La Premio Nobel de la paz en 1992, Rigoberta Menchú, visitó Sinaloa. Mujer ícono feminista de la lucha por los derechos humanos en América Latina. Reconocida también a nivel mundial. Su respeto irrestricto por las etnias, pero sobre todo su cruzada personal por aupar los pueblos originarios la pusieron en el mapa internacional. Para las nuevas generaciones, la guatemalteca ha sido la “Madre Teresa” o “Malala” de otras épocas.

La activista y feminista estuvo en Mazatlán. Si alguien conoce de condiciones sociales y luchar en contra de un estigma, es ella. Su visita es poco más que oportuna. Las autoridades americanas emitieron de nueva cuenta la alerta de viaje para Sonora y Sinaloa.

Sinaloa es de gente noble, honesta y trabajadora

Se ha dicho en este espacio: Sinaloa es de gente noble, trabajadora y honesta. La guatemalteca de ascendencia Maya -lo que la hace nuestra hermana mexicana- reconoció al pueblo sinaloense con un distintivo y en su discurso agradeció el cariño y la hospitalidad de los locales. Los días que corren y el contexto actual, no son ajenos para Menchú. Sabía la tierra que pisaba y sabía lo que significaba el acto que encabezó.

“Destino garante de paz, los Derechos Humanos y la Inclusión”, así se llama el distintivo entregado para la Perla del Pacífico y su gente. Al pueblo mazatleco le prometió volver. Que la ciudad sea sede de una cumbre para jóvenes donde se aborden temas como educación, inclusión y la paz.

Son justamente ese tipo de eventos los que mantienen al puerto con buen cartel a nivel internacional en materia turística. Prueba de ello, es que los turistas de Estados Unidos y Canadá no han dejado de visitar los principales destinos del estado.

En ese sentido, el gobierno americano mantiene exentos del “warning” a Topolobampo, Ahome; Altata y Mazatlán. Sobre ello, el gobernador Rubén Rocha Moya se dijo respetuoso de las decisiones que toman en Estados Unidos, para cuidar a sus ciudadanos. Adelantó en su semanera que se trabaja en una estrategia sólida que se presentará a las autoridades del consulado americano en México.

El paseo de Rigoberta Menchú

La visita de la Nobel de la Paz de 1992 es aire puro para el alcalde Luis Guillermo Benítez. Al “Químico” le gusta mantener los reflectores y llevarse las palmas. Enviar mensajes positivos al exterior, sobre todo en materia turística es la apuesta segura para el munícipe. Sin embargo, los problemas al interior del ayuntamiento y los nubarrones políticos venideros, no se podrán ocultar por mucho tiempo.

Rigoberta se dio tiempo de visitar el Pueblo Señorial El Quelite. Degustar su gastronomía inigualable y convivir con su gente, es un detalle que lo hace a uno querer regresar.

Si Rigoberta Menchú dice que hay que visitar Mazatlán por la vibra positiva de la brisa marina que abraza la ciudad, algo debe saber.

Rigoberta Menchú en Mazatlán

Vanessa Félix en Twitter: @Jvanessafelix