1) Las oposiciones, en un pacto político-democrático, no cuestionan la existencia ni la legitimidad del #Estado, sino a quien encabeza este. Buscan, más bien, y como la palabra lo dice, oponerse a la actual conducción institucional.
2) Por tal motivo, la forma más eficaz de posicionarse en el espectro opositor consiste en cuestionar las acciones y posturas del gobierno en turno. Proponer una ruta distinta, que tome fuerza visible para tratar de llegar a las próximas #elecciones como una alternativa viable.
3) En dicho tenor, el caso mexicano es particular, pues los candidatos perdedores de la elección Presidencial no acceden al #PoderLegislativo, sino que se ven obligados a articular desde los partidos o la sociedad civil una plataforma que los mantenga como opción política.
4) ¿Y qué pasa cuando la #oposición deja de ser oposición? ¿Cómo se articula ahora una nueva? Claro está que ser oficialismo también implica habilidad política y de gestión. ¿Pero y los otros? Cuando los actores políticos no ocupan ese espacio como resorte natural, otros lo toman.
5) Desde la alternancia en el 2000, el papel de la oposición en la @Mx_Diputados ha adquirido menor relevancia numérica. La diferencia entre el partido oficialista y el opositor hoy es de 180 (considerando únicamente a Morena y a @AccionNacional, segundo lugar en escaños).
6) Esta cifra contrasta con la diferencia menor a 100 que se dio en las anteriores legislaturas desde el año 2000. Solamente en 2009 el oficialismo estuvo en minoría, con 242 del @PRI_Nacional, por 142 del PAN, partido en el gobierno.
7) Por eso, ante la apabullante diferencia legislativa (#LaAplanadora, le dicen a Morena), han sido otras voces las que comienzan a surgir como potencial oposición. Desde los empresarios, el círculo rojo, hasta los órganos autónomos, con quienes ya hubo tensiones.
8) Pero ellos, si es que no pasa otra cosa, no se presentarán a elecciones ni votan en el Congreso. Entonces, ¿cuál es la posición de la oposición? ¿O se mantienen al margen, en una ‘no-posición’?
9) Luego están los liderazgos que no terminan de embonar, a casi seis meses de iniciada la legislatura. ¿@MarkoCortes? ¿@OsorioChong? ¿@ManceraMiguelMX? No se ve por dónde, ni el gobernador de Chihuahua, @Javier_Corral. Habrá que ver si @FelipeCalderon y @Mzavalagc dicen otra cosa.
10) Hasta que no dejen su ‘no-posición’, las críticas hacia las aprobaciones casi automáticas en el Congreso deberán verterse más a la falta de definición y articulación de quienes cuestionan a la cabeza del Estado.
Más que un tuit
#LeoZuckermann Vaya resbalón sufrió el presentador de ‘Es la hora de opinar’ en su columna de ayer para Excélsior (¿Cómo pueden seguir apoyando a ese orangután?). Aseguró, defendiendo a Jorge Ramos y su entrevista a Maduro, que hasta Vicente Fox había sufrido con las duras preguntas del de Univisión, al grado de irse en pleno ejercicio periodístico.
Pero no fue Jorge Ramos con quien hizo tal ridiculez, sino con Rubén Luengas, quien, dicho sea de paso, apoya al gobierno de Maduro.