la industria y la vida diaria. A continuación haremos un pequeño desglose de los pros y contras del Horario de Verano, para que cada quien saque sus propias conclusiones.

Pros: Aprovechamiento de la luz natural en las tardes

Es un hecho que por la tarde/noche, no es necesario usar luz artificial hasta altas horas, pues se mantiene la luz natural hasta entradas las 7 u 8 pm, dependiendo de la zona del país; lo cual beneficia a varios sectores como el turismo (la gente está más tiempo en la calle), además de que hay una percepción de seguridad en los desplazamientos a distintos puntos en esas horas del día.

Contra: No hay un ahorro significativo para los ciudadanos

Si bien hay datos que a niveles macro y de empresas se da un ahorro real de energía (en su apartado dedicado al Horario de Verano la Cámara de Diputados señala que en los primeros años de ejecución se habían ahorrado un total de más de 20 mil millones de pesos); no hay una prueba tangible de que lo mismo se dé en niveles micro, puesto que la propuesta original del horario era que habría un ahorro sí y sólo sí, el ahorro vespertino supera al incremento matutino. Un estudio de 2007 elaborado por Adrienne Kandel de la California Energy Commission de Estados Unidos señala que para ese momento, en su país, no se encontraron pruebas de que hubiera un ahorro general; de hecho, algunos particulares señalaron que ahorraron un poco de luz, mientras que otros dijeron que su consumo no cambió o incluso aumentó.

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Pros: Beneficia a los pequeños negocios

Como mencionamos, el tener más luz natural beneficia a la industria, sobretodo a los pequeños negocios, pues pueden tener más tiempo abiertos sus establecimientos ya que la gente sigue en la calle hasta horas que en invierno son imposibles de sustentar sin la iluminación de lámparas artificiales. Esto se traduce en mayores ventas durante toda la temporada de primavera-verano.

Contras: Afecta a los equipos electrónicos

Aunque cada año se corren actualizaciones en el software de los equipos electrónicos para que no sufran por el cambio de horario; los desarrolladores aún tienen que lidiar con diversos problemas, pues el cambio de fecha al final del Horario de Invierno e inicio del Horario de Verano, provoca siempre problemas en diversos servicios computacionales. Más aún tomando en cuenta los diversos husos horarios y particularidades de cada país en cuanto a la implementación del Horario de Verano.

Pros: Seguridad en las tardes

Debido a la permanencia de la luz natural, la gente tiene una mayor sensación de seguridad en las tardes; lo cual las incita a mantenerse fuera de sus hogares por más tiempo, como ya hemos visto reiteradamente. Aún más, se tienen datos de una reducción de los actos violentos en las tardes; si bien no es significativa (de un 1 al 5 por ciento), si es de tomar en cuenta. Agregado a esto,también se han encontrado pruebas de una reducción en los atropellamientos y accidentes viales relacionados con peatones.

Contras: Problemas de salud

Aunque se argumenta, con fundamento, que el Horario de Verano ayuda a que la gente se ejercite en las tardes; tampoco es una mentira que, por lo menos en sus primeros día produce transtornos de sueño en gran parte de la población; literalmente se obliga a las personas a dormir menos. Se han encontrado casos de personas que presentan problemas cardíacos, fatiga y cansancio crónico durante toda la temporada del cambio de horario, sin olvidar que, aunque los atropellamientos se reducen, los choques entre automovilistas aumentan, esto generado precisamente por la falta de sueño en su mayoría.

Información y fuentes: Cámara de DiputadosNeuroscience LettersCalifornia Energy CommissionAmerican Journal of Public Health.