I. El poder de Taibo Segundo
Primero, hay que decir que Taibo Segundo no es Mr. Simpatía como para obtener la unanimidad del jurado calificador. Segundo, que sus chistes son muy malos y reiterados. Y aunque las agresiones verbales contra quienes considera adversarios son teatralmente auténticas (“se las metimos doblada, camaradas”; “si te quieren chantajear, Andrés, exprópialos”; “un poemario, escrito por una mujer, horriblemente asqueroso de malo”; esto es, enemigos políticos y literarios), ante el poder que lo patrocina, se dobla. Y es que como intelectual orgánico del gobierno anterior y del presente, se ha mostrado incluso perruno de coca, colilla y camisola de mezclilla comunista; ante el poder, no es independiente su ser. Vean cualquier participación suya en los “fandangos literarios” con Gutiérrez Müller, o en la presentación del libro del adiós del poder de esta, para confirmar lo aquí dicho; poco faltó para la baba frente a “la primera no dama”.
Digresión: comportamiento semejante, el anterior, al de Pedro Miguel o cualquier monero fisgonero. Mención aparte, Helguera, apoyador del obradorismo sin dejar de ser crítico; muy por el contrario, sus excolegas in vita apoyan sin pudor dental a Mayer, Velasco, Haces, Ruvalcaba, etcétera, incluso a Téllez, si a Morena a regresara; sus recias teorías ideológicas no sufren ante tales minucias que para eso son orgánicos. Aunque López Obrador quisiera adscribir dicha caracterización como una malignidad de los neoliberales Krauze, Aguilar et al, cuando él es el primer intelectual orgánico de sí mismo y su movimiento. Esto, de acuerdo a la clásica teoría gramsciana; si han de reclamar, que sea al ideólogo italiano.
Regresando al punto, nada grato ha sido para la industria editorial que Segundo, por gracia de su jefe, haya monopolizado el poder libresco como una oferta del “buen fin”: 3 en/por 1: Poner bajo la égida del Fondo, su égida, la Dirección General de Publicaciones y Educal; también el Programa Nacional de Lectura y no agreguemos los viejos tentáculos de la FIL del Zócalo y las brigadas para leer “en libertad” ¡Cómo no va a ser perruno el ser, hasta gratis! ¡Y cómo no les va a caer mal a los editores y a los escritores del poder prianista! Pero con Taibo, por barato que sea, nada es gratis. “Regalar” millones de libros u ofrecer ofertas de 10 pesos no le cuesta al escritor-editor ni al gobierno federal sino al erario. O sea que regalan a expensas de la sociedad y toda la ganancia del crédito se la lleva el titular tripartito con tentáculos extra burocráticos incluso de carácter familiar (esposa, progenie). Ojalá sea para bien, como lo fue, sin comparar la obra ni las personalidades, con José Vasconcelos.
II. Las piedras del río
La trama de Taibo Segundo ha estado salpicada de eventos que pudieran ser escandalosos para cualquiera pero que a él se le resbalan, pues la izquierda electoral en el poder atesora al escritor como un símbolo de su discurso aparentemente radical. Aquí algunos ejemplos; alguno puede ser incluso en tono positivo para él:
A. “Taibo, en silencio ante corrupción en el FCE Colombia”:
Con la renuncia que Paco Ignacio Taibo II le aceptó al escritor colombiano Nahum Montt, quien dirigía el FCE Colombia y fue acusado de abuso de poder y conflictos de interés, no se le pone punto final a la presunta corrupción y mal uso de fondos de la subsidiaria del Fondo de Cultura Económica en Colombia, que está establecida como empresa colombiana, pero que es una empresa con capital mexicano. A pesar de que director del FCE en Colombia, Nahum Montt fue acusado de entregar contratos a tres compañías de su hijo, y darse un crédito personal, Taibo II, en principio, lo dejó en el puesto e incluso no le aceptó la renuncia.
