La fabricante surcoreana de tecnología Samsung ha descubierto la evolución de lo que podría convertirse en un grave problema de desinformación en Internet, con un algoritmo que permitiría la creación de videos falsos con solo utilizar una fotografía de perfil de cualquier persona.

La creación de ‘deepfakes’, videos que muestran a una persona realizar actos o decir cosas que no dijo en la vida real, solía ser una tarea un poco difícil en términos de programación; el algoritmo de Inteligencia Artificial necesitaba analizar una gran cantidad de imágenes sobre la misma persona para imitar de forma virtual la mayor cantidad de movimientos posibles.

Puedes leer: Pornhub prohíbe los videos ‘deepfakes’ de celebridades

A diferencia de ese método, el algoritmo creado por Samsung utiliza el conocimiento generado por una gran cantidad de videos de diferentes personas, de los que aprendió los detalles sobre la forma en que se mueven los rostros humanos.

Creando videos falsos en menor tiempo

Posteriormente, el sistema utiliza toda esa información sobre una imagen fija (o varias) para producir un video bastante realista en el que la persona mueve todas las facciones de su rostro con gran naturalidad.

Eso si, a pesar del avance que esto podría considerarse, el algoritmo de Samsung suele mantener algunos rasgos del aspecto de las personas en los videos que analiza y los traslada al resultado final, modificando en ocasiones el rostro del objetivo a niveles irreconocibles, aunque esos problemas visuales se pueden resolver al ingresar más imágenes de la personas objetivo y de los videos con los que alimentan el algoritmo.

Recomendamos: Recrean a Salvador Dalí en una inquietante versión 'deepfake'

De acuerdo a Siwei Lyu, profesor de ciencias de la computación en la Universidad de Albany (Nueva York), lo más tardado del sistema es el entrenamiento por medio de una gran cantidad de videos, pero es un ahorro de tiempo porque rápidamente puede adaptarse a diferentes objetivos con una muestra pequeña de fotografías.

Si bien es impresionante lo mucho que ha avanzado esta tecnología con el paso del tiempo, su desarrollo también significa que algunas personas podrían imitar el algoritmo y crear videos falsos con implicaciones políticas o sobre contenido pornográfico con mayor facilidad.