El doctor Raúl Ávila Sosa Sánchez, del Departamento de Bioquímica-Alimentos de la Facultad de Ciencias Químicas de la BUAP, junto a un equipo de estudiantes, ha investigado el uso de antimicrobianos naturales para el cuidado del maíz.

El maíz es el alimento base de la dieta mexicana; sin embargo, puede llegar a contaminarse si no es almacenado de la mejor manera, produciendo hongos como Aspergillus flavus, capaces de generar toxinas que, al consumirse en pequeñas cantidades, se acumulan en el cuerpo y pueden causar cáncer.

BUAP desarrollo antimicrobiano natural

Las y los investigadores han probado distintas plantas mexicanas con potencial antimicrobiano, pero el orégano ha demostrado los mejores resultados frente al hongo Aspergillus flavus, uno de los más dañinos para el maíz.

“Hemos trabajado con muchos extractos naturales; hay unas 650 especies endémicas en el país que tienen potencial antimicrobiano. Desde hace muchos años hemos investigado ese efecto en laboratorio y hemos probado la eficacia de sustancias para combatir bacterias y hongos. Estos últimos -los más peligroso al generar toxinas que llegan a ser cancerígenas- afectan principalmente a granos, como cacahuate, maíz y trigo”

Raúl Ávila Sosa Sánchez, investigador de la BUAP

El doctor Ávila Sosa recordó que tradicionalmente se han utilizado conservadores sintéticos con alimentos, los cuales generan grandes problemas a largo plazo como la toxicidad y la resistencia microbiana.

Para enfrentar estos riesgos, la BUAP ha trabajado con aceite de orégano, una sustancia GRAS (Generalmente Reconocida como Segura) por la FDA, que ofrece eficacia antimicrobiana sin efectos nocivos.

Investigadores de la BUAP analizan aceite esencial de orégano para inhibir hongos en el maíz.

El objetivo es determinar la cantidad ideal del aceite que permita inhibir el crecimiento de Aspergillus flavus sin alterar las propiedades del maíz, y con ello ofrecer una solución sustentable y viable económicamente para productores.

“Estamos en fase de evaluación: determinar qué cantidad es la efectiva e ir escalándolo hacia los productores. El objetivo es que sea realmente aplicable y económicamente viable; no vamos a competir con sustancias comerciales, pero sí aspiramos a ofrecer una opción más sustentable”

Raúl Ávila Sosa Sánchez, investigador de la BUAP

En este proyecto trabaja Andrea Montserrat García Barrales, estudiante de la Maestría en Ciencia y Tecnología de Alimentos, quien se ha dedicado a experimentar diferentes formas de aplicar el aceite, las estrategias evaluadas incluyen:

  • Aspersión directa, aplicando el aceite diluido sobre el grano
  • Contacto en fase de vapor, donde el aroma del orégano actúa como agente inhibidor
  • Microencapsulación, técnica que permite liberar el aceite de forma controlada y prolongada
Investigadores de la BUAP analizan aceite esencial de orégano para inhibir hongos en el maíz.

La investigación forma parte del compromiso de la BUAP con el desarrollo científico orientado a solucionar problemas reales que afectan la salud y la economía del país.