No se sabe si hay un procedimiento legal iniciado en Colombia impulsado por el FCE en su carácter de accionista mayoritario. La editorial mexicana se negó a responder a esa y a otras preguntas que se le hicieron (información de Yanet Aguilar Sosa, El Universal, 05-06-20).
B. “Taibo II favorece a amigos con dinero público del FCE” :
El funcionario califica de exitosa la adquisición, por 517 mil pesos, de 24 mil ejemplares de una colección que él mismo editó hace 30 años, comprados a una empresa española a sobreprecio… que incluye una novela de su autoría (La vida misma). Rechaza que haya un conflicto de interés al adquirir esos saldos editoriales. (Información de Jorge Cisneros M., El Universal, Jorge Cisneros M. 02-09-22).
C. “Ciro sale en defensa de Paco Ignacio Taibo II”:
“¡Qué bueno escuchar a un profesional!”, dijo en relación al episodio de “un poemario, escrito por una mujer, horriblemente asqueroso de malo”, ante el cual la presidenta Sheinbaum sólo sonrió y musitó que sí se haría una colección de mujeres autoras en el futuro (información de Grupo Fórmula, 24-10-25).
D. Desde 1997, el protagonista de esta columna había hecho campaña para dirigir la cultura en el primer gobierno perredista de la ciudad de México, pero su intención manifiesta de imponernos a los chilangos una Revolución Cultural al estilo Lin Piao frustró el éxito de su candidatura. Tras pendejear al enemigo de clase y culpar del desaguisado a la influencia de los ‘estalinistas de derecha’, Taibo II desistió y volvió a lo que sabe, a vender libros (Christopher Domínguez Michael; cita, abajo). Nadie sospechó entonces su retorno triunfal a la ambición burocrática.
E. Voy a enlistar un testimonio personal: el día en que Taibo II me expresó su desprecio por Jaime Torres Bodet en el Zócalo, donde, como rey, hace honores a su monárquica enumeración. Desprecio que se materializaría en el bloqueo de su parte, como director del FCE en 2019-20, del ensayo Jaime Torres Bodet, los contemporáneos y la dorada prisión de la burocracia. Ensayo que de todas maneras fue seleccionado por “Tu tesis en Memórica”, actualmente absorbida por el Archivo General de la Nación. Desafortunadamente, gracias a la burocracia mal intencionada de Memórica, se alojó la versión original (que ya existe en Repositorio de la UNAM): Obra diplomática y educativa de Jaime Torres Bodet, y no la que se sometió a concurso, la versión actualizada con el nombre arriba referido. Pero este es otro asunto del cual tengo la relatoría puntual que se dará a conocer.
Todo lo anterior pudiera ser una fantasía, una mentira, una intriga fantasmagórica de la oposición contra “el buen Paco” (no en el caso sobre Torres Bodet y el “bloque negro” de Taibo contra ello), lo cierto es que, aunque inútilmente me alejo de las metáforas (metéforas, dijo un vasco), ¿no es cierto que “cuando el río suena es porque piedras lleva”?; y hasta troncos y animales muertos. Esto para equipar el bonito argumento metafórico de Segundo –a quien le agradan las metáforas bonitas– sobre sus dobladas y dobleces favoritas: “Era una bonita metáfora… Lo voy a responder rápidamente, fuimos nosotros y lo que les metimos doblada fue la boleta electoral” (en respuesta a Sabina Berman; por Redacción en la página oficial del FCE, 28-03-21). En realidad, el evento se refería al hecho de que López Obrador ordenó a la mayoría morenista en el Congreso a modificar la ley para que un extranjero pudiera ser nombrado director general de la empresa editorial mexicana; en este caso, un gachupín. Uno al que se acusa de utilizar su poder para crear alianzas y promover su propia obra por todo Latinoamérica, España e Italia; y donde se pueda.
