Fue en 2004 cuando Mary Grams, una mujer de 84 años residente de Alberta, Canadá, perdió su anillo de compromiso mientras limpiaba su jardín. 

Pese a que hizo de todo para hallarlo, no dio con él hasta hace dos días y sin siquiera seguir viviendo en la misma casa. 

El anillo que había sustituido por uno similar pero más económico con el objetivo de mantener el símbolo de unión con su marido, quien desde 1951 le pidió que unieran sus vidas, apareció en el lugar más extraño.

La joya estaba incrustada en una zanahoria del huerto, así que su nuera lo encontró mientras buscaba hortalizas para cenar. 

Su esposo, quien falleció en 2012, jamás notó el cambio del anillo, pero Mary lo recuperó y lo volvió a portar como muestra de su amor incondicional.

Con información de El Mundo.