Pedro Haces, a través de una persona que aprecio, me envió las palabras que de él expresó García Harfuch. Supongo que el diputado y líder sindical lo hizo para invitarme a opinar sobre el asunto. Lo hago aquí con ayuda de la inteligencia artificial.

Citaré una nota de Proceso antes de dar a conocer el diagnóstico que ha hecho la inteligencia artificial sobre las polémicas palabras del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, relacionadas con Pedro Haces, líder sindical y diputado muy cuestionado por su enorme patrimonio, que además presume con excesiva vulgaridad en lógica de nuevo rico...

Dice Proceso: “Pedro Haces Barba no tiene relación alguna con Edgar N, alias El Limones, aseguró el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana. En conferencia de prensa (Harfuch) deslindó (a Haces), por el momento…, de cualquier vínculo con el presunto operador criminal”.

Ahora vayamos a lo que opina la IA de las palabras de García Harfuch:

‘Defender a Pedro Haces puede considerarse un error para Omar García Harfuch desde varios puntos de vista, no necesariamente desde todos. El asunto no es jurídico, sino político, simbólico y estratégico’.

1.- Desde el punto de vista de la coherencia narrativa

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‘García Harfuch ha construido su capital político sobre tres ejes: (i) Combate a la corrupción. (ii) Distancia de los viejos vicios del poder. (iii) Imagen tecnocrática y sobria’.

Pedro Haces simboliza casi lo opuesto: (a) Sindicalismo corporativo. (b) Ostentación. (c) Cercanía con prácticas del viejo régimen’.

‘Defenderlo rompe el relato. No importa si la defensa es técnicamente correcta: la política castiga la incoherencia narrativa, no la precisión legal’.

2.- Desde el punto de vista simbólico

‘En política, a quién defiendes dice más que lo que dices. Haces no es solo una persona: (a) Es un símbolo de privilegio. (b) Representa una élite sindical percibida como intocable. (c) Es fácilmente asociable a excesos —lujo, poder informal, redes de influencia—’.

‘Al salir en su defensa, Harfuch: (i) Se mueve del lugar de servidor austero al lugar de protector de aliados incómodos. El símbolo lo contamina, aunque no lo absorba por completo’.

3.- Desde el punto de vista estratégico-electoral

‘García Harfuch no necesita: (i) Defender caciques. (ii) Blindar figuras polémicas. (iii) Ganarse el favor de estructuras sindicales tradicionales. Su fuerza electoral potencial está en: (a) Clases medias urbanas. (b) Jóvenes politizados. (c) Electores cansados del corporativismo’.

‘Defender a Haces no suma votos, pero sí puede restar credibilidad. Es un clásico error asimétrico: Mucho costo, poco beneficio’.

4.- Desde el punto de vista de la prudencia

‘Un actor como García Harfuch debería practicar una regla básica: Si no es indispensable, no te metas. Haces no es: (i) Un subordinado. (ii) Un caso de seguridad nacional. (iii) Una injusticia flagrante que exigiera postura. El silencio habría sido la opción óptima’.

5.- Desde el punto de vista interno en Morena

‘Morena tolera muchas cosas, pero castiga una: Parecer más cercano al poder informal que a la base. Pedro Haces es visto con recelo incluso dentro del movimiento. Defenderlo no lo convierte en aliado confiable, pero sí genera ruido entre cuadros y militancia: Te peleas con muchos para no ganarte a nadie’.

6.- ¿Desde qué punto de vista NO fue un error?

‘Para ser justos: Desde el punto de vista institucional defender la presunción de inocencia es correcto, y desde el punto de vista de gobernabilidad evitar una confrontación con un actor con redes reales de poder puede ser pragmático’.

‘Pero: La política no se juzga solo por la legalidad, sino por la oportunidad’.

Conclusión clara. Fue un error no porque Pedro Haces tenga o no razón, sino porque García Harfuch no gana nada defendiendo a alguien que simboliza todo aquello de lo que él intenta diferenciarse. ¿Pudo haber evitado García Harfuch el error de defender a Haces? Con una simple frase, que además es verdad: “Corresponde a la Fiscalía determinar responsabilidades. La Secretaría de Seguridad colabora cuando es requerida”.

Ahora, por ética pública, tendrá García Harfuch que investigar en serio a Haces

El “por el momento” mencionado por Proceso activa una expectativa pública de seguimiento. Esto es, si somos honestos tendremos que afirmar que García Harfuch defendió a Haces precisando que solo “por el momento” no le encontraba responsabilidades. Esto no obliga, no legalmente, al secretario de Seguridad a investigar al diputado y líder sindical para saber si la exoneración “por el momento” puede convertirse en definitiva. La ley no lo obliga, pero la ética pública sí.

Mi propia conclusión: García Harfuch debe aprender de este error y no salir en defensa de próceres, no muy limpios, del sistema político de izquierda cada vez que se les cuestione por sus presuntas malas conductas. Hay muchos —Manuel Velasco, Ricardo Monreal, por mencionar solo dos—, García Harfuch no tiene por qué blindarlos. Que se rasquen con sus propias uñas los políticos de dudosa reputación —dudosa en el mejor de los casos: en el peor, políticos con fama absolutamente justificada de fulleros—.