Ayer domingo decía Rayuela de La Jornada: “Todo lo que está ocurriendo hace patente la necesidad de una profunda reforma judicial”.

¿Lo que está ocurriendo? Sí, que la corte suprema haya suspendido el plan b electoral de Morena y AMLO.

Hoy el gran diario de izquierda destaca en su portada las “protestas masivas contra Netanyahu en Israel” y en la Rayuela de este lunes comenta: “Al fin, vientos de cambio soplan en Israel”.

Vientos de cambio que han llegado porque la gente rechaza un proyecto de reforma judicial del primer ministro Benjamín Netanyahu.

El de Netanyahu es un proyecto de reforma al poder judicial básicamente planteado para que el poder ejecutivo pueda tumbar decisiones del tribunal supremo.

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Supongo que eso no es lo que pretende la reforma judicial que la izquierda mexicana busca —a la que se ha referido La Jornada y en la que tanto ha insistido el presidente AMLO—.

Pero no parece los más sano justificar una reforma judicial en nuestro país solo porque la corte suspendió una ley diseñada por el ejecutivo.

Si han sido enormes las manifestaciones de la derecha en favor del INE, cuidemos de no promover protestas aún mayores en defensa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que sin duda debe cambiar, pero en la época correcta, esto es, cuando no esté enfrentada al ejecutivo.

No necesitamos aquí los vientos de cambio que están sacudiendo fuertemente a Israel.

Adán y Marcelo con Claudia

En una entrevista colectiva en Milenio, la jefa de gobierno dijo: “Me veo presidenta con Adán y Ebrard en mi gabinete”.

¿Qué cargo daría Claudia Sheinbaum a Adán Augusto López? Probablemente repetiría en Gobernacion. ¿Dónde colocaría la señora presidenta a Marcelo Ebrard? Quizá lo dejaría en Relaciones Exteriores. Sería lo lógico: ya conocen sus cargos, con más experiencia podrán hacerlo mejor.