Enseguida cito una frase famosa de alguna de las películas de El Padrino —son tres, todas interesantes—:

“Toda nuestra gente son hombres de negocios. Su lealtad se basa en eso”.

Cambie AMLO, por favor, “hombres de negocios” por “políticos profesionales” y entenderá por qué los más experimentad y supuestamente más calificados de su gabinete son así.

¿Así cómo? Ambiciosos, traicioneros, oportunistas, aprovechados, abusones, interesados.

He estado viendo esas películas dirigidas por Francis Ford Coppola, en las que participan actores importantes como Marlon Brando, Al Pacino, Diane Keaton, Robert Duvall y Robert De Niro.

Una serie de TV sobre la historia del primero de los tres filmes me llevó a verlos todos; en eso estoy. Lo hago por las noches, antes de dormir.

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Numerosas lecciones aprovechables hay en los diálogos escritos por Francis Ford Coppola y por el autor de la novela que dio origen a tales obras fílmicas, Mario Puzo.

Andrés Manuel seguramente ha visto El Padrino; en la etapa final de su gobierno debe recordar que la lealtad de sus colaboradores se basa en lo que son y no dejarán de ser, políticos profesionales, ambiciosos, oportunistas, traicioneros.

Bueno, el presidente López Obrador sabe que no todas las personas que le rodean son así. Es lo importante, sin duda.