“¡Por favooooorrrr Pepeeee!”… “el país cambiooooó!”… “¡La gente vota para algo en este país!”… “¡Hoy el pueblo (mexicano) ha asumido un papel protagónicoooo!”… “¡Y nosotros en Morena somos los garantes de que se cumpla su voluntad, porque nosotros somos el puebloooo!”… “¡En todo y por todo se tiene que hacer valer la fuerza de la mayoríaaa!”, le espetó materialmente el ya senecto político mexicano, inventariado en las izquierdas y rabioso defensor de la 4T, Pablo Gómez Álvarez, en una entrevista concedida al experimentado como decente Pepe Cárdenas, en su espacio radiofónico de Grupo Fórmula, hace alrededor de 12 días.

El aferrado y soberbio exlegislador, gravitó en respuestas cuyos argumentos son propicios para legitimar con ideología, el claro perfil totalitario y caduco de este representante de la “gerontocracia política” de aquella época del “flower-power cívico” sicodélico y sesentero; justificándose en la preeminencia de “las mayorías”, categoría filosófica mediante la que -escondido el actual régimen en la necesidad de un cambio de sistema político- justifica su apuración por legislar, discutir y aprobar una nueva reforma electoral que, entre otras cosas, acabe con el sistema mixto de representación legislativa, que implica la existencia de diputados electos por la vía uninominal o directa y la de legisladores de lista o “de partido”, que llegan vía plurinominal o indirecta.

Dijo, además, ante la pregunta contextual de José Cárdenas, sobre la necesidad de buscar el consenso pleno con todos los sectores del espectro político, acerca del pretendido cambio en la legislación electoral, que impulsa la morenista Claudia Sheinbaum, que “ellos no irán a ningún conciliábulo con la oposición, por ser minoritaria su presencia política”.

Ahora resulta que aquellas izquierdas “azorrilladas”, minoritarias, clandestinas y despistadas, que fueron generosamente invitadas al “banquete democrático” que representó la apertura política que orquestó el PRI, a través de la vanguardista reforma constitucional de 1977, no obstante haber implicado el concurso, la discusión y la validación de amplios sectores de la sociedad… Fueron a un mero conciliábulo al que habían citado instancias no oficiales o no gubernamentales de aquel momento, por lo que discutido y aprobado por intelectuales, activistas, políticos, trabajadores, sindicalistas, científicos, maestros y gente involucrada en general… Fueron auténticos delitos o temas al margen de la normatividad los que discutieron y aprobaron... Porque así se definen los ‘conciliábulos’...

Aquellas reuniones interminables, muchas de las cuales sancionadas y discutidas personalmente por el licenciado Reyes Heroles, titular de la Segob, seguramente fueron -a juicio de lo que contesta ahora el inefable Pablo Gómez- ‘ilegales, ociosas… o ilegítimas’.

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Nada más ingrato había escuchado o leído el suscrito en muchos años; pues las reuniones en las que el gobierno federal de la época involucró a numerosos grupos de la sociedad civil, argumentos dados desde todas las perspectivas, motivaciones e intereses, grupales y personales… Que todo eso, fue parte de un “conciliábulo del Gobierno Mexicano” de aquella época… Así lo declaró, el casi octogenario activista -hoy investido de autoridad- a los micrófonos de Grupo Radio Fórmula, el día en que fue nombrado por la presidenta Claudia Sheinbaum, como titular de la Comisión ¿para la implementación de la nueva reforma electoral.

Y es que la crítica de amplios sectores de la sociedad mexicana hoy gira en torno a que no se ve que esta discusión sobre la nueva reforma electoral -que pretende borrar de tajo la inclusión de diputados federales, como la disminución del financiamiento a los partidos políticos- no tiene consenso suficiente entre la sociedad mexicana… Entre el pueblo pues, visto este en su auténtica mayoría numérica.

No se está compartiendo la discusión sobre eliminar a los diputados de lista o “de partido” (plurinominales)… El tema de reducir el financiamiento a los institutos políticos quizá goce de más aprobación entre la ciudadanía, en estos días… Aunque el pueblo… Que “sí es bueno y sabio” en estos casos, ya sabe perfectamente que algunos partidos -como el mayoritario y hegemónico Morena- no necesitan de financiamiento oficial, pues lo obtienen del favor de la narcodelincuencia o de los “contratistas huachicoleros” agradecidos por favores concedidos.

A propósito de lo anterior, declaró también durante la entrevista quien ha sido legislador plurinominal desde 1979: “¡Nosotros no queremos ir esta vez a un conciliábulo, como lo fueron las negociaciones desde tiempos de la reforma de Reyes Heroles!”… reforma por cierto de la que él, Pablo Gómez, posiblemente sea uno de sus principales beneficiarios… O quizá recipiendario principalísimo como representante de aquella juventud universitaria “agraviada” por el “estado represor de 1968”… Una “juventud ilustrada”, cierto, aunque un sector juvenil con privilegios, de pequeños grillos de origen peninsular, hijos de españoles con notable carga hacia el intelectualismo (Pablo Gómez es hijo de españoles exiliados)… Y sobre todo cargada hacia la “izquierda” ideológica; precisamente, criollos, como Jesús Reyes Heroles.

Fue más allá y dijo, impúdica… Histriónicamente, al prestigiado entrevistador: “¡El sistema envejeció Pepeeee!”: el pueblo ha tomado un papel protagónicoooo…!”

