No digas de esta agua no beberé, porque ahí vas y te ahogas<br>

Dicho popular

Nunca compares a un cisne y a un marrano en materia estética<br>

<br>Refrán ranchero

Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros<br>

Groucho Marx

Primero, las disculpas

Dirigidas a la jefa de gobierno de la Ciudad de México. Es que, en efecto, puede ser muy injusta para Claudia Sheinbaum la comparación con Antonio Attolini. Hay niveles en la 4T, como en todas partes. Pero analizar lo que ella y él hicieron en el mismo evento sirve bastante para diagnosticar las bipolaridades y claroscuros de un régimen político que la verdad sea dicha no termina de cuajar, esto es, que cumple en algunos sectores y queda a deber en tantos otros

Derrama económica

A la Ciudad de México llegaron, gracias al evento automovilístico de viernes, sábado y domingo, decenas de miles de turistas nacionales y extranjeros. Ello impactó positivamente en la ocupación hotelera de la capital, en los restaurantes y en otras actividades relacionadas con la industria de los viajes. La llamada “derrama económica” fue de cientos de millones de dólares. Y todo esto sin que el erario capitalino —ni el federal— derrocharan recursos como en el pasado.

Pole position para la 4T y los empresarios

Recordemos que la F1 estuvo a punto de abandonar la pista de los Hermanos Rodríguez; ello por una primera decisión de la 4T, dado que se consideraba un exceso la inversión que destinó el gobierno en pasadas ediciones solo para que dicho evento se quedara en México. Después de un estira/afloja entre la autoridad citadina y empresarios nacionales, se acordó que estos últimos absorberían todos los gastos para que dicha fiesta económica se quedara en el país.

Visto el resultado, fue una buena negociación no invertir más dinero del gobierno (de nuestros impuestos) en este espectáculo, pero sí incentivar a los inversores para que lo hicieran. Obviamente, no fue por caridad, tendrán ganancias por su acción, pero eso es lo justo. La jefa de gobierno de la CDMX, se llevó la tan codiciada pole. La comparte con los empresarios que invirtieron para hacer posible la competencia. Sheinbaum demostró que la izquierda puede gobernar sin excesos en cooirdinación con los buenos capitanes de empresa, a quienes no detiene ninguna ideología si se les permite trabajar en paz.

Cambio de opinión... o si no te gustan mis principios, saco los  otros

Algunos partidarios —supuestamente radicales— de la 4T compartieron su asistencia a la F1 en las redes sociales. Presumieron que andaban en el evento fifí por excelencia. Hasta ahí, qué bueno que puedan asistir a un espectáculo donde se enlazan la alta tecnología, velocidades de vértigo y la electrizante vibra de las tribunas, sin olvidar los momentos llenos de folklore nacional y comida —y bebida— típica, desde luego a precios de primer mundo: todo caro, pues. Solo para quienes pueden pagarlo, como son estas cosas en el capitalismo.

El quid es que se recuerdan también en redes sociales los comentarios de nuestros socialistas criollos hace menos de un año: despotricaban y tachaban de “fifí” este espectáculo. Desde el secretario de turismo Miguel Torruco hasta Antonio Attolini pasando por youtuberos escandalosos y que tanto desprestigian a la Cuarta Transformación como El Chapucero.

Sería bueno que entendieran con este cambio en su opinión, que no se debe denostar y denigrar eventos o personas solo porque no se conocen y alguien desde el poder los tacha de “fifís”. Estuvo genial que el gobierno ya no pague más, pero eso no era equivalente a descalificar el evento per se.

Attolini

El Chapucero no es funcionario, esto es, solo se vio incongruente al primero criticar y luego disfrutar un evento. No hay mayor problema para él. El secretario Torruco tiene la excusa de que por su cargo ahí debía estar, así que seguramente ni necesidad tuvo de pagar la costosa localidad. El que tendría que ser sancionado con el despido y la inhabilitación es el titular de la Coordinación Técnica de Vinculación Internacional del IMSS, Antonio Attolini.

