Ataviado con un traje negro y su emblemático sombrero que reflejaba las luces del escenario, el cantante apareció acompañado de su banda, ante la ovación de los aficionados que esperaron durante dos años su regreso.

En punto de las 21:00 horas se escucharon los primeros acordes de "Leopard-skin pill-box hat", con los que el músico y poeta logró transportar a la audiencia a una de sus épocas más experimentales.

Con un foro teñido de azul, el artista realizó un recorrido musical por algunos de sus temas memorables, como "Ballad of a thin man", "Desolation row" y "Love sick", que fueron alabados y aplaudidos.

Durante la velada, el cantante reconocido por su peculiar voz logró rememorar aquellos legendarios festivales folk que lo convirtieron en uno de los músicos más destacados de nuestros tiempos.

Esto, gracias a piezas como "Blowin' in the wind", "Spirit in the water" y "To Ramona", este último pocas veces interpretado en vivo en los más de tres mil conciertos que ha ofrecido a lo largo de su trayectoria.

El público, por su parte, conformado por seguidores contemporáneos a Dylan y por nuevas generaciones, abarrotó el foro en su tercera y última presentación que ofreció en México como parte de su gira por América Latina.

El músico nacido en Minnesota dio muestra, una vez más, de su versatilidad artística al ejecutar cortes como "Spirit on the water", "Twist of faith" y una de las más ovacionadas de la noche, "All along the watchtower", que provocaron la euforia de los admiradores.

Cuando sonaron los primeros acordes de "Like a Rolling Stone", comenzó uno de los momentos más emotivos de la noche, pues los asistentes escucharon y corearon este himno que hizo recordar que el hogar es a donde uno va.

Durante dicho corte, el célebre compositor hizo vibrar a los miles de fans al ejecutar de manera asombrosa su inseparable armónica, ante la mirada perpleja del auditorio.

Otro de los momentos sobresalientes ocurrió con la fusión de los clásicos temas "Highway 61 revisited" y "Tombstone blues", que lograron una gran aceptación.

De esta manera se llevó a cabo un gran concierto en el que Bob Dylan sumergió a los mexicanos en un viaje lleno de música folk, rock y country, como sólo un ídolo lo podría hacer.