“De noche, amada, amarra tu corazón al mío y que ellos en el sueño derroten las tinieblas como un doble tambor combatiendo en el bosque contra el espeso muro de las hojas mojadas. Nocturna travesía, brasa negra del sueño interceptando el hilo de las uvas terrestres con la puntualidad de un tren descabellado que sombra y piedras frías sin cesar arrastrara. Por eso, amor, amárrame el movimiento puro, a la tenacidad que en tu pecho golpea con las alas de un cisne sumergido, para que a las preguntas estrelladas del cielo responda nuestro sueño con una sola llave, con una sola puerta cerrada por la sombra.”
PABLO NERUDA
“La Corte no se toca” y “Piña no estás sola” fueron coreados por miles de participantes que acudieron a manifestarse en la capital y en otras ciudades del país. Vestidos de blanco, una vez más quienes defienden a las instituciones —la Carta Magna y la autonomía de la SCJN en esa ocasión— son los ciudadanos.
Se dice en redes sociales que, de hecho, el único aspirante de la oposición a la Presidencia de la República que participó en esta marcha fue José Ángel Gurría. ¿Qué pasó con el resto? Tal vez alguno estuvo en el cierre de campaña de Alejandra del Moral en el Estado de México. La verdad es que poco importa la respuesta a la interrogante.
Si hay algo que han logrado tanto López Obrador como el resto de los líderes políticos de otras denominaciones ha sido hacer evidente el enorme valor que tiene la participación genuinamente ciudadana, particularmente la de las clases medias.
Sin entrar en dimes y diretes, solo mencionar que —para variar— la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México informó que sólo habían asistido dos mil personas a referida marcha. Y si bien sin lugar a dudas no acudieron los cientos de miles de mexicanos que han participado en otras recientes marchas en pro del INE, tampoco fueron tan pocos como los que dice Martí Batres. En fin.
Se debe subrayar que cuando los protestantes llegaron al recinto que alberga a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, obligaron a los manifestantes ahí acampados a retirarse. En el proceso, retiraron mantas y cartulinas que injuriaban a los magistrados. Hubo altercados.
Es curioso: ninguno de los que había acampado ahí hace semanas, meses, señalaba a la ministra Yasmín Esquivel por plagiar sus tesis de licenciatura y doctorado y con ello afectar al quehacer del tribunal máximo. Ella, que flagrantemente viola la ley, no ha sido llamada a cuentas por la 4t y sus simpatizantes en todo este tiempo.
Lo que sí ha ocurrido mientras tanto es que el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier Velazco, ha llamado a echar a andar ejercicios de “diálogo y análisis en torno a la propuesta de consulta popular en materia de designación de los ministros de la SCJN y la reforma al Poder Judicial”… Esto obviamente lo promueve el grupo parlamentario asociado a la Cuarta Transformación.
El régimen argumentará que serán convocados a participar expertos de todas las denominaciones, tipo los juristas Diego Valadés Ríos o Amador Rodríguez Lozano (ojalá no nada más los inviten, sino que también los escuchen y tomen en cuenta sus argumentos). Pero eso estará de más pues la Constitución (producto entre otras cosas de las modificaciones que impulsó en su momento Morena) no puede ser reformada por medio de una consulta popular. En otras palabras, ¿por qué tanto brinco estando el piso tan parejo?
Opino que si en realidad los diputados quieren diálogo, será necesario primero lean la normatividad y entiendan lo que leen. Y al hacerlo, recuerden que hay división de poderes y autonomía de los mismos; que eso significa que no deben doblegarse ante cualquiera de los otros dos.
Y en ese sentido, la marcha en defensa de la Suprema Corte debiera ser el principio de una defensa más amplia. Ojalá los ciudadanos tengan el ánimo, pero sobre todo el compromiso, de defender a las instituciones del Estado. Que los partidos, por su parte, al buscar votos estén en el ánimo de escuchar a la ciudadanía y acompañarla.