Por el arrebato y las prisas de un puñado de clubes de fútbol de la primera división en México, que en los últimos años se han estancado en una mediocridad en lo deportivo y su rendimiento reflejado en los números de la tabla porcentual por el descenso, la misma que promedia (o lo hacía) el desempeño de los últimos tres años de cada equipo, para que así, año con año pudiera haber una escuadra que descendiera a la liga de "AscensoMx" o a lo que en todo el mundo se le conoce coloquial o formalmente, según sea el caso, como segunda división o categoría de plata; una justa que a su vez, cada año daba la posibilidad, de que un equipo de dicha categoría subiera a la máxima, o "a primera división", como se dice comúnmente. Todo lo anterior ha sido borrado, así se insista una y otra vez que sólo de manera temporal (cinco años) y todo por los arrebatos cupulares antes citados.
Además y hay que decirlo, la estúpida idea no es nueva, sino que se aprovecharon del caos de la pandemia los influyentes directivos (lease asamblea de dueños), identificados en su origen, por la afición y algunos expertos en el tema cómo los propietarios del Atlas, Puebla e incluso el Guadalajara.
Un madruguete para desaparecer el ascenso/descenso con premura, exagerando con los efectos de dicho parón en el fútbol en nuestro país y el resto del mundo. No se detienen a pensar los directivos de nuestro amado fútbol en la suma de perjuicios que provocará tal despropósito; el ascenso y el descenso son, en prácticamente todo el mundo, un importantísimo atractivo y motor para el interés por este deporte de parte de millones de aficionados. Impensable sería, por ejemplo, la liga de España sin los ascensos y descensos (hasta tres bajan y tres suben, cada año), y es imprescindible, ya que simplemente el fútbol ibérico languidecería sin esto, ya que es más que sabido la indudable hegemonía que tienen dos clubes: el Real Madrid y el Barcelona.
No pueden ver los dirigentes mexicanos la que se vendrá, ya sólo serán atractivos no pocos partidos de equipos de media tabla hacia arriba, perdiendo todo interés y utilidad deportiva la mitad o más de partidos jornada tras jornada, esto en la primera división, porque a toda la categoría de plata la matarían, así, sin más. Ciudades como Zacatecas, Hermosillo, Oaxaca, Tuxtla y otras tantas se quedarían sin su fútbol, espectáculo que tiene un impacto social favorable, según innumerables estudios serios al respecto, porque de muy poco sirve tenerlo ya sin la ilusión que tiene el aficionado de alentar al equipo en su Ciudad, sin el aliciente y la motivación, inherentes y vitales, que dan la posibilidad real, de que un club de ese torneo aspire a ascender a la primera categoría. Para una Ciudad, puede que valga más el ascenso a primera de su equipo, que incluso algún torneo ganado ya en la primera división, no exagero. Son tantos a veces los años que la afición espera, con inusitada emoción, esa posibilidad, en ocasiones inédita de jugar de tú a tú con los grandes en la liga, ya que la copa es una competición que se cuece aparte; importantes son esos torneos en todos los paises, pero siempre las copas (nacionales) irán un escalón abajo que las competencias ligueras. Además de que, por si ya todo fuera poco, la Copa en México quedó también suspendida, no sabemos ni por cuántos años.
Se dice, que también dos o tres equipos de "la segunda" en México estarían de acuerdo con la medida, ya que se planea que la primera división de dos lugares más, pero decididos estos con criterios muy alejados de lo deportivo, y cercanos a los económicos. No es posible que no vean la indiscutible baja en el interés por ir a los estadios que experimentaremos muchos miles de aficionados, porque nadie querrá ir a pagar por ver partidos amistosos de facto, en los que no se esta peleando, virtualmente, por nada, y encima de eso, tener que pagar, llegando este fenómeno al límite de causar un incentivo perverso en los jugadores de todo esos equipos que no aspiren a nada, y que seria el caer en la tentación de incurrir en partidos amañados, en favor de los pocos que realmente peleen por algo, que en este caso sólo seria el pase a la liguilla pára pelear el título.
Por todo lo anterior, se infiere, que el negocio caería de forma notable, porque no solo es el aficionado que va al estadio, para que querría ver yo ya la mayoría de los partidos de fútbol en México, si va a prevalecer la mediocridad que es la hija de la falta de incentivos, tanto de lograr un NO descenso, como el de la consecución de la gloria de un ascenso a primera. Funcionaría mucho mejor, que se fortaleciera el sistema de ascensos y descensos, abriendo la posibilidad de que subieran y bajaran hasta tres clubes por año, o sea, un descenso directo (el de hasta abajo de la tabla porcentual pormediada de los tres últimos años) y otros dos (los dos últimos en esa temporada en la tabla de las fases regulares) que jugarían un torneo cuadrangular de promoción, con los dos equipos mejor posicionados de la tabla de los torneos regulares en el ascenso.
Esto, por un lado, aumentaría la afluencia a los estadios de ambas divisiones, por no mencionar el rating televisivo, a lo que se sumaría un ingrediente nuevo en Mexico, que supondría dicha competición relámpago de promoción entre esos clubes, y prevalecería un nivel competitivo muy importante, atención por parte de los aficionados a prácticamente todos los partidos jugados semana a semana en ambas categorías, por no citar el plus de ese hipotético mini torneo de cuatro, que se jugaría año con año, dándole además, plena justicia deportiva a quienes hagan mejor las cosas. Sabemos que la gran mayoría de los equipos del ascenso están en un muy amargo desacuerdo, tienen (o tenían) la intención de apelar ante la FIFA, y en ultima instancia, ante el TAS (máximo tribunal e instancia de conciliación y arbitraje de las controversias y asuntos deportivos en el mundo), que si estos organismos, actuaran con los mínimos criterios, que favorezcan lo deportivo por encima de lo económico, deberán impedir la aberración que se implementa, ya, en el fútbol mexicano.
Esperábamos todos, afición, futbolistas y no pocas directivas que eso no se cristalizara, ya que entre otras linduras se obliga a los equipos del ascenso a importantes inversiones, para llenar un "cuaderno de cargos", sin el cuál, no se podrá ascender; ya se ampliaron, modernizaron y remozaron estadios y demás instalaciones e infraestructura deportiva, con no pocos esfuerzos, todo para reunir los requisitos para aspirar a jugar en primera en caso de ser campeones en el ascenso, dándose ya el triste caso de los "Cafetaleros" de Tapachula, que se ganaron en la cancha el ascenso, con todas las de la ley, y en un hecho inédito, quizás a nivel mundial, no se les permitió ascender, por carecer, de algunos puntos del ya mencionado cuadernillo que ellos en ese momento aún no cumplían a cabalidad.
Se repitió ya ese acto insultante, con el actual campeón del primer torneo del Ascenso Mx ya jugado, que son los Alebrijes de Oaxaca, esa era la abierta intención desde hace tiempo, y lo volvieron a hacer.
Ojalá los dueños del balón caigan en la cuenta de que están matando a más de la mitad del fútbol nacional en lo deportivo, y de paso también, cómo debería resultar lógico, un golpe muy intenso a las finanzas que el fútbol representa, cómo un enorme negocio, en nuestro país.