La independencia no solo se caracteriza por firmar un contrato de renta. Hoy, para miles de jóvenes mexicanos, dar el salto a un espacio propio significa enfrentar un rompecabezas económico que incluye alquiler, servicios y la compra de artículos básicos para sobrevivir al día a día.

En un país donde el 46% de los adultos jóvenes ya busca vivir fuera de casa de sus padres antes de los 30 años, la pregunta es inevitable: ¿cómo equipar un hogar sin comprometer estabilidad financiera?

Expertos en consumo coinciden en que elegir los artículos adecuados desde el inicio hace la diferencia entre un departamento improvisado y un espacio que realmente funcione. En esa lista aparecen cuatro imprescindibles:

Pantallas inteligentes

Más que entretenimiento, se convierten en un centro de conexión: ofrecen acceso a plataformas digitales, control por voz y aplicaciones que facilitan tanto el ocio como el estudio y el trabajo remoto.

Refrigeradores confiables

Son el corazón de la economía doméstica: permiten planear compras, reducir desperdicios y mantener el orden en la cocina. Los modelos actuales de marcas como Hisense destacan por su ahorro energético y distribución inteligente del espacio.

Lavadoras en casa

En tiempos de inflación, contar con una propia evita gastos constantes en lavanderías. Los equipos más recientes integran ciclos rápidos y de bajo consumo que ahorran dinero y horas en la rutina diaria.

Aires acondicionados eficientes Hisense

En climas extremos, la eficiencia energética deja de ser un lujo y se convierte en necesidad. Los modelos de Hisense permiten mantener temperaturas estables y mejorar la calidad del aire, un factor cada vez más valorado en espacios reducidos.

Quincena del Hogar Hisense en Elektra

Como respuesta a estas nuevas demandas, Elektra y Hisense lanzaron la Quincena del Hogar Hisense, vigente del 30 de septiembre al 6 de octubre, con productos pensados en eficiencia, durabilidad y accesibilidad. La campaña busca acercar a los jóvenes soluciones prácticas que les permitan dar el salto hacia la independencia sin que el presupuesto sea un freno.

Al final, independizarse no se trata solo de mudarse: es un proceso de construcción de rutinas, hábitos y espacios que reflejen una vida propia. Y, en ese camino, elegir con cuidado qué entra primero por la puerta de un nuevo hogar puede marcar toda la diferencia.