El Estadio Olímpico presenció una electrizante actuación de Estados Unidos en el relevo de 4x100. Las estadounidenses fijaron un récord mundial de 40.82, rebanándole 55 centésimas a una marca de Alemania Oriental que se mantenía vigente desde 1985.

 

 

La victoria dio a Allyson Felix su segunda medalla de oro de los juegos.

 

 

Felix, que había conquistado los 200, hizo el segundo tramo y sacó amplias ventajas sobre las jamaiquinas. Camelita Jeter completó la faena corriendo sólidamente la última posta.

 

 

Fue el segundo récord mundial que cae en dos días en el Estadio Olímpico, donde el jueves el keniano David Rudisha batió la marca de los 800 metros.

 

 

Dibaba, quien había ganado los 10.000 y buscaba su segundo doblete seguido en los 5.000 y los 10.000, desfalleció al final y se tuvo que conformar con la medalla de bronce en la distancia más corta. Fue rebasada por su compatriota Meseret Defar, quien se llevó el oro, y la keniana Vivian Cheruiyot, quien se quedó con la plata.

 

 

Defar, vencedora de esta prueba en los juegos del 2004 en Atenas, tomó la punta en la recta final y ganó con un tiempo de 15 minutos, 04.25 segundos. La campeona mundial Vivian Cheruiyot también rebasó a Dibaba en los últimos 50 metros y se llevó la plata en 15.04.73. Dibaba se quedó con el bronce en 15:05.15.

 

 

Dibaba trataba de repetir el doblete que hizo en el 2008 en Beijing, donde ganó los 5.000 y los 10.000.

 

 

Tomó la punta, pero no pudo mantenerla al final, en que no logró repetir el remate de los 10.000 y fue rebasada por Defar y por Cheruiyot.

 

 

Luego de cruzar la meta, Defar sacó de entre su ropa una imagen de la Virgen y el Niño Jesús y la mostró a las cámaras.

 

 

Luego de ganar en Atenas, Defar había quedado a la sombra de Dibaba. Ahora las dos se repartieron las pruebas de fondo a expensas de sus grandes rivales, las kenianas.

 

 

Etiopía también se alzó con el maratón femenino, ganado por Tiki Gelana.

 

 

La rusa Tatyana Lysenko se llevó el oro en el martillo y Asli Cakir Alptekin, ganó los 1.500 metros, dándole a Turquía la primera medalla olímpica de oro de su historia.

 

 

Usain Bolt, entre tanto, se tomó un descanso, pero sin él Jamaica se clasificó fácilmente a la final del relevo corto, a correrse el sábado y en la que el vencedor de los 100 y los 200 masculinos irá por su tercer oro.

 

 

Los velocistas jamaiquinos no tienen casi rivales y el relevo, con Bolt y Yohan Blake, es gran favorito. El único interrogante es si lograrán pasarse el bastón sin inconvenientes.