El verso “Para mi corazón basta tu pecho”, es el primero del Poema 12 de Veinte poemas de amor y una canción desesperada, el poemario de Pablo Neruda (1904-1973) aparecido en 1924; a los frescos 20 años del autor. Un canto de amor a veces desesperado, otras, como en este caso, un bálsamo al espíritu inquieto.
Célebre poemario que resuena popularmente por versos como los del Poema 15: “Me gustas cuando callas porque estás como ausente, / y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca”. Y sobre todo por los del Poema 20: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche. / Escribir, por ejemplo: ‘La noche esta estrellada, / y tiritan, azules, los astros, a lo lejos’.
Pero quiero ocuparme del Poema 12 para hablar de la transición del poema a la música, de esa imbricación que produce un nuevo género a partir de dos que están separados: la canción y el coral.
Técnicamente, el Poema 12 está compuesto por cuatro estrofas de cuatro versos cada una, donde predomina el endecasílabo no rimado. Y como recursos retóricos se hallan el símil y la comparación, impresiones visuales y sonoras, metáfora, anáfora, sinécdoque y la prosopopeya. Aquí está:
Poema 12
Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.
Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.
He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.
Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.
Me ha interesado este poema porque descubrí un coral muy bello que, en general, llega a la esencia de sus versos, de su poética. Después, supe de otras tres versiones musicales del mismo. Total, dos canciones de corte popular alternativo y dos corales de carácter clásico. Y he querido hablar de ello porque esa transición, esa imbricación del poema a la música no siempre es bien lograda. Un género que en Alemania y en Francia fue alcanzado de manera “feliz” por el “Lied” y la” Mélodie” -donde el poema es puesto en música para solo de voz y acompañamiento de piano-, uniendo a poetas y compositores entre los siglos XVIII y XX. Beethoven, Brahms, Schubert, Schuman, Wolf, Mahler, Strauss y Heine, Goethe, Schiller, entre otros, en Alemania. Fauré, Berlioz, Duparc, Debussy, Ravel, Hahn y Hugo, Verlaine, Lamartine, entre otros, en Francia.
En la relación poema/música, en América Latina ha prosperado más la canción popular de carácter alternativo relacionada con movimientos de izquierda (de “protesta” o “contestataria” o “revolucionaria”, se le ha llamado). Y en el ámbito clásico destacan los arreglos corales.
He encontrado, decía, cuatro versiones del Poema 12, de Neruda; cinco, si se considera la del propio Neruda, en su voz.
1. La canción de Pablo Milanés, muy al estilo de la música cubana grabada en los 80′s – 90′s del siglo XX (esto incluye a Silvio Rodríguez en Causas y Azares, de 1986, por citar un ejemplo), que abandona la guitarra sola y se acompaña de instrumentos electrónicos; algo que también se manifiesta en su no muy lograda pieza “En paz”, sobre el poema de Amado Nervo.
Pablo Milanés:
2. La canción de Francisco Ibáñez. Aunque de origen español, este cantautor ha dedicado gran parte de su carrera a musicalizar y cantar a poetas de Hispanoamérica. Su versión del Poema 20 del poemario de Neruda me parece musicalmente más elaborada que la del 12, pues tiene mayor complejidad musical.
Paco Ibáñez:
3. En México, los compositores clásicos han hecho un buen número de arreglos corales ya sea a canciones populares preexistentes o a partir de poemas, como en el caso de Blas Galindo con el de Neruda. Una versión rítmica en su fraseo, un tanto lejana, me parece de la espiritualidad de los versos:
Blas Galindo:
4. La versión coral que conocí primero y que me resulta conmovedora, porque condensa esencialmente los versos balsámicos de Neruda, es la de la compositora venezolana Modesta Bor. Una bella melodía llevada por las distintas voces y un solo de soprano. Invita a un fraseo de gran “legato”, se pueden escuchar las olas del mar, el impulso del viaje, el murmullo atmosférico, etéreo, la armonía sonora que atrapa el espíritu de los versos para el corazón, las alas y la libertad.
Interesante la trayectoria de Modesta Bor (1926-1998). Estudió piano y teoría musical en Venezuela, pero va a la Unión Soviética, a Moscú, y estudia polifonía, composición y orquestación; es aceptada como alumna por el reconocido compositor Aram Jachaturián. Militante del Partido Comunista de Venezuela desde joven, acaso le haya traído el desdén y el aislamiento en su propio país durante las últimas décadas de su vida. Independientemente de todo, la música es casi imposible que se ideologice; excepto por la letra, si la tiene, o algunas marchas o himnos. En todo caso, la ideología en la música la establece el contexto, no la música en sí; ahí está el fenómeno de la música “dictada” por Stalin que se le va de las manos con Shostakóvich, por ejemplo. Aquí su interpretación del Poema 12:
Modesta Bor:
5. Antes de concluir, el Poema 12 en voz de su autor. Casi cantado, un mucho al estilo declamatorio de Pita Amor, que a ella le va muy bien. No me parece la mejor lectura, más que un sentimiento, se impone un patrón, un molde, casi un sonsonete rítmico-melódico obstinado; pero eso ya es una interpretación o gusto personal; ustedes decidan:
Pablo Neruda:
Y además de abordar la cuestión de la poesía convertida en canción o coral, sirva el texto como un recuerdo al gran poeta chileno, no ajeno a las contradicciones (por un lado, Premio Nobel de Literatura, por otro, Premio Stalin de la Paz), que este 23 de septiembre de 2023 cumple 50 años de fallecido. Por un problema de próstata, se dijo por décadas, ahora se ha establecido que habría sido envenenado por el gobierno golpista de Pinochet que el 11 de septiembre anterior había asaltado el poder y asesinado a Salvador Allende (de quien se dice se suicidó); también a Víctor Jara.
Por último, una segunda versión del coral de Modesta Bor, en vivo. Lo cierto es que esta pieza requiere de una grabación que sea del todo profesional. Mientras tanto:
P.d. En 2011 dediqué una nota a la ópera Il postino, de Daniel Catán, con base en un fragmento de vida de Neruda; no está más en SDPnoticias, pero la encuentro en este blog: http://pegaso354.blogspot.com/2011/10/

Héctor Palacio: @NietzscheAristo