El señor Attolini estuvo en el autódromo, en las localidades más caras, porque “empresarios nacionales” le regalaron el boleto. Así lo confesó él mismo. Pues bien, eso es ilegal.

Como correctamente informa en una de sus notas SDP Noticias, “de acuerdo con la fracción II del Artículo 7 de la Ley General de Responsabilidad Administrativa vigente, los servidores públicos no deben utilizar su empleo, cargo o comisión para el beneficio personal, ‘ni buscar o aceptar compensaciones, prestaciones, dádivas, obsequios o regalos’ de ninguna persona u organización. Además, antes de que AMLO asumiera la Presidencia de la República, presentó 50 lineamientos para combatir la corrupción y aplicar una política de austeridad republicana en julio de 2018, donde el número 47 especifica: ‘Ningún funcionario público podrá recibir regalos cuyo valor exceda de 5 mil pesos’...”.

Si López Obrador respeta su propio plan de austeridad, y estoy segura de que sin duda así ocurre, el señor Attolini deberá dejar su cargo y pasar a que lo investigue la Función Pública que, como mínimo, deberá inhabilitarlo. Tiene la palabra la secretaria Irma Eréndira Sandoval.

Cervezas

Uno de los porristas de la 4T insistió en marcar diferencias, al decir que él tomaba Carta Blanca y no Heineken porque esta última es “alemana” y él no era “fifí”.

Aclaración: Heineken es holandesa y ya hace algunos años hizo una fusión con FEMSA (el grupo mexicano que maneja Carta Blanca), con lo cual podríamos pensar que Carta Blanca ya es holandesa hecha en México o Heineken es un poco mexicana hecha en Holanda o en Monterrey (si bien, dado los porcentajes, las cervezas de grupo Cuauhtémoc-Moctezuma son 75% extranjeras).

En realidad, ambas cervezas se fabrican en México y dan empleo a mexicanos. Empezando con la siembra del lúpulo, la fabricación, empaque y logística para que estén en cualquier lugar del país.

Resulta inútil por ende, señalar si uno es fifí o no para tomar “x” o “y” cerveza, lo que importaría en realidad es que te guste y no salir con peteneras...

Corrupción en la F1

Insisto, qué bueno que las personas cambien de opinión y puedan disfrutar un espectáculo. Sirva de ejemplo para entender que no podemos denostar un espectáculo o personas sólo porque parece que representan a la oposición. Sin embargo, se debe cuidar que el acudir a la F1 o cualquier evento no signifique poder recibir la entrada como un obsequio. Cuando una persona trabaja en el gobierno (cualquier nivel), hacer eso es corrupción. Ergo, la SFP deberá investigar a todos los funcionarios que asistieron a las localidades caras del autódromo. ¿Nos quedaremos sentados a esperar que eso suceda? Toc, toc, toc... señora Irma Eréndira, tocan a la puerta Attolini y otros como él; atienda, por favor.

Victoria para México/trabajo en equipo

La F1 es el ejemplo perfecto de que no deberíamos prejuzgar antes de conocer. No es necesario y tampoco ayuda la actitud de calumniar o denigrar solo porque no se conoce o porque alguien dicta línea.

La F1, como muchos espectáculos (del orden que se quiera: cultural, deportivo, científico, artístico), es un espacio para solazarse y para romper divisiones. Lo que importa es vitorear a nuestro equipo, personaje o marca.

Claudia Sheinbaum y los empresarios así lo entendieron y lograron que la F1 con su fuerte derrama económica se quede en México al menos hasta el 2021. Es ejemplo de que se puede trabajar de forma coordinada entre el gobierno y la iniciativa privada. Ojalá sirva de modelo para otras inversiones, para otras futuras decisiones y posicionamientos gubernamentales y para que se olvide recurrir a la denostación sin razón.