El rechazo de Vicente Fernández a un hígado no solo exhibió su ignorancia, homofobia y clasismo, sino que despertó en familias que han donado vida o esperan a un donante una profunda indignación.

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De acuerdo con el Centro Nacional de Trasplantes, en México hay más de 21 mil personas en una lista de espera para que el órgano o tejido que necesitan llegue a salvar sus vidas. Los habitantes de nuestro país no ven con buenos ojos la donación por prejuicios religiosos o morales, sin embargo la tasa de donación ha registrado un crecimiento paulatino. El año de 2017 cerró con una tasa de 4.5 donantes por cada millón de habitantes, siendo Aguascalientes, Ciudad de México, Sonora, Guanajuato y Querétaro los que repuntaron.

Ante ese escenario, la señora Jenni Arias exigió una disculpa al interprete de la música ranchera. 

¿Quién es Jenni Arias?

Jenni Arias Barraza, una habitante de Nuevo León, dirigió una carta al “Charro de Huentitán” en la que le exigió una disculpa por hablar con prejuicios por delante de un tema que desconoce, toda vez que las personas que donan -indistintamente de su edad, condición social, identidad o vida afectiva-, lo hacen por altruismo, amor a la vida y en beneficio de otras personas que jamás llegarán a conocer.

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La señora Arias es madre de Alondra Torres, una niña de un año y 7 meses de edad que falleció el pasado 9 de enero. Su familia tomó la decisión de donar sus órganos, a fin de salvar a otros menores de edad.

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Le exige una disculpa y que se informe

En la carta dirigida a Fernández, la madre de Alondra espeta:

Por otro lado, rechaza los privilegios con los que goza el cantante, toda vez que obtuvo el órgano que necesitaba en cuestión de días, pese a que muchos deben esperar años. “Esos son privilegios y no chingaderas”, escribió.

Por otro lado, y sin entrar en detalles sobre la homofobia implícita en la acción del charro, Jenni le recuerda que debe existir respeto hacia cualquier persona.

Tras la reprimenda, la señora exige al cantante una disculpa por los daños a la incipiente cultura de la donación en México, a los pacientes que tienen la esperanza de conseguir un trasplante efectivo así como a aquellos que no lo obtuvieron y murieron. La disculpa, escribió, también debe ser extensiva a los médicos y enfermeras que llevan a cabo con éxito estas intervenciones.