La quinceava letra del alfabeto griego es la letra ómicron, aunque esto no significa que se hayan aparecido quince variantes. Tal vez aparecieron 13, pues dos letras no se usan generalmente. La letra Nu que se pronuncia como Niu que podría ser confuso en los países angloparlantes y la letra Xi, que es un apellido común en China, y también el apellido del líder de ese país Xi Jinping.

No se sabe mucho de la variante Ómicron, pues se podría decir que no han pasado dos semanas que está en los radares de las organizaciones de salud en el mundo. Al parecer el origen de esta mutación viene de África, donde coincidentemente no hay los niveles de vacunación adecuados.

Cuando empezó la pandemia se suponía que el organismo parte de la ONU, COVAX, iba a ayudar a la distribución de vacunas en países del tercer mundo pero no ha sido así. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha quejado de este organismo explicando que COVAX solo ha distribuido el 5% de las vacunas a nivel mundial, siendo las farmacéuticas las encargadas de distribuir el 95% restante.

Nos hemos dado cuenta en estos dos años que es complicado contener al virus y creo que la mayoría de nosotros estamos cansados de las restricciones que hemos vivido por culpa del maldito bicho. Esta variable nueva viene apareciendo justo cuando empieza el invierno en el hemisferio norte del planeta y cuando vienen las fechas de reuniones decembrinas.

Seguramente usted ya hizo planes con su familia para pasar las siguientes navidades dados los indicadores de semáforos verdes en una gran parte de la República Mexicana. Mientras esto pasa vemos como en Europa se vive un estado de alerta por esta nueva variante, pues no se sabe si es más contagiosa y más virulenta que las otras variantes, como la conocida variante Delta.

La variable Ómicron viene con un nombre que se asemeja al nombre de un villano de los cómics. Imagine el título “Avengers vs Ómicron: Evitando que siga la pandemia”.

Lo curioso es que México no está poniendo ningún tipo de filtro para contener de cierta manera el contagio de esta nueva variante. En otros países, sobre todo en Europa, ha cerrado las fronteras y vuelto a los confinamientos. Escuchaba ayer por la tarde a un deportista nuevoleonés varado en África porque no encuentra vuelos para salir de ese continente a ningún país.

Oí también declaraciones de nuestro gurú en epidemiología, el malquerido Hugo López Gatell, que dice que no tiene caso hacer contenciones en las fronteras pues estadísticamente los bloqueos no sirven para detener al virus. Dice López Gatell que el cierre de fronteras hace que aumente el estrés de los pueblos. Le quisiera decir a Don Hugo que al único pueblo que tiene que proteger y procurar es al pueblo de México. También dice que la imposición de pruebas y exámenes médicos para los viajes solo da un sentido de falsa seguridad y que tampoco sirven para contener el virus.

Quisiera que López Gatell nos explicara porque en otros países sí tienen medidas de contención y piden el esquema de vacunación completo, por qué nosotros no lo hacemos. Países como Alemania, Estados Unidos y España lo hacen, porque nosotros no. Mire, El Salvador tiene medidas de contención y nosotros no las hemos implementado.

A muchos de nosotros nos encantaría que las medidas que le aplican a los mexicanos para llegar a otros países, fueran recíprocas. Si López Gatell no cree en las medidas que toman en otros países con sistemas médicos más avanzados que los que tenemos en México, pues creo que muchos de nosotros sí quisiéramos.

No conocemos bien a Ómicron, pero por qué jugarle al Juan sin Miedo sobre todo en estas épocas donde muchos de nosotros queremos ver de nuevo a la familia después de muchos meses, ¿no cree?