Más de una vez escuché decir a Lilly Téllez que cuando los políticos llegan al poder, sacaban el cobre. Ella, una prestigiosa conductora, reportera y periodista que logró consolidar una carrera de proyección nacional comenzando en un guequito de su natal Sonora, hoy mancha su primer espacio en la política con una de las peores traiciones que se pudieran plantear.

De por sí, llegar a cualquier espacio con un partido y saltar cuánticamente a otra bancada, es inmoral y antidemocrático. Una traición a la voluntad popular que, directa o indirectamente, apoyó un proyecto con planes de gobierno e ideológicos muy claros.

Peor aún, mucho más bajo, saltar de la bancada de MORENA en plena lucha por consolidar la transformación hasta la bancada de los adversarios naturales, de los principales enemigos y opositores de un gobierno de pueblo.

Verónica Malo en su columna retrata perfectamente lo peor del pragmatismo: la senadora no simpatiza con la ideología de MORENA y de la 4, aún así, aceptó la candidatura propuesta por Alfonso Durazo, con el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador, para llegar a su primer cargo de elección popular. Pero a todo lo que dice Malo en su columna, hay algo que falta agregar: ¿Acaso Lilly Téllez se está dejando usar o de plano, le mueve la manipulación y el sentimiento?

Un actor habría sido clave en aquella manipulación: Manlio Fabio Beltrones, el priísta que en algún momento fue tan criticado por la propia senadora, eso sí, cuando era periodista.

Manlio Fabio Beltrones, cacique predilecto de Sonora y articulador silencioso del repunte opositor, ha construido por meses una estrategia que aglutine fuerzas anti-obradoristas para recuperar el poder. Primero lo intentó con los “Gobiernos de coalición”, concepto que posicionó fuertemente para lograr que los vehículos al poder menos coincidentes, como Acción Nacional y PRD con los excluidos del PRI tomaran ciertos espacios.

Con todo y eso, Manlio Fabio Beltrones ha medido que no puede y poco a poco, ha repartido sus fichas adentro de MORENA. Uno de los más visibles, Canek Vázquez, tendría ahora mismo la candidatura de Pachuca por Regeneración Nacional de no haber sido por la pandemia. Los que saben, confirman que en cuanto se retome el calendario electoral, Canek regresa a construir carrera con el empujas padrinal de Beltrones pero ya no en el PRI, sino en el partido que gobierna.

Aún con equipo, Beltrones ha mantenido una íntima disputa de poder con Alfonso Durazo. Dice Verónica Malo que Lilly podría construir un frente con el priísta Ernesto Borrego Gándara para enfrentar a Durazo, pero el asunto, es que ese frente se articula con mayor amplitud que el Borrego Gándara, quien definitivamente no es de la cepa Beltronista pero tampoco le estorba.

El momento de las definiciones es ahora mismo. Ni la sana distancia -ignorada por la senadora y los panistas en la reunión que formalizó la traición- logró romper las alianzas golpistas encabezadas por el blanquiazul. El asunto es que no es únicamente el PAN: ese frente suena en el norte con todo y el PRI, PRD y uno que otro chiquillo.

Si es que Lilly Téllez decide competir de nuevo, legitimando el golpe simbólico a quien le dio su primer espacio, demostrará haberse convertido en aquellos que tanto criticó. En esas personas que ella misma condenaba cuando hacía reflexiones sobre democracia, cuando alcanzaba a darse cuenta de que en política, hay personas de una sola pieza y hay otras desarticuladas, manipuladas, usadas a sabiendas o sin saber, a “queriendas” o sin querer. En la primera hipótesis, la de ser usada sin saber por los viejos lobos de mar, confirmaría que la senadora es una gran periodista pero una inexperta en política, donde ni el sentimiento ni la ideología lo son todo.

Hasta Encuentro Social habría sufragado, dentro de la 4T, sus convicciones conservadoras anti-aborto. Pero la segunda hipótesis es peor: de lanzarse una vez más a cualquier cargo, esta vez, abanderada por los derrotados morales del TUCAM (TodosUnidosContraAMLO) a sabiendas de que forma parte de una disputa que no es suya, dejándose usar por pragmatismo o por lo que sea, demostrará que bastaron unos meses cerca del poder para transformar su esencia, me consta, llena de valores y principios para convertirse en una más de esos, los que nadie quiere que vuelvan, los herederos de la corrupción, los incitadores del crimen, los promotores de la desigualdad, los agoreros de la tragedia. Será hora de que la Senadora demuestre de qué está hecha, que con el salto cuántico que ha dado al menos ha dejado claro que hasta la oveja más tierna se alimenta como lobo cuando le hieren el ego.

La Senadora había acusado ya maltrato por parte de los ideólogos de MORENA, ese grupo fundador con tendencia más radical que no le perdona estar en contra del aborto ni aliarse con personas de derecha. El golpe de hoy también da una señal de que el coordinador de ese partido en el Senado, Ricardo Monreal, abandonó su principal función de “cerrar el huacal” o que, acaso, coquetea con los golpistas dejándoles organizarse para no perder el poder si es que las cosas cambian y eso sí, ayudándose del caos en medida que deje claro quién mueve ciertas riendas. Al tiempo.