No fue un simple lanzamiento editorial, la reaparición de AMLO para presentar su más reciente libro, titulado “Grandeza” mediante un video publicado en redes sociales, va mucho más allá: rebasa incluso su narcisismo y su megalomanía.
Apareció rodeado de pavorreales con las tomas a planos cerrados o al cielo para limitar las visibilidad de su rancho y tratando de justificar su gestión y su propio sentimiento de superioridad moral con versiones distorsionadas de la historia prehispánica.
No incluye en el libro sus más de veinte años en el PRI y quince en el PRD, el mensaje es otro: dejar claro que está dispuesto a incendiar al país si se meten con él o con alguien de su familia.
Se mostró tal cual
AMLO es un líder que se ve a sí mismo como víctima y como figura central del poder. Para reforzar su presentación, los pavorreales indican un simbolismo de profundas connotaciones políticas. En la metáfora clásica, el pavo real representa a la figura de poder que necesita exhibirse, demostrar superioridad y presumir autoridad. Su plumaje extendido intimida y busca impresionar; esa es la imagen que trató de proyectar AMLO al colocarse frente a uno de ellos como telón visual de su mensaje.
Carlos Salinas al final de su sexenio presentó un libro para justificar su proyecto y vestir sus reformas bajo la doctrina del “liberalismo social”, AMLO intenta hacer lo mismo y llama a su doctrina “Humanismo Mexicano”.
La comparación no es gratuita, las similitudes continúan. El expresidente neoliberal salió a defender su gobierno tras una severa crisis política, económica y de corrupción, con magnicidios, el “error de diciembre” y el encarcelamiento de su hermano Raúl por acusaciones de homicidio, corrupción y presuntos vínculos con el crimen organizado.
AMLO enfrenta un escenario parecido: sobre varios de sus hijos, según investigaciones y versiones en Estados Unidos, pesan señalamientos relacionados con corrupción, presuntas operaciones ilícitas, huachicol, lavado de dinero y vínculos con redes delictivas.
Durante años, Gertz Manero habría resguardado estos expedientes, pero la situación cambió y Washington estaría presionando para que haya consecuencias.
La dinastía de AMLO
El más señalado Andrés López Beltrán, es el actual secretario de Organización de Morena y para algunos, pieza clave en las aspiraciones de AMLO por consolidar una dinastía política.
Si bien, se había anunciado que el expresidente iniciaría una gira por el país para presentar su libro y darse el baño de pueblo que tanto disfruta, las condiciones cambiaron abruptamente y todo indica que el plan de tal gira se volvió inviable.
Escándalos y presiones
Por un lado, Estados Unidos ha aumentado la presión en casos como el huachicol fiscal, donde presuntamente estarían involucrados personajes muy cercano a él: sus hijos, su aliado Adán Augusto López y actores vinculados a escándalos como el de Miss Universo o contratos de Pemex ligados al llamado “clan Tabasco”.
Por otro, el descontento social crece. El “pueblo bueno” ya no aguanta más: bloqueos carreteros, el movimiento del Sombrero, protestas de la Generación Z, controladores aéreos, madres buscadoras… Un larguísimo etcétera de sectores inconformes.
Las giras de la presidenta Sheinbaum lo reflejan: chiflidos, reclamos y exigencias constantes de la gente.
La advertencia
Al final del video, AMLO lanzó una advertencia en tono mesiánico de que solo bajará del Olimpo político si ocurre alguna de tres cosas:
Primero, “defender la democracia”, entendida como lo que él valide y que se pierde si su movimiento deja el poder, algo que podría ocurrir en 2027 ante la acumulación de escándalos.
Segundo, “defender a Claudia Sheinbaum”, que es como ajustar una camisa de fuerza para que no se desvíe del guion que él o de si alguien intenta descarrilar su gobierno. El único que pone y quita es él.
Y tercero, “defender la soberanía de México”, que se traduce en oponerse cuando otro país exige cumplimiento del Estado de Derecho, de tratados comerciales, energéticos o de seguridad, especialmente cuando ese cumplimiento implica investigaciones contra sus hijos o allegados.
El mensaje de AMLO fue claro: si se atreven a meterse con él, está dispuesto a regresar al poder político, aunque ello implique desplazar a la propia presidenta Sheinbaum.
X: @diaz_manuel





