Sin nada firme, por el momento, así concluyó la primera reunión de este 2025 entre Donald Trump, presidente de los Estados Unidos y Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa.
Utilizando el lenguaje diplomático que usualmente caracteriza a este tipo de reuniones, Putin afirmó que la conversación con Trump fue “constructiva” y en un “ambiente de respeto mutuo”, mientras que el estadounidense aseguró que “hubo algunos avances” y que la cita fue “extremadamente productiva”.
Sin embargo, Putin nuevamente volvió a resaltar la línea roja para alcanzar la paz en el conflicto con el régimen extremista de Ucrania: garantizar la arquitectura de seguridad para Rusia, lo cual implica la total “desnazificación” del régimen de Zelenzky y la no entrada del remanente ucraniano a la OTAN.
Con algo de humor involuntario, Trump señaló que posteriormente informará al dictador de Ucrania de los resultados de la reunión.
Aún así, con la perspectiva de una nueva reunión “in Moscow”, cómo señaló el propio Putin en un perfecto inglés, la eventual resolución de este conflicto quizás pueda alcanzarse a mediano plazo, lo cual no deja de ser positivo. Alcanzar la paz en al menos uno de los múltiples conflictos que se desarrollan en el orbe siempre será algo positivo.