Independientemente de lo anterior, todavía confío en algunos críticos “despreciables” como Christopher Domínguez Michael –de quien he criticado algunas ponencias fallidas en El Colegio Nacional–, que profundizó con profesionalismo y esmero en la obra policiaca de Segundo en “Todo Belascoarán / la serie completa de Héctor Belascoarán Shayne y El retorno de los tigres de la Malasia, de Paco Ignacio Taibo II”: donde concluye la conclusión del autor analizado: El asesino es el Estado. “Entonces, pa’ qué chingaos investigamos o leemos”, pensé; pues sí, ¿no?
A Domínguez le parece que Taibo conoce el chiste pero no el verdadero humor. Y pienso que tiene razón. Chistes muy malos; y cuando improvisa, el humor queda atrapado en las cerdas del dulce bigote nicotinoso o desbarra por torpezas como esa de los poemarios feministas asquerosos que quiso hacer pasar como graciosa; aunque procura, no le sale la espontaneidad rebuscada entre eructos, pero muchas veces acertada y graciosa, de su no querido Carlos Monsiváis.
Para Taibo, considera Domínguez, “siempre importa más el detective que los crímenes que le toca resolver porque estos ya están resueltos de antemano: todo crimen es crimen de Estado, del Estado capitalista, el ‘gran estrangulador’ que habita ‘el gran castillo de la bruja de Blancanieves’”. O sea que, en cuanto policiaco, basta con leer Días de combate y ya se sabe todo; pero todavía queda el trabajo que aspira a la biografía y la historia. Abunda Domínguez:
“A Taibo II le da tirria la sangre, la tortura. Su reino no es de este mundo, como no lo son las novelas de aventuras, los cómics, las caricaturas. Es, por ventura, uno de esos espíritus congelados en el fin de la infancia. Por eso, especulo, levanta los hombros ante las crueldades de Villa y se conforma con mencionar lo disgustado que estaba Guevara cuando Nikita Jruschov retiró los misiles de Cuba en octubre de 1962 sin preguntarse, el biógrafo, por qué a su comandante le atraía una guerra nuclear como desenlace. Consigna, sin duda, los defectos o los atavismos de sus personajes pero nunca duda de que actúan bajo la frondosa sombra del bien. Tanto Pancho Villa como el Che son, reconstruidos por Taibo II, algo más y algo menos que humanos. Son superhéroes” (del ensayo citado de Christopher Domínguez Michael, Letras Libres, 01-06-11).
III. Libros del 21 y el 25
En 2021, el FCE, es decir AMLO, lanzó la colección de 21 títulos para conmemorar lo que podría llamarse el “ciclo 21”: 1521, 1821, 2021 (no pudo imponer el caprichoso 1321 sobre el 1325). Entonces analicé la colección y especulé que había sido realizada por el presidente mismo, su esposa Gutiérrez y el director Taibo.
¿Quién ha organizado la de 2025 a ser lanzada el 17 de diciembre próximo? No creo que haya sido la presidenta (de buen espíritu democrático) ni un equipo amplio como afirma el director, sino el director mismo quien, con AMLO ausente (a quien ha negado como Pedro a Cristo en entrevista con Los Periodistas), al parecer ha acumulado mayor poder ensanchando así su ánimo autoritario.
Digresión Segunda: A propósito de autoritarismo, una cita de Domínguez a pie de página de su inteligente ensayo:
“En una conversación con Javier Sicilia, Taibo II contó lo que él hubiera hecho en julio de 2006 si López Obrador le hubiera cumplido su fantasía bolchevique: «Discrepo de ti. Creo, por el contrario, que debió [López Obrador] ir más allá. No tomar Reforma, sino las Secretarías. Yo se lo propuse a López Obrador: ‘Nómbrame director de Bellas Artes. Tomo el edificio, reúno en asamblea a los trabajadores y les digo: ‘el Presidente legítimo me ha nombrado Director, saquemos de aquí a los burócratas’. Me canso que los sacamos. Imagínate eso en las 40 Secretarías del país. Se habría creado un doble poder que habría empujado a la confrontación y a una polarización radical del país…”» [Conspiratio, no. 7, México, octubre de 2010, p. 74].”. Todos recordamos esas palabras golpistas en nombre de una democracia superior: la de los caprichos del hoy feliz director general del FCE.
