Ya lo hemos mencionado anteriormente; pero A Small Light nos hace volver al punto. Disney no la está pasando bien en su estudio central; sin embargo sus divisiones periféricas desbordan calidad.

A Small Light es una muestra de ello, siendo una mini serie de 8 capítulos, realizada por National Geographic que llega a México a través de Disney+.

Teniendo como premisa la ocupación Nazi y a Ana Frank, sólo que ahora la joven judía no es el centro de la trama sino una pieza más en ella.

Pues la obra nos muestra lo que sucedía en el mundo de aquellas personas que la ayudaron a ella y su familia.

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¿De qué trata A Small Light?

En A Small Light seguimos la vida de Miep y Jan Gies, una pareja que convive de cerca con los Frank en Países Bajos, previo al ascenso del Nacional Socialista en Alemania.

La trama de A Small Light transcurre en la cotidianidad del mundo, con la sombra de la Segunda Guerra Mundial como algo lejano, hasta que el ejército alemán llega a Amsterdam.

Es en ese momento que los Gies, así como otros allegados a la familia Frank, deciden ayudarlos, así como a otras personas, a esconderse de la persecución Nazi a riesgo de sus vidas.

Más que ser un recuento del drama bélico, como muchas otras representaciones de lo que fue la vida de Ana Frank y la etapa de la ocupación en Europa; la serie nos muestra algo más aterrador: la vida real.

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La obra transcurre en dos líneas perfectamente definidas, por un lado tenemos todo lo que sufren los Frank, así como el resto de judíos, al grado de tener que esconderse.

Mientras que por el otro vemos como la gente hace sus vidas de manera cotidiana a pesar de tener una guerra tocando a sus puertas.

Al mismo tiempo puedes ver el sufrimiento de la familia Frank y la alegría de los Gies en su vida normal.

Y es que en A Small Light, los implicados en la ayuda a los Frank no son una resistencia feroz o decidida, sino un grupo de gente normal que no cree en todo lo que vende el Nacional Socialista.

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Miep y Jan Gies se opone al régimen alemán; pero no por ello dan discursos grandilocuentes o se enfrascan en un activismo puntual; simplemente ayudan a personas que son importantes para ellos.

Ese es tal vez el gran valor de A Small Light, pues nos pone en una escena verosímil que podría empatar con cualquiera de nosotros.

Lo cual hace que la serie se vuelva bastante cercana, a pesar de que se basa en un hecho de hace 80 años.

A Small Light sobresale gracias a sus personajes

A Small Light tiene un gran acierto en todos y cada uno de sus personajes, pues agregan a la trama en todo momento.

Si bien Miep y Jan Gies son lo que podríamos decir “protagonistas de la historia”, la realidad es que eso se diluye conforme pasan los capítulos.

Cada uno de los hombres y mujeres que aparecen en A Small Light son relevantes en mayor o menor medida.

Desde los amigos de los Gies, hasta el mismo Otto Frank, quien por mucho es el eje central de la trama, más allá de su hija, quien pasa desapercibida la mayoría del tiempo.

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Esto podría decepcionar a mucha gente que quiera ver, una vez más, el drama de Ana Frank; cosa que aquí no sucede.

Pues lo que trata A Small Light es darle “luz” al resto de personas a su alrededor, que la historia casi ha olvidado por el impacto que tuvo el diario de la niña.

Aquí incluso vemos momentos importantes de su hermana, Margot Frank, quien protagoniza una de las escenas más tensas de la obra, mostrando lo implacable que era el ejército alemán.

El que se olvida de Ana Frank un momento ayuda bastante a la historia, puesto que no se usa a la niña como fetiche, sino que se deja fluir toda la trama en general.

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Lo que hace que conectes con alguno de los protagonistas y te centres en su personalidad, más allá del relato contado en el diario.

¿Vale la pena A Small Light?

A Small Light es una serie que vale mucho la pena, gustes o no de los dramas históricos.

Todo lo que sucede alrededor de A Small Light tiene una actualidad increíble y te hará pensar acerca de los actos que podrías cometer de llegar a una situación así.

No es perfecta, hay que mencionarlo; sus primeros episodios son lentos y tarda en alcanzar el núcleo de la narrativa; pero una vez que llega al punto, te atrapa totalmente.

Es increíble que la misma empresa que sufre por hacer relevantes a superhéroes, caballeros místicos y personajes de caricatura, pueda alcanzar una gran calidad con una obra aparentemente “simple”.