Millones de mexicanos y mexicanas firmaron para que se realice la consulta de revocación de mandato con esta y solo con esta pregunta: “¿Está de acuerdo en que a AMLO, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se lo revoque el mandato por pérdida de confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo?”.

No firmaron para que la votación se realice con otra pregunta distinta, por parecida que sea. ¿Queda claro señores ministros, señoras ministras?

Pero el ministro Jorge Pardo Rebolledo quiere mochar la pregunta para dejarla así: “¿Estás de acuerdo en que a AMLO, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza?”.

¿No equivaldría eso a dar gato por liebre? Me parece que sí, y es grave. Los libros de derecho son sabios, sin duda, pero los refraneros también.

Para que ministros y ministras lo tomen en cuenta les digo que tal expresión —lo leí en un sitio de internet— la consignaba Sebastián de Covarrubias en su Tesoro de la Lengua Castellana de 1611 en la entrada sobre gato: “Vender el gato por liebre: engañar en la mercadería; tomado de los venteros, de los cuales se sospecha que lo hacen a necesidad y echan un asno en adobo y lo venden por ternera. Debe ser gracia y para encarecer cuán tiranos y de poca conciencia son algunos”.

En la web que he citado, leí también que, para defenderse y que no se les estafara, los viajeros recurrían a palabras mágicas, tal como lo cita Vicente Joaquín y Bastús en La Sabiduría de las Naciones (1862-67): “Parecía que antiguamente había una fórmula, especie de conjuro, con la que los viajeros creían cerciorarse de si la pieza que el ventero les presentaba en la mesa era liebre o conejo, gato o cabrito. Al efecto, todos los comensales se ponían en pie, y el más calificado de ellos, dirigiendo la palabra a la cosa frita, decía: Si eres cabrito, /mantente frito; /si eres gato, salta del plato”.

Sabiduría vigente durante tantos años puede —y seguramente debe— considerarse un precedente más importante que no pocas leyes. ¿O no lo piensan así los ministros y las ministras, personas cultas sin duda?

Ojalá en la Suprema Corte de Justicia de la Nación no ofrezcan al cuarto para las doce una pregunta mocha a millones de personas que firmaron para que el ejercicio de revocación se realizara con la pregunta completa.

Creo que ni la corte suprema tiene derecho de dar a la sociedad mexicana gato por liebre o asno en adobo por ternera.

Así que, estimados integrantes de la corte suprema, si son cabritos, manténganse fritos, y si son gatos, salten del plato. Dicho sea con todo respeto, solo con ánimo de dialogar con un mínimo de lógica.

Con copia a:

√ Arturo Zaldívar Lelo de Larrea

√ Ana Margarita Ríos Farjat

√ Yasmín Esquivel Mossa

√ Juan Luis González Alcántara Carrancá

√ Loretta Ortiz Ahlf

√ Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena

√ Javier Laynez Potisek

√ Norma Lucía Piña Hernández

√ Luis María Aguilar Morales

√ Jorge Mario Pardo Rebolledo

√ Alberto Pérez Dayán