La Primeira Liga dio la nota el pasado fin de semana, pues un partido se tuvo que suspender algunos minutos no por problemas en la tribuna o un jugador herido, sino porque uno de los árbitros asistentes necesitaba ir al baño. 

Ocurrió el pasado domingo en el encuentro de la Jornada 31 entre el Chaves y Nacional, cuando el árbitro central Luis Godinho se vio obligado a detener el encuentro al minuto 56 debido a que su asistente, Jorge Cruz, tuvo una urgencia intestinal. 

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Pero lo insólito no terminaría ahí, pues a su regreso al terreno de juego, después de unos cuanto minutos, el asistente fue ovacionado por el público antes de que el árbitro central le sacara la tarjeta roja en tono de broma. 

Finalmente el encuentro finalizó 4-1 a favor del Chaves gracias a tres goles de William Alves, en un encuentro donde el mayor protagonista no fueron los jugadores, sino el árbitro de línea. 

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