México.- Las Chivas se quedaron sin “Pastor” después de que José Cardozo fuera echado por la directiva tras acumular una nueva derrota en Liga MX ante Pumas.

Como era de esperarse una vez que se supo tal decisión, la nación rojiblanca exigió el regreso de Matías Almeyda, quien apenas en junio del 2018 dejó la institución en medio de la polémica y dejando un enorme vacío en la popular escuadra.

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Almeyda, el arquitecto de última época dorada en Chivas

El dolor de la hinchada rojiblanca era más que entendible, y es que el timonel argentino no sólo los salvó del descenso, sino que también consiguió cinco títulos durante los casi tres años que duró su estadía en Guadalajara, incluido un campeonato de Liga que se había negado desde el 2006. Además, catapultó al Rebaño Sagrado al éxito internacional tras embolsarse la Concachampions, misma que otorgó boleto al Mundial de Clubes.

En el futbol como en la vida las segundas partes no suelen ser del todo exitosas. No por ello la afición deja de recordar con nostalgia el idilio entre el sudamericano y los tapatíos, pero, más allá del sentimentalismo, surge la duda de si es Almeyda el indicado para, de nueva cuenta, eliminar al fantasma del descenso que otra vez acecha.

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¿Traer nuevo técnico o nuevos directivos?

Ni duda cabe que el famoso “Pelado” es un técnico con basto conocimiento y motivador como pocos, mas ahora la crisis del Rebaño Sagrado parece estar situada en puestos directivos y no tanto en la cancha. Aunado a ello, actualmente se encuentra trabajando con el San José de la MLS, donde no le ha ido nada bien.

Seamos sinceros, el plantel del chiverío no es para competirle a nóminas poderosas como la de América, Tigres o Rayados; mucho de ello se debe a que, lejos de reforzarse, la directiva encabezada por José Luis Higuera y Amaury Vergara, hijo de Jorge, el dueño del club, ha dejado ir jugadores de peso, como Rodolfo Pizarro y José Juan Vázquez, sin traer elementos de igual valía.

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De modo que, más allá de ir por un personaje que siempre estará siendo cuestionado por lo hecho en su etapa anterior, las altas esferas deberían ser autocríticas y, en lugar de cortar el hilo por lo más delgado, confeccionar un proyecto con bases sólidas que como líneas principales tenga la contratación de estrellas de primer nivel, desarrollo de fuerzas básicas y consolidación de esos prospectos bajo los valores que siempre han caracterizado al chiverío en aras de recuperar la identidad que hoy tanto brilla por su ausencia, o quizá en última instancia, ir pensando en cambiar nombres en el organigrama principal.

Fotos: Mexsport