“Can we go back to how it was?

When did you get too comfortable?

'Cause I'm too good for that, I'm too good for that

Just remember that, hey.”

JENNIFER LOPEZ

“Te me desapareciste

Como agua entre mis manos

Solo han sido tres semanas y yo siento

Que pasaron muchos años.”

MARCO ANTONIO SOLÍS

Hay muchas maneras de forzar una elección de Estado. El PRI lo demostró durante más de setenta años —SETENTA— comprando votos, construyendo clientelas, ocupando y sometiendo al árbitro electoral, haciendo “mapachismo” y turismo de y en las jornadas comiciales. Mil y un linduras que hoy Morena, el nuevo Revolucionario Institucional, reitera y perfecciona.

Hay una muy socorrida: condicionar el voto. “Si no votas por la 4t, se eliminarán los programas sociales. Adiós a tu pensión.” Miserable y mentirosa forma de infundir miedo y amarrar el voto.

Las nuevas generaciones de mexicanos tienen una excusa: son jóvenes, pero la falta de una aireada protesta del resto de la población contra lo que hace la 4t no tiene justificación. Por eso, y ante la repartición de despensas con logo de Morena y el nombre de Claudia Sheinbaum que se vio esta semana en Nuevo León —videos y fotos lo prueban— alzo la voz.

Claudia Sheinbaum y Morena están comprando votos; condicionan los programas populistas y politiqueros (que denominan programas sociales) al sufragio de la gente. Violan con ello la ley electoral y todos los preceptos que se han ido construyendo desde hace casi tres décadas para que la democracia floreciera en México. Doctora Sheinbaum, ni siquiera la transformación ni gobernar a nombre del pueblo por la que ha luchado por tantos años justifica violar la ley y llevarse entre las patas nuestra incipiente democracia.

Hasta ahora nadie del INE ha señalado (menos aún denunciado) el elefante en la sala. Esa violación a la ley que hace Regeneración Nacional de manera generalizada y sistemática. Los partidos de oposición tampoco, mas ellos no son autoridad; el Instituto Nacional Electoral sí (o supuestamente sí).

Una elección de E S T A D O, sí. ¿O no la candidata oficial —precandidata única— de Morena y aliados se ufanó de que ya para el 2023 le había dado tres —TRES— vueltas a toda la República. Estuvo de precampaña fuera de los tiempos dictados por la ley y lo dice, lo anuncia. Exijo que el dinero gastado/invertido en su imagen sea de inmediato auditado. Que contabilicen, de esas vueltas que ha dado, cuántas veces se placeó en diversas entidades del país desde el 2021.

La precampaña muy adelantada es ilegal por una simple y sencilla razón: se traduce en competencia desleal. Y cuando hay competencia desleal desde de la estructura del poder se tiene una elección de Estado.

Es inconcebible que seamos un puñado de ciudadanos los que le tengamos que recordar al INE cuáles son las reglas del juego democrático. Rencillas internas o no, renovación de su Consejo General y cuerpo directivo o no, jubilaciones y/o renuncias de funcionarios en pleno proceso electoral o no, el Instituto debe de velar por el cumplimiento de la ley. Y si no lo hiciera (que no lo está haciendo) es momento de que la ciudadanía se lo demande de forma masiva.

Espero el TEPJF no las haya olvidado; es ciertamente pronto para afirmar que lo haya hecho. Así que solo se puede decir que ojalá el Tribunal no se esté preparando para evadir sancionar lo que evidentemente tendría que sancionar.

Es una verdadera pena que el mecanismo de premiación o de sanción por excelencia, que es el voto de todos y cada uno de los ciudadanos mexicanos, esté siendo manipulado por el régimen (gobierno y partido en el poder).

Todo el proceso electoral está viciado de origen; la maquinaria del Estado volcada a apoyar a Morena y, como publicista mayor, al presidente de la nación detrás del micrófono diario de La Mañanera. Todo ello en la ilegalidad.

López Obrador asegurando, en franca imposición sobre su propia candidata y el libre sufragio, que en el próximo gobierno se llevarán a cabo ciertas reformas. Pidiendo se vote por los legisladores de la 4t. Anunciando el poder tras el poder; señalando lo que Claudia Sheinbaum podría y NO podría hacer. Llamando abiertamente al voto plebiscitario de su gobierno, lo que también es ilegal. Una reelección encubierta; una elección de Estado.

¿No le da pena a la precandidata violentar la norma? ¿Resguardarse entre quienes no respetan las reglas del juego democrático?¿Participar del proceso de desaparición de los órganos constitucionales? ¿Maniobrar con base en presiones y chantajes? ¿Contribuir a dinamitar al INE, a la SCJN y disminuir al Tribunal Electoral?

Elección de Estado al no combatir al crimen organizado y permitir este juegue un papel importante en los comicios. Elecciones de Estado, donde tan solo en el transcurso de 24 horas tres políticos de la oposición fueron ultimados. El asesinato de Conrado Mendoza Almeda (alcalde de San Miguel Totolapan, Guerrero), seguido por el asesinato de tres posibles candidatos. ¿La condena por parte del gobierno federal? ¿En voz de Regeneración Nacional?

Sigo esperando que el Poder Ejecutivo federal informe cómo va a garantizarle el apoyo al INE y a la ciudadanía para que las urnas puedan ser instaladas en todos los lugares de la República y los votos sean contabilizados por escrutadores funcionarios de casilla en paz y sin interferencia alguna. Nada; ni una señal. Bueno, sí, algo: una elección de Estado.

Una situación en que la autoridad viola la norma e inclina la balanza o permite que otros actores la violen y la inclinen a su favor se denomina elección de Estado. Irrelevante es quién gane o quién pierda en los conteos del voto. ¿Se entiende?