El presidente Trump con su radicalismo disruptivo actúa como los emperadores de la historia antigua que peleaban guerras en dos o tres frentes con sus grandes ejércitos lo cual les regocijaba, Gengis Khan, Marco Tulio, Napoleón, en la inteligencia de que vencerían en todos ellos, pero la historia no nos enseña eso, al contrario, emperadores hundidos en sus propias ambiciones y despropósitos políticos y militares, y pasando a la historia con el caos de sus grandes imperios y sus terribles derrotas que marcaron el cambio de época. Donald se ha acostumbrado a evadir el Estado de derecho en los Estados Unidos y va hacia lo mismo en el ámbito internacional.

Le dio 60 días al ayatola Alí Jamenei para pactar con Israel sobre su programa nuclear, ignorando olímpicamente al organismo nuclear de la ONU, el OINE al seno del cual se suscribió un acuerdo con Irán, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia para controlar el desarrollo del programa nuclear israelí y evitar que derivada en armas nucleares, es decir, control multilateral. Como no se suscribió dicho acuerdo e Israel su gran aliado atacó las instalaciones nucleares de Irán sin poder destruirlas y recibió 10 oleadas de ataques con misiles de distinto tipo, unos 600 en total en cinco días, acudió a terminar el trabajo sucio, dicho así, por ser violatorio del derecho internacional y de las propias normas constitucionales de EEUU que requiere que el Congreso autorice la acción militar planteada.

Estados Unidos e Israel, en mandatos anteriores de Donald Trump y Netanyahu se retiraron del acuerdo para evadir tramposamente las obligaciones jurídicas internacionales que el mismo imponía, quedaron libres para los ataques recientemente perpetrados, a pesar de que hasta la CIA declaró que no había ninguna evidencia de que Irán estuviera orientando el trabajo de sus pantas nucleares a la fabricación de armas nucleares. Trump declaró “que estaban equivocados”.

Trump en sus concepciones, enfoques, conceptos, políticas y procedimientos en la toma de decisiones, es una síntesis grotesca de Theodore Roosevelt y Georges Walter Bush. Está repitiendo la historia con el cuento de la bomba nuclear en posesión de Irak, del gobierno de Sadam Hussein, y de su alianza con Osama Bin Laden para el ataque a las Torres Gemelas, recordémoslo diciendo “no importa lo que diga la ONU habrá ataque contra Irak y Afganistán”, y luego, las invasiones, los bombardeos inmisericordes contra ambos países, en donde nunca encontraron bombas nucleares a pesar de haber ocupado Irak 12 años o más, y de haber dejado un gobierno afín a sus intereses en Afganistán, en los cuales al predominar la rama chií del Islam terminaron aliados con Irán. Quien todavía crea esas trapacerías para débiles mentales es su problema.

El tipo de ejercicio del poder que desarrolla Trump es justamente como decían los manifestantes en las 1900 manifestaciones en EEUU, del tipo de un monarca, un emperador o un déspota, como les llaman a los gobernantes en las naciones asiáticas: sin respeto a la norma constitucional ni reglamentaria, a norma alguna, es un poder regio, premoderno, absolutista que depende de su voluntad, deseos y sus concepciones políticas y filosóficas. Acaba de bombardear a Irán y el mismo día en su discurso triunfalista desde la Casa Blanca ya lo está amenazando con volverlo a hacer.

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Son decisiones tomadas en términos geopolíticos y geoestratégicos a las que se les trata de dar cobertura con engaño y manipulación informativa grotesca e infame. El gobierno de un país tan poderoso engañando de manera tan vil como si su gran influencia jurídica, ideológica y cultural no le fuera suficiente, habla de una potencia en franca decadencia, recurre a métodos de países con dictaduras militares o despóticas del tercer mundo.