La Página del Gobierno de México del 23 de octubre de 2025 sintetiza el anuncio hecho por Segundo en la conferencia matutina de la presidenta; sí, el día de los poemarios asquerosos de mujeres sin talento:
“El 17 de diciembre en el Zócalo de la Ciudad de México iniciará la entrega con la apertura de la primera caja de libros, acto simbólico que encabezará la Presidenta de México.
“El Gobierno de México, a través del Fondo de Cultura Económica (FCE), presentó las 27 obras literarias que conforman la colección 25 para el 25, que a partir del 17 de diciembre, distribuirá gratuitamente 2.5 millones de libros a jóvenes de 15 a 30 años de 14 países de América Latina. El Gobierno de México, a través del FCE, presentó las 27 obras literarias que conforman la colección 25 para el 25, que a partir del 17 de diciembre, distribuirá gratuitamente 2.5 millones de libros a jóvenes de 15 a 30 años de 14 países de América Latina. Los títulos son (se dijo que podrían llegar a 28, aquí van 27):
- Juan Gelman — Cómo tirar contra la muerte.
- Nona Fernández — Space Invaders.
- Manuel Rojas — El vaso de leche y otras historias.
- Raúl Zurita — Poemas.
- Piedad Bonnett — Los privilegios del olvido.
- Gabriel García Márquez — Operación Carlota.
- Roberto Fernández Retamar — Poemas.
- Miguel Donoso Pareja — La muerte de Tyrone Power.
- Roque Dalton — Las historias prohibidas de Pulgarcito.
- Dante Liano — Réquiem por Teresa.
- Alaíde Foppa — Vientos de primavera con prólogo de Elena Poniatowska
- Miguel Ángel Asturias — Week-end en Guatemala.
- Carlos Montemayor — Guerra en el paraíso.
- Fabrizio Mejía Madrid — Disparos en la oscuridad.
- Adela Fernández — Duermevelas.
- Guadalupe Dueñas — Cuentos.
- Amparo Dávila — Música concreta.
- Sergio Ramírez — El zorro.
- José María Arguedas — Agua.
- Blanca Varela — Canto villano.
- Eduardo Galeano — La maravillosa vida breve de Ernesto Guevara.
- Mario Benedetti — Geografías.
- Luis Britto García — Habla palabra.
- Osvaldo Bayer — Los anarquistas expropiadores.
- Juan Carlos Onetti — Cuentos.
- Andrés Caicedo — El atravesado.
- Eduardo Rosenzvaig — Mañana es lejos.
Si es necesario, ya habrá ocasión de analizar puntualmente esta colección más adelante, como se hizo con la del 2021. Ahora era oportuno hablar de este personaje polémico al frente de una buena institución, el Fondo de Cultura Económica, siendo que cae tan pesado a mucha gente tanto de la industria editorial como de la política. Para tener el panorama completo, aquí va el enlace a mi análisis sobre “Los autores y los 21 libros seleccionados por Taibo II y AMLO para regalar”.
Y para concluir con las gracias de Taibo Segundo, se ha registrado, desde perspectivas políticas contrapuestas, un consenso: que es un buen escritor. Así lo esgrimen, por ejemplo, Páez Varela y Álvaro Delgado, por un lado, y Ciro Gómez Leyva y su patiño, por otro. Y así se pueden agregar nombres de unanimidad sobre el tema –de escritores, artistas, comunicadores, burócratas, partidarios y opositores– con los que me veo en libertad de disentir. Tomando en consideración toda relatividad estética, desde el punto de vista literario y del lenguaje (no entremos a la estructura y el contenido, aunque lo hecho por Domínguez es un magnífico análisis), tengo mis dudas pues, tras conocerlo, la impresión es la siguiente: El autor en cuestión, Paco Ignacio Taibo II, escribe como habla; o al revés, habla como escribe.
Y aquí, la videocolumna de 2021 sobre los libros de entonces, para SDPnoticias:



