Ginebra, 24 Mayo.- El consumo de alcohol en nueve países de América Latina es menor que en Europa, Estados Unidos y Canadá, reveló la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

"Los datos del Estudio Patrones de Consumo de Alcohol (EPCA), realizado en nueve países, muestran que el promedio regional de consumo per cápita en un año es de 5.5 litros de alcohol puro", señaló la investigación.

En el marco de la 65 Asamblea Mundial de la Salud, el investigador principal de la Flacso y encargado de procesar toda la información del estudio, Carlos Sojo, indicó que esos datos "hacen referencia a un consumo de alcohol bajo en Latinoamérica".

El EPCA se realizó en El Salvador, República Dominicana, Costa Rica, Perú, Nicaragua, Venezuela, México, Colombia y Brasil, en personas de 18 a 65 años de diversos niveles socioeconómicos, precisó Sojo.

Los países estudiados en el EPCA muestran una notable dispersión en materia de prevalencia de consumo. El promedio simple para la región (nueve países) es de 59.8 por ciento.

Es decir que seis de cada 10 personas han tomado al menos una bebida alcohólica en los últimos 12 meses, lo que significa que el promedio de abstemios en la región es de cuatro por cada 10 personas, apuntó.

Explicó que la investigación de la Flacso se basó en entrevistas cara a cara, en tanto que un estudio realizado por la OMS basado en las ventas de bebidas alcohólicas en los mismos países, concluye que el consumo per cápita promedio es de 6.7 litros de alcohol puro.

En comparación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en Europa el consumo per cápita es de 13 litros de alcohol puro, mientras los datos para Canadá y Estados Unidos reportan niveles de 9.8 y 9.4 litros, de manera respectiva.

Según el informe de la Flacso, de los nueve países analizados El Salvador es el que presentó el menor promedio de consumo en el último año con un 30 por ciento, en tanto que el mayor se registró en Venezuela con un 85 por ciento.

De los nueve países, "México, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador tienen una prevalencia inferior al promedio regional, lo que permite reconocer un patrón geográfico mesoamericano", añadió el EPCA.

Sojo aclaró que las poblaciones de la región reportan notables diferencias en términos de variaciones de uso excesivo o controlado, y de prevalencia y abstinencia de consumo de alcohol.

Estos hallazgos sugieren la necesidad de desarrollo de programas diferenciados para las diversas poblaciones según su patrón de consumo.

Señaló que el riesgo alto de consumo aumenta conforme el nivel socioconómico y educativo es mayor y en promedio los hombres tienden a beber cuatro veces más cantidad de alcohol que las mujeres.

Para la investigación, la Flacso utilizó tres indicadores básicos: el riesgo de largo plazo según consumo promedio de etanol diario; ingesta excesiva ocasional, definida a partir de al menos una ocasión de consumo de cinco tragos o más por semana.

Además, nivel IV de la escala AUDIT , examen de diagnóstico médico desarrollado por la OMS cuyo propósito es identificar personas con patrones de consumo de alcohol peligroso y dañino.

"Los indicadores propuestos surgieron como consecuencia natural a la reiterada necesidad expresada por la OMS de disponer de instrumentos homogéneos y procedimientos metodológicos comunes que permitan la construcción de indicadores comparables y posibiliten el seguimiento de la medición en estudios futuros", subrayó Sojo.

En relación con el riesgo de largo plazo, los datos muestran un promedio de 5.3 por ciento de la población adulta para los nueve países.

Otra medida ampliamente utilizada como parámetro de consumo nocivo es la ingesta excesiva ocasional (IEO) fijada en cinco tragos o más por ocasión de consumo al menos una vez a la semana.

En este caso, los países estudiados reportan una prevalencia promedio de IEO de 15.4 por ciento de los consumidores de 18 a 65 años.

Esto significa que 22 de cada 100 hombres y seis de cada 100 mujeres que consumen bebidas alcohólicas presenta al menos una ocasión de consumo excesivo por semana.

Finalmente, el promedio de personas que "requiere tratamiento por dependencia", oscila entre 2.0 por ciento en Brasil y 8.9 por ciento en Nicaragua.

"En América Latina el enfoque selectivo en políticas públicas ha conducido a notables progresos en los últimos años mucho más significativos por su magnitud que los alcanzados en períodos donde las políticas de promoción social no distinguían adecuadamente a la población", consideró Sojo.

"Algo así podría facilitar mayores logros en las políticas dirigidas a la disminución del uso nocivo de bebidas alcohólicas entre la población", argumentó.