La naturaleza sigue dándonos buenas noticias en medio de la pandemia de coronavirus. 

Recientemente, la tortuga más vieja de Turquía, cuya especie se encuentra en peligro de extinción, celebro su cumpleaños número 100, ella sí, con una fiesta llena de invitados…animales.

‘Tuki’ celebró su centenario el Día del Niño

El pasado 30 de abril, ‘Tuki’, una tortuga gigante de Aldabra, cumplió su primer centenario de vida. 

Ante una fecha tan importante, los encargados del zoológico Faruk Yalcin, donde habita la cumpleañera, en Darica, a 60 kilómetros al este de Estambul, decidieron organizarle una fiesta por todo lo alto.

La celebración inició con un buen baño para ‘Tuki’. Después, sus cuidadores adornaron el espacio donde vive la tortuga, originaria de las islas Seychelles, en África Oriental, con globos de color dorado que formaban el número 100, además de dibujos y letreros coloridos con la frase ‘Happy Bitrthday’”.

'Tuky' y sus amigas devoraron el "pastel"

Pero como toda fiesta no está completa sin invitados, ‘Tuki’ estuvo acompañada de otras amigas tortugas y, respetando la sana distancia -aunque ellas no lo necesiten- también estuvieron en su fiesta otros animales de la familia de los camélidos.

El momento cumbre de la celebración llegó cuando uno de los cuidadores del zoológico ingresó al espacio de ‘Tuki’ con una enorme charlara de verduras, a manera de pastel, que la festejada y sus acompañantes devoraron con singular alegría.

Aunque para los humanos cumplir 100 años se considera algo exepcional, para tortugas como ‘Tuki’ apenas representa la mitad de su esperanza de vida, ya que puede llegar hasta los 200 años de edad.

Tortuga gigante de Aldabra, una especie en peligro de extinción

En entrevista con la agencia Reuters, Can Bodur, director del zoológico Faruk Yalcin, comentó que la festejada se considera una especie vulnerable.

“Son especies en peligro de extinción. La razón es básicamente la pérdida de hábitat. El resultado final es nuevamente un factor humano”.

Can Bodur, director del zoológico Faruk Yalcin.

Ante ello, señaló que para garantizar su supervivencia es fundamental que los humanos cambiemos nuestro comportamiento y aceptemos que no somos los dueños de la vida salvaje, sino una parte del ecosistema.

"Tenemos que trabajar con este ecosistema, vivir junto con este ecosistema, no tratar de ejecutarlo , no intentes gestionarlo “.<br>

Can Bodur, director del zoológico Faruk Yalcin.

Con información de Reuters.