“En los comienzos de un amor, los amantes hablan del porvenir; en su declive, hablan del pasado.”

ANDRÉ MAUROIS

“Gastemos los dólares que has estado ahorrando en un Mercedes-Benz

Y hagamos una fiesta como McCartney con algo de ayuda de mis amigos

Sí, vayamos a Malibú y veamos el Sol ponerse una vez más

Muéstrame cómo me abrazarías si el mañana fuera a llegar

Finjamos que no es el fin del mundo”

MILEY CIRUS

Si bien la senadora Margarita Valdez anunció que llegarían a los mil años gobernando (algo muy similar dijo Hitler sobre el nazismo), lo que se vislumbra es la caída de la 4t y de Morena. El ocaso no empezó ahora, sin embargo, lo que ha sucedido este último mes anuncia que el final será precipitado y bastante más pronto de lo que hace unos meses nos hubiéramos imaginado.

No soy ingenua. Sé perfectamente que la inercia de la que hoy gozan al gobernar 24 estados, la Presidencia de la República y una mayoría legislativa absoluta (que se han robado) es grande. Lo anterior no quita que ‘la noche de los cuchillos largos’ empezó mucho antes de lo previsto por todos.

López Obrador no lleva ni siquiera un año fuera de circulación (dirigiendo desde su escondite) y los conflictos internos ya empiezan a sacar chispas.

La gran ironía estriba en que a partir de la aridez, del nulo respeto por las instituciones y contrapesos precedentes y actuales, no se puede construir; ni siquiera una permanencia.

Por supuesto, la esencia del régimen lo imprimió López Obrador y la división de fuerzas al interior de la 4t es lo que dejó sembrado para que germinara durante este sexenio, el de Claudia Sheinbaum. ¿O no fue ella la que “ganó” las elecciones internas, pero él quien instruyó qué papel desempeñarían Adán Augusto, Ricardo Monreal y Fernández Noroña? Desde hace años ellos la han descobijado, ignorado y se han ufanado de su propia fuerza. Es poco también lo que ha contribuido Marcelo Ebrard; el que esté desdibujado, más que actuar de forma prudente, obedece a que el secretario ha decidido desvanecerse y dejar desprotegida la función comercial y de desarrollo económico.

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Cada grupo había estado actuando, fortaleciéndose algunos, reagrupándose otros, pensando en la revocación de mandato. Los más radicales del partido, que antes tenían puesto sus ojos en Andy López Beltrán, ahora han salido despavoridos en busca de cuál grupo de Morena, contrario a la presidenta, apoyar.

Podemos dar muchas razones y ejemplos que ilustran el decaimiento. Quizá la más importante es que Morena, a pesar de los esfuerzos de sus miembros y simpatizantes y de las enormes cantidades que han desviado de nuestro dinero, se sigue comportando como un movimiento y no como un instituto político. Un grupo de individuos que a la fecha no saben describir a la 4t y que se aglutinan para asirse al poder, aplaudiendo lo mucho que han destruido a México. Lo suyo ha sido arrasar.

La decadencia de Morena estaba sentenciada; firmada desde la raíz al haber tanto personaje incompetente y al mismo tiempo delincuente inscrito en sus filas. Pero más que por ello, debido a que destruyeron demasiado y demasiado rápido. Las instituciones erigidas por generaciones, la 4t las NECESITABA para continuar reproduciéndose.

Ahora ya todo hace agua, hasta el propio proyecto morenista.

Tan es así que hoy los esfuerzos de ese movimiento se concentran en negarlo. No me equivoco; basta darse una vuelta por las noticias de la semana.

Tan rápido está siendo el declive, que aún siendo la presidenta Sheinbaum el pararrayos de todas las acciones de Morena (y servir de “defensa” para sus integrantes) ella comienza a sufrir el golpeteo constante. Golpes producto de herencias malditas de provocadores en las calles, de leales y convencidos obradoristas que buscan gobernar con o sin ella. ¿No me creen? Revisen los resultados que reporta diariamente MetricsMx en este periódico digital. Ligeramente, pero hay un descenso constante en el índice de aprobación de Claudia Sheinbaum.

Ella gobierna un Estado fallido y eso le está pasando factura. Un país lastimado, vulnerado en todos los aspectos y donde los golpes más bajos y más letales no provienen de la oposición (está se encuentra de pie moralmente, pero derrotada en términos políticos).

El fin de la 4t se está dando muy rápido. Tan rápido que hasta a los oficialistas ha tomado por sorpresa. Desafortunadamente eso está dejando un país desolado, endeudado, falto de seguridad, cubierto de fosas, de cientos de mexicanos asesinados… un país herido de muerte.

Giro de la Perinola

(1) ¿La austeridad republicana? ¡A volar! Fernández Noroña vuela a Europa en ’business’; Ricardo Monreal goza comiendo en uno de los restaurantes más caros de España; Pedro Haces organiza fastuosas fiestas (en el St. Regis de CDMX) tipo la que hacen los capos del narco y, en este caso, a la cual acudieron todos los “impolutos” diputados de la 4t. ¿Genaro García Luna y Felipe Calderón? Ya no sirven ni de cortina de humo. Adán Augusto López Hernández y Hernán Bermúdez Requena se han dedicado a opacarlos.

(2) ¿La defensa de las mujeres? Hablemos de Cuauhtémoc Blanco, de Félix Salgado Macedonio, de Sergio Gutiérrez Luna. De las propias legisladoras de la 4t y de la secretaria de las Mujeres federal. Del desdén de los morenistas hacia la (SU) gobernadora de Morelos

(3) Pararé por ahora, aunque sé con la seguridad de que me llamo Verónica y me apellido Malo Guzmán que puedo hablar al infinito del nepotismo, del amiguismos, del quiebre de empresas, del endeudamiento del país, de la pésima inversión en infraestructura, de los elefantes blancos y de la imposible salud danesa de Morena.