No obstante, ha surgido una corriente informativa que se extiende en el sentido de que la super triunfadora operación de Trump y sus aviones furtivos B-2 de altísima precisión, fue fallida, la información al respecto está fluyendo. No sabíamos, como afirmó Putin que el acuerdo militar entre Rusia e Irán no incluía la defensa aérea y que cuando Putin la ofreció, Alí Jamenei la rechazó. Pero, el jefe diplomático iraní, está ya en Moscú reunido con Putin. En realidad, la guerra ha empezado en esta fase claramente internacional, de lo regional a lo global. Los generales de Trump conscientes de que estamos hace 50 años, diseñaron una operación en la que no se atacó objetivos militares iraníes ni posiciones del ejército o del poder político islámico, sólo las tres regiones de las plantas nucleares. Si fueron tan exitosas como se afirma por Trump, puede dar lugar a una catástrofe internacional por las radiaciones. Ojalá haya fallado la aviación furtiva de EEUU.

A Trump le espera ya una batalla directa contra las comisiones importantes del Congreso, no sabemos si los demócratas serán capaces de formar una mayoría que pretenda abrir un juicio político contra el presidente por violaciones reiteradas a la Constitución. El gobernador de California también quiere formular su propia demanda. El poder judicial ya le dijo que no puede deportar sin juicio alguno a los inmigrantes, dijo un senador, no son ciudadanos, pero tienen derechos.

Donald Trump hace alarde de actos de excepcionalidad jurídica y de uso de atribuciones a discreción mediante construcciones ideológicas y recursos políticos tramposos y con manipulación informativa, torciendo normas y leyes a conveniencia, eso lo dicen los propios analistas, periodistas, políticos de oposición y hasta militares estadounidenses, y los ejemplos abundan. Cerrar por parte de Irán el estrecho de Ormuz es un inmenso reto para occidente, hoy parece ser Irán quien esta dispuesto a generalizar su conflicto militar, las bolsas de valores están enloquecidas y vamos hacia una recesión internacional, probablemente. Los precios del petróleo llegaran al cielo, pero momentáneamente, porque en tanto los signos recesivos se expresen caerán severamente. Ormuz es tránsito del petróleo desde Irán y el Golfo Pérsico, tiene un valor cercano a mil millones de dólares. La furia iraní está desbordada, su odio hacia Estados Unidos es mayor al sentido contra Israel. Debió haberse pensado también en esto, un experto en geopolítica y estratega militar, y un experto en manejo de crisis, lo habría hecho, pero el presidente Trump no es ninguna de esas cosas, hizo una inmensa fortuna como constructor inmobiliario.

Se menciona ya en la prensa y medios de comunicación internacionales que durante la visita del jefe diplomático de Irán a Rusia, Vladimir Putin ha ofrecido ojivas nucleares para su defensa, previendo una andanada mayor de EEUU luego de su tremenda y radical reacción al bombardeo de los B-2. China sigue calculando los pasos a dar, por hoy está en una ofensiva diplomática que quizá no tenga mucho eco, pero le sirve para medir las reacciones y la disposición de fuerzas en el espacio del conflicto. Irán con sus aliados podrían tratar de llevar la guerra a territorio de EEUU. Todo indica que se está procesando una alianza regional árabe-persa contra Estados Unidos-Israel. El domo de hierro israelí está exhausto, dejó prácticamente de funcionar. EU con Gran Bretaña y Francia romperan el bloqueo del estrecho de Ormuz (33 km de ancho, pasa por allí el 20% del petróleo mundial).

EEUU le está pidiendo a China que intervenga para pedirle que convenzan a Irán para desistir de esta medida. Un mayor esfuerzo con ataques bélicos por América en la región levantaría al Congreso y al poder judicial contra un ejecutivo que actúa con poderes de guerra sin que le hayan sido jurídicamente adjudicados. Dijimos antes, la guerra en su fase internacional apenas empieza, o se detiene o estalla con el más grande peligro jamás confrontado. Irán quiere la guerra total, no lo consideraron seriamente cuando estaba dialogando, Israel aprovechó esa actitud para atacar las instalaciones nucleares de Irán sorprendiendo al alto mando iraní y a los científicos nucleares para liquidarlos con un ataque sorpresa. Todo ello tiende a revertirse para EEUU y su gran aliado Israel. Veremos.