México.- Nadia Verónica Rodríguez Saro Martínez nació el 5 de junio de 1997 a las 5:40 de la mañana; su mamá aún recuerda la voz de esa niña que creció con el objetivo de ayudar a las personas, pero que fue asesinada la madrugada del 8 de marzo de 2020. A tres meses, autoridades de Guanajuato no tienen avances en la investigación y hasta dejaron de responder las llamadas de la familia.

Blanca Marina Martínez Trejo, madre de Nadia, señaló que aún no cree lo que le pasó a su hija y también, aunque al principio confió en la Fiscalía de Guanajuato, ahora está decepcionada de su actuación porque no le han informado nada sobre la investigación, no han visto la carpeta ni tienen contacto con los encargados de llevar este caso de feminicidio.

“No hay ningún resultado, confié en que se iba a dar seguimiento pero no es así. Me avisaron que por la pandemia no iban a trabajar todos pero ahora ya ni mis llamadas responden. No tengo el número de expediente porque nunca he visto la carpeta de investigación; ya son tres meses y no hay respuesta, quiénes y por qué le hicieron eso a mi hija”.

Blanca Marina Martínez Trejo

En entrevista con SDPnoticias, la señora Blanca refirió que el titular de la Fiscalía Regional B, Israel Aguado Silva, sería quien lleve el caso y por eso, ya han solicitado su apoyo para seguir con las diligencia, pero tampoco ha habido respuesta. La familia no tiene fecha de alguna reunión para seguimiento, e incluso se desconoce la clasificación del asesinato de la joven que hoy cumple 23 años.

La exigencia principal de la familia es justicia, que se esclarezca el crimen y sigan investigando porque no tienen un una pista de lo que pudo haber ocurrido esa madrugada en Salamanca, “y no es justo que lo deje pasar”. La última comunicación con la Fiscalía fue a mediados de abril, desde entonces no ha tenido contacto.

Nadia Verónica.

Trabajar en la ONU y crear asociaciones para víctimas de violencia

Entre las metras que Nadia compartió con su mamá, su objetivo principal era trabajar en la ONU y por eso estudiaba Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana Campus León. También quería crear una asociación para ayudar a mujeres víctimas de violencia, a las comunidades indígenas y albergues para perros abandonados.

“Eran metas muy bellas, como sus padres siempre la apoyamos en su educación para que continuara con sus sueños. También se unió al movimiento Ni Una Menos de la Ibero junto a sus amigas. Como su mamá, creo que fue un ataque personal contra Nadia pero ella no merecía haber muerto”.

Blanca Marina Martínez Trejo

Cuando recién sucedió el feminicidio de Nadia, Blanca recuerda que la sociedad revictimizó a su hija; llegó a leer comentarios sobre que “andaba en malos pasos pero la gente está muy mal en querer juzgar a una joven que no conocen”. Risueña, amorosa, con chispa y con muchas ganas de vivir, es como la recuerda; también dijo que cuando nació hace 23 años, pesó 2 kilos 800 gramos.

La Ibero León tampoco ha apoyado a la familia de Nadia con la exigencia de justicia. El rector Felipe Espinosa Torres, prometió ayudar para que el caso no quede impune pero hasta ahora tampoco los ha contactado; amigas querían realizar un protesta frente a la universidad, pero debido a la contingencia sanitaria por Covid-19, no pudieron hacerla.

“La pandemia si ha afectado al caso; todavía alcanzamos a despedirla pero a la siguiente semana comenzó todo y desde las diligencias, hasta las protestas en su nombre se paralizaron”.

Blanca Marina Martínez Trejo

En el auto de la joven se hallado más de 40 impactos de bala provenientes de dos armas de fuego; al menos 7 disparos encontraron en el cuerpo de Nadia. Ella regresaba a su casa por la carretera La Ordeña-Salamanca cuando fue atacada por personas que siguen sin ser detenidas. “¿Qué hizo mi hija para que la mataran con tanta saña? Me la asesinaron y ahora las autoridades la están ignorando”, acusó la señora Blanca.

Nadia.

El último día almorzaron juntas

El último día que Blanca vio con vida a su hija fue el 7 de marzo; en la mañana salieron en Salamanca a almorzar juntas; caminaron de la mano para resolver unos pendientes y más tarde, la joven se despidió para ir una fiesta de cumpleaños, y luego a una charreada por la zona con sus amigas.

Con un mensaje a las 1:39 de la madrugada del 8 marzo, le avisó a su mamá que ya iba para su casa pero antes pasó a dejar a dos de sus amigas a sus casas; una en Villa Petrolera y otra a Lomas del Prado. Luego no regresó.

El auto Ford Focus de Nadia quedó a la altura de esta última colonia; una llamada al sistema de emergencias 911 alertó a las autoridades y ahí encontraron su cuerpo.

La universitaria también tomaba clases de inglés, cursaba el 6to semestre de su carrera, le gustaba la repostería, vendía ropa en línea y comida saludable entre sus compañeros para completar gastos; los fines de semana, se la pasaba con su familia en Salamanca y luego regresaba a León, donde rentaba una habitación para seguir estudiando.

Hoy, amigos, conocidos, mujeres y su familia la recuerdan en redes sociales con #JusticiaParaNadia; también han compartido uno de los mensajes que la joven publicó contra la violencia feminicida en México. Blanca confía ahora en la justicia divina, confía en que los responsables serán sancionados por arrebatar la vida de su hija pues a tres meses, el dolor sigue presente.