Sin duda un cartel de lujo, plural y comprometido con su verdad. Cada uno de ellos con tendencias distintas comentaron el libro en un ejemplo del México al que por lo menos aspira su servidor: un país de respeto, propuesta y tolerancia.

Anoche, en el Club Piso 51, Gerardo Fernández Noroña presentó su nuevo libro, “La Casa Blanca, historia de un compromiso incumplido o la venta del país” teniendo como presentadores de su obra, a Don Federico Arreola, director General de SDPNoticias, a la hija de Valentín Campa, uno de los más grandes luchadores sociales de este país y fundadora del PRD, la Chata Campa, el periodista más escuchado de la radio en México, Ciro Gómez Leyva y el ex gobernador de Michoacán, Leonel Godoy.

Federico Arreola, como la ha expuesto repetidas veces, no está de acuerdo con las tesis del autor, ayer no fue la excepción, con toda claridad argumentó que las tesis de Gerardo eran ficción sin validez. Para él la señora Angélica Rivera es la única primera dama que llegó a Los Pinos con un patrimonio propio de su trabajo como actriz y que en ningún momento cometió delito alguno con la compra de la Casa Blanca. Sobre el tema de Tlataya y Ayotzinapa que Fernández Noroña asegura fueron distractores, Arreola, simplemente señaló que es pura ficción.

La gran amiga de Gerardo, la Chata Campa con una visión más del siglo pasado, pero llena de integridad y corazón, hablaba como cuando su padre realmente era reprimido por un poder autoritario, argumentó sobre represión y manipulación de la información periodística sobre hechos que se han venido presentando desde hace un año y que Fernández Noroña aborda en su libro, presumiendo, por ejemplo, que en la manifestación que se dio en el Zócalo de la ciudad de México se intentó quemar la Puerta Mariana de Palacio Nacional que eso fue un montaje. Me recordó en lo personal el amor y la integridad que existe en la lucha, aunque sin dirección hoy.

Por su parte, el periodista Ciro Gómez Leyva, con una claridad y brillantez que no le reconocía, además de refutar a Campa y ofrecer una interesante explicación sobre el reto de quienes hacen noticia en México, que dependen de un público que en ocasiones puede ser muy autoritario pudiéndolos desaparecer con solo apagar el receptor o cambiar el canal, comentó un tema tratado en el libro por demás interesante, la labor de cañería que realizó Fernández Noroña para exigir justicia y liberar a 11 jóvenes que fueron recluidos en un penal federal por su presunta responsabilidad en los actos violentos en la marcha en que se intentó quemar la Puerta Central de Palacio Nacional. Ciro destacó que a Fernández Noroña no se le reconoció por las familias de los jóvenes ni por nadie esa labor de justicia y lucha que terminó con su liberación

Por su parte Leonel Godoy en su estilo y fiel a su formación profesional de abogado, también mostró sus diferencias con el autor sobre las tesis que manejó, las cuales quedan en claro que distan mucho de tener un estricto apego al derecho. Sin embargo, coincidió en su análisis de la situación por la que atraviesa el país.

Por su parte el autor, en su muy particular estilo, nuevamente convocó a la rebelión como la única forma para hacer el cambio en este país. Aseguró que él busca una rebelión no violenta, pero que si se da por el tema de las armas, pues es la voluntad de la gente. De él se pueden decir muchas cosas, pero cuando se le tiene de frente es un hombre carismático, culto, simpático, bastó ver cómo los meseros y hasta el gerente del exclusivo club le pedían que les firmara el libro.

Finalmente, lo que se vio ayer en el Club de Industriales del Piso 51, es un ejemplo de los nuevos aires de pluralidad y libertad que se vive en México. Hoy podemos opinar y discernir con mucha mayor soltura y tener el respeto de quienes no concuerdan con nuestras ideas. Aun así, ¿por qué no asistió mucha de la prensa a la que se convocó? Qué bueno que tengamos libertad, qué bueno que podamos expresar nuestras ideas, como con valentía lo hace Fernández Noroña, qué bueno que tengamos un medio plural y de libertad donde podamos publicar libremente como lo es SDPNoticias, y a Ciro en Radio Formula, pero nace la pregunta ¿qué sigue?

Lo primero, hacernos responsables como ciudadanos con nuestras acciones, ser ejemplares y no culpar al gobierno de nuestros males, segundo, tener criterio propio, pensar por nosotros mismos y que no nos manipulen ni de un lado ni de otro, tercero, involucrarnos, no podemos quedarnos inmóviles, agachados y sumisos, cuarto, reconocer lo bueno y denunciar lo malo, quinto y ultimo, buscar la felicidad y espiritualidad como centro de vida y no el consumismo y la aspiración.

Creo que debemos pasar a la acción, pero una acción racional que realmente cambie el estatus quo y fortalezca las instituciones democráticas que ya operan, que borre aquellas que no funcionan y que se creen otras necesarias para la conducción de una aspiración democrática, donde no se estigmaticen a unos u a otros.