Estamos en vísperas, así a nadita de cambiar de año, la nochevieja se acerca y con ella la esperanza de que la madrugada nos encuentre rebosantes de dicha al lado de quienes nos aman…

Los humanos, animales sensibles al fin y al cabo, deseamos, añoramos el contacto personal, que a estas alturas la pandemia, o mejor dicho la OMS —Organización Mundial de la Salud—, nos prohibió. Esta piel, como el órgano más grande de nuestro cuerpo, añora el tacto cálido y el abrazo o frotamiento de otros cuerpos. Muchos, me cuento entre ellos, desacatamos esas “benditas” leyes impuestas por seres fríos que solo saben dictar normas…

Sí, de vez en cuando, y si el otro lo permite, soy de apretar la mano del amigo, pues en el tacto y la cercanía se pueden percibir no solo la empatía o antipatía, también la sinceridad del interlocutor, —ni modo, nos han arrebatado esa posibilidad— y la disposición al diálogo cercano, metro y medio no permiten susurrar nuestra necesidad.

Como humanos, simples mortales que somos, llevamos a cuestas las tradiciones que por generaciones han pasado de familia en familia, aprovechamos los rituales de fin y principio de año para tratar de auto convencernos que el futuro será maravilloso, nuestra mente desbocada de felicidad y esperanza, traza metas a veces inalcanzables, pero bueno, “prometer no empobrece; el dar es lo que aniquila”, decían los sabios labios de mi abue… ¡Y vaya que tenía razón la bella señora!

Cual político en campaña, hasta somos capaces de escribir los 12 maravillosos deseos, ¿o propósitos?, para tratar de leerlos mientras nos atragantamos con las uvas al escuchar el sonido de las campanas o la cuenta regresiva que el más alborotador de la reunión grita entre risas.

Pero hagamos un alto. ¿Propósitos y deseos son lo mismo? ¡Obviamente no!, aunque más de algún distraído suela confundirse…

Propósito:

— Determinación firme de hacer algo: “Me he hecho el propósito de ser presidente de la República.”

Deseo:

— Interés o apetencia que una persona tiene por conseguir la posesión o la realización de algo: “Un timorato líder mostró su deseo de poseer la banda presidencial”.

Entre una y otra acción hay un abismo de diferencia…

Para lograr un PROPÓSITO se analiza y se observa el objetivo que se pretende alcanzar. En ello pondrá su interés y su intención. Buscará hasta encontrar las bases firmes que le lleven a alcanzar su meta, sin importar lo cruento que puedan ser los caminos trazados, se impondrá normas a seguir e irá marcando pasos específicos para alcanzar ese objetivo, esto incluye, conocimiento y una red de protección a su alrededor que además de impulsarle, le servirán de acicate si llegara a flaquear.

En cambio, el DESEO siempre va acompañado de mucho humo —por aquello del genio de la lámpara—, y se pretende que lo deseado caiga del cielo acompañado de maná, leche y miel, no en balde algunos sinónimos de la palabra deseo son: codicia, ambición, afán, ansia, ilusión; sueño, aspiración, anhelo, desiderátum, intención, capricho, humorada y hasta veleidad. ¡Ups!

Vaya que es complicado ahora saber si entre atragantada, uvas, champagne, campanas y gritos, podremos decidir si son deseos o propósitos los que las mentes ya un poco alcoholizadas, rayando el último minuto del 2021, pondrán en orden el futuro expuesto a sólo doce campanadas.

Deseos más comunes: Adelgazar, viajar, dejar de fumar, encontrar pareja, ser mejor persona… y la paz mundial —no dejemos afuera a las “misses”—.

Mientras los propósitos más comunes en todo el orbe son: Hacer ejercicio, dejar de fumar (oye, este ya lo había escuchado), aprender algo nuevo, perder peso (ja) y hacer dieta (más ja), comer saludable, ahorrar dinero, pasar tiempo con la familia, beber menos alcohol, SIC.

Caray, ya que te sientas y analizas ambas listas, te das cuenta del embrollo marca diablo que has formado, los deseos no tienen tanto problema… El genio vendrá y te los cumplirá… ¿no es así cómo funcionan?

Pero esta la parte de los famosos PROPÓSITOS, donde depende de tu pobre ser lograrlos… ¡Caramba, bonito lío!

¿Te has preguntado alguna vez por qué nunca cumples los propósitos de Año Nuevo? En este punto te propongo regresar al significado de PROPÓSITO que compartimos renglones atrás, y ver si estás dispuesto(a) al compromiso que requieren…

Pero si eres como el 99.999999 de la humanidad, la sugerencia es que te dejes llevar, disfrutes las uvas sin atragantamientos, unos buenos tragos de la bebida de tu preferencia, el amor de tus seres queridos, aunque sea por video llamada, los apapachos de quienes estén cerca (se valen abrazos de extraños en estas fechas) y muy al estilo mexicano, grites, brinques y bailes; al fin y al cabo ¡VIDA SOLO HAY UNA!

¡Gracias por la enseñanza, año 2021, bienvenido, fabuloso 2022!