Leonora, dirigida por Thor Klein y Lena Vurma, se basa en la novela de Elena Poniatowska y nos lleva desde la infancia de Leonora Carrington en Inglaterra hasta su llegada a México en los años cuarenta.
La cinta apuesta por mostrar no solo su vida, sino sobre todo su mundo interior: un universo repleto de símbolos, sueños y criaturas fantásticas que marcaron su obra surrealista.

La película tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara y también se presentó en el Festival de Múnich.
En México llegó a salas comerciales este 4 de septiembre de 2025, acompañada de gran expectativa por parte de la comunidad artística y del público interesado en el surrealismo.
Reseña Leonora: Un viaje estético y emocional
La cinta logra construir un verdadero “homenaje visual” a la obra de Carrington, donde cada plano parece inspirado en sus cuadros y esculturas.




La fotografía utiliza tonos y texturas que simulan estar dentro de una pintura, creando una experiencia sensorial que se mueve entre lo bello y lo inquietante.
Olivia Vinall interpreta a Leonora con gran sensibilidad, mostrando su fuerza y fragilidad en distintas etapas de su vida.

Junto a ella, Cassandra Ciangherotti encarna a Remedios Varo, su amiga y cómplice artística, mientras que Luis Gerardo Méndez interpreta un par de personajes clave en la historia, entre ellos el médico que la trató tras llegar a España.
Estos papeles ayudan a construir el entorno que rodeó a Carrington y que fue determinante en su evolución artística.

Reseña Leonora: Resiliencia y rebeldía
La película también aborda momentos dolorosos de su vida, como cuando fue internada y sometida a electrochoques en España, un episodio que marcó profundamente su obra.



Más que un dato biográfico, esta parte de la película nos recuerda la capacidad de Leonora para sobrevivir a la adversidad. Pese a los intentos de silenciar su voz y de encasillarla en la etiqueta de “locura”, ella transformó esa experiencia en un motor creativo.
La cinta refleja cómo Carrington se rebeló contra las normas de su tiempo: desafió a su familia aristocrática en Inglaterra, rompió con las imposiciones de género y encontró en el surrealismo un espacio de libertad.

Su llegada a México se convierte en un símbolo de renacimiento, no solo artístico, sino personal: aquí construyó comunidad con otros artistas, se reencontró con su obra y forjó un legado que hoy la coloca como una de las figuras más influyentes del arte moderno.
Esa mezcla de rebeldía, resistencia y creatividad es quizá lo más poderoso que transmite la película: la idea de que Leonora no fue solo una pintora brillante, sino una mujer que se negó a dejar que el dolor, la marginación o la violencia apagaran su imaginación.

Reseña Leonora: Por qué verla en cine
Más que contar su vida de forma lineal, Leonora busca que el espectador se sienta dentro de su mente, entre atmósferas oníricas que rozan el terror psicológico.
Varias escenas con los momentos más difíciles en la vida de Leonora están directamente referenciados a través de sus obras, convirtiéndose en personajes que expresan el dolor, la ansiedad, el deseo y más; incluso cuando no se muestran claramente.

Conectado a los elementos sonoros, que han sido cuidados a detalle, estas escenas dan como resultado momentos de verdadera zozobra, como si se tratase película de terror.
Por eso, verla en pantalla grande amplifica la experiencia: no es solo una película, es un viaje al interior de una de las artistas más originales que ha dado México.