Con esta serie de “sofismas”, de “falacias” argumentativas, Pablo Gómez pretende confundir a la población, pues son condicionantes que no necesariamente siempre se cumplen o se pueden verificar…

Pero que específicamente pretenden confundir al auditorio de Pepe Cárdenas, pues al decano de la comunicación radial difícilmente lo embauca:

“¡El sistema envejeció Pepeeeee!”… Pero lo dice sin reparar en que quienes impulsan desde su corriente política el pretendido cambio, como él… También. Pablo Gómez no solo ha envejecido biológicamente; le han envejecido las ideas; lo que postula ya no es vigente ni funcional. Es inverosímil que hoy día, se pretenda erigir como un defensor de la “Tiranía de las Mayorías”, impulsada por Alexis de Tocqueville… una teoría que data de la primera mitad del siglo XIX.

Tocqueville fue, junto a Augusto Comte, de quien fue contemporáneo, un precursor de la sociología… pero su malhadada teoría, se sustentaba en el dominio absoluto de la voluntad mayoritaria en los temas públicos de una colectividad, por encima de los intereses de las minorías; es de hecho una “tiranía social” que tiene permiso para convertirse automáticamente en una “tiranía política”, donde se le impongan a la fuerza, un conjunto de creencias o dogmas a la totalidad de la población, que lleven a vencer toda clase de resistencias o restricciones al poder de la mayoría absoluta. Reprime a las minorías, carece de contrapesos al poder y termina al final, erosionando las libertades personales y la convivencia democrática.

Personalmente el suscrito, ni uno solo de sus escasos lectores, seguramente, consideran que este sistema sea funcional o popular en ninguna sociedad contemporánea… Y menos en nuestro país.

Efectivamente, Pablo lo dice bien: “¡El pueblo ha asumido un papel protagónico…!”, pero por esa circunstancia, ha rebasado y se ha sobrepuesto a los cánones y paradigmas que fueron los de su generación… Hace muchos años. Hay jóvenes activistas, funcionarios, académicos y políticos en general hoy día en nuestro país, que manejan un discurso mucho más funcional y adecuado a la realidad y a las necesidades de la sociedad mexicana… El rebasado ha sido Pablo Gómez… Sus ideas y su partido.

Ciertamente “¡El pueblo votó para algo!”… Pero no para que tengamos que padecer la dictadura interminable de esa generación y de gente con sus ideas al frente del gobierno…

Pablo Gómez es un personaje que hace varios años debió haberse retirado con el decoro propio de haber destacado como un tribuno congruente con su línea ideológica… Y el momento histórico en el que estuvo inserta su vida pública.

Es un hombre de otro tiempo… Una criatura del siglo XX.

Ha trascendido, en chismes de pasillo, por personas que presenciaron por ejemplo, la entrega-recepción de la UIF, en noviembre de 2021, que cuando el anterior titular, doctor Santiago Nieto Castillo, brillante y joven jurista mexicano, le entregó (metafóricamente) el “mazo de llaves” de la dependencia, procedió a darle detalles de las formas de intercomunicación más comunes con sus homólogos del gobierno federal y con sus entonces “superiores” (AMLO, Adán Augusto)… Y que la primera pregunta que lanzó frente a la computadora oficial del titular de la UIF, fue: “¿Y cómo envío un correo ‘secreto’, ‘codificado’, para informarle a los jefes de los avances de mis investigaciones?”… “Desde aquí mismo de su PC asignada…” se le indicó… “¡Ah chingá!” repuso… “pero si no me acepta mi correo personal, les dijo Pablo” (pretendía usar su correo personal de toda la vida ‘pablogomez1968@hotmail.com’) … “No oiga, no es posible usar correos personales en la comunicación oficial… Por norma” se le explicó. “Tiene que crear un correo nuevo, de acuerdo con las indicaciones técnicas del dominio de la dependencia” … “a ver”, dijo con cierto aire de enfado… Hasta que, después de varios minutos de que se le había indicado: ahora sí, dele enter… fue que explotó y dijo… “¿Dónde está la tecla de enter pues?”…

Los mexicanos quisimos un cambio este 2024 también… Por eso demandamos que personajes investidos de autoridad, que están a unos meses de cumplir 80 años o más, como es el caso de Pablo… Dejen las riendas de temas tan neurálgicos como la reforma electoral que pretenden impulsar desde el régimen de Morena, en manos de gente que va a padecer sus propios errores de planeación e implementación de ese ordenamiento… De actores funcionalmente más involucrados con la modernidad y la realidad política del país.

No tiene ningún sentido, además, que un protagonista y notable beneficiario… Un icónico beneficiario… del anterior sistema de cosas que prevalece gracias a la actual Ley sustantiva vigente en materia electoral, sea quien coordine su implementación… Tampoco lo es, que un protagonista eterno de los procesos electorales lo sea… Como Pablo Gómez…

Vamos… Una reforma a las leyes sustantivas o adjetivas penales, por ejemplo, no puede -no debería- ser implementada o articulada por la delincuencia o los narcotraficantes… ¿Qué no?... ¿O sí?...

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Circula en YouTube, una formidable entrevista al ex gobernador de Sinaloa, licenciado Mario López Valdez, concedida al maestro Fred Álvarez Palafox.

Y no obstante que la entrevista es un género muy subjetivo, la objetividad que obtiene Fred Álvarez del entrevistado en cada una de sus respuestas, su narrativa ágil, abundante y hasta divertida por parte del popular empresario y político, la hacen un testimonial muy recomendable.

Cabe señalar que la actual oposición está siendo encabezada en México por políticos adscritos a la nómina de los propios partidos… y que los protagonistas políticos provenientes de la clase empresarial o emprendedora, mantiene una expresión y una participación hasta ahorita nula… al margen de lo que pasa en el país.

Están haciendo falta aquellos protagonistas, para construir un discurso que alcance un contrapeso argumentativo, para abordar los grandes pendientes de la agenda pública nacional.

También son válidas sus articulaciones y propuestas… por supuesto.

Hoy que los burócratas partidistas están quedando a deber.

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