El pasado jueves la secretaria de Justicia, Pam Bondi, duplicó la recompensa por información que conduzca al arresto del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, elevándola a 50 millones de dólares. Un día después, The New York Times reveló que el presidente Donald Trump firmó una directiva para que el Pentágono utilice fuerza militar contra ciertos cárteles latinoamericanos que su administración considera organizaciones terroristas.
Es un cambio sustancial, transfiere a las Fuerzas Armadas una labor antes reservada a agencias policiales, con el objetivo de frenar el flujo de fentanilo y otras drogas ilegales a territorio norteamericano.
La orden otorga base legal para ejecutar operaciones militares directas, tanto marítimas como en territorio extranjero.
Escalada contra los cárteles… Y sus padrinos políticos
La decisión, vista como una escalada militar contra los cárteles de México y Venezuela, también apunta a los jefes políticos que según Washington los protegen. Tras ser acusado de liderar el Cártel de los Soles y de vínculos con el Cártel de Sinaloa, Maduro encabeza la lista, sin embargo, el alcance llega a México. El señalamiento involucra a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación y a los presuntos nexos con integrantes de la 4T.
El propio Andrés Manuel López Obrador ha sido señalado de favorecer a estos grupos: desde su encuentro con la madre y el abogado del Chapo Guzmán, hasta frenar el operativo para detener a Ovidio, pasando por testimonios de los Zambada en EE.UU. que aseguran, financiaron campañas del ex presidente.
En otras palabras, Trump abrió las puertas del infierno para estas redes criminales y sus presuntos protectores políticos, mientras que Maduro y López Obrador puestos en el “banquillo de los acusados” han optado por reducir su exposición pública.
Testigos protegidos y un expediente que crece
La ofensiva tiene antecedentes. Cuando el secretario de Estado, Marco Rubio, declaró organizaciones terroristas a los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, del Noreste, del Golfo, Cárteles Unidos y la Nueva Familia Michoacana. Líderes del narco como Ismael “El Mayo” Zambada, Rafael Caro Quintero y Vicente Carrillo Fuentes, junto con los hijos de “El Chapo”, buscaron evitar la pena de muerte cooperando con la justicia estadounidense.
Versiones señalan que “están cantando” y sus declaraciones sustentan la actual escalada militar que golpeará a Venezuela y México.
Tabasco en la mira
En este entramado aparece Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad en Tabasco y cercano a Adán Augusto López Hernández, señalado como líder de “La Barredora”, grupo ligado al CJNG y al huachicol, junto a otros tabasqueños como Carlos Merino (actual director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares), Octavio Romero (exdirector de Pemex y hoy en Infonavit) y Andrés López Beltrán, hijo de AMLO y actual secretario de Organización de Morena.
Rubio lo resumió así: “Los cárteles de México son una red criminal que va desde Venezuela hasta México. Ya no podemos tratarlos como simples pandillas locales. Esto nos da autoridad legal para combatirlos”.
La respuesta de Sheinbaum
El viernes pasado la presidenta Claudia Sheinbaum reaccionó asegurando que su gobierno desconoce los vínculos entre Maduro y el Cártel de Sinaloa y descartando tajantemente la posibilidad de una invasión estadounidense:
“Cooperamos, colaboramos, pero no va a haber invasión. Eso está absolutamente descartado”.
Incluso admitió que fueron informados de la orden ejecutiva, pero aclaró que no implicaría participación militar estadounidense en territorio mexicano. ¿Será que ella los va entregar?
El tono cambió este lunes. Sheinbaum reconoció que ha habido casos previos de colaboración con aeronaves extranjeras, pero, ante rumores de sobrevuelo de drones de la CIA, declaró que jamás permitiría el ingreso de militares o agencias estadounidenses sin permiso: “pero este no es uno de ellos”. ¿Sí, pero no, o siempre sí?
Un amplio tablero geopolítico
Todo apunta a que la acción militar se definirá después de la reunión que Trump sostendrá el viernes 15 con el presidente ruso Vladimir Putin en Alaska. Antes, el miércoles 13 de agosto, lo hará con el presidente ucraniano y con líderes europeos para abordar la guerra en Ucrania.
A la cita del miércoles acudirán la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, António Costa y Mark Rutte, secretario general de la OTAN.
Se especula que Estados Unidos y Rusia podrían alcanzar un acuerdo: Washington se retiraría de Ucrania, dejando el terreno libre a Moscú y,a cambio, Putin permitiría a Trump actuar sin restricciones en América Latina.
El verdadero temor de la 4T
Si ese pacto se concreta, el infierno para la 4T se desatará. AMLO y su círculo cercano tendrían que prepararse para enfrentar arrestos y acusaciones al mismo nivel que Maduro.
Lo que Trump ha puesto sobre la mesa, no es solo una estrategia antidrogas, sino una operación política y militar que busca quebrar la alianza entre el crimen organizado y el poder político en la región.
La 4T puede seguir negando, pero ya no controla el tablero. Y cuando las puertas del infierno se abren, no es para que entre aire… Es para que salga fuego.
La pregunta ya no es si habrá acción, sino ¿cuándo y hasta dónde llegará?
X: @diaz_manuel