Aunque maquillen las cifras, minimicen el problema, den “soluciones” caseras e ignoren todas las recomendaciones y estrategias que siguen otros expertos y países alrededor del mundo, hay un hecho comprobable, y ese es que durante esta nueva ola de la pandemia provocada por la variante Ómicron, ha habido un incremento sustancial en el número de casos de niños infectados por Covid-19; algunos de ellos, que incluso han requerido hospitalización.

Ante los oídos sordos y las justificaciones que rayan en lo ridículo y provocativo por parte del infame subsecretario Hugo López-Gatell, los padres de familia se encuentran desesperados por poder proteger de alguna forma a sus niños ante un eventual contagio.

Al día de hoy, el Gobierno Federal sigue con el mismo guión, no dando el brazo a torcer, y continúa negándose a vacunar a este segmento de la población; a pesar de la recomendación y aprobación de la OMS para que los niños a partir de los 5 años puedan ser protegidos.

La necesidad y preocupación de la población ha llegado a tal nivel que el gobierno de Nuevo León ya consiguió 500 mil dosis para llevar a vacunar a los niños en la frontera, mientras que el gobierno de Tamaulipas ya está en negociaciones para poder hacer lo mismo.

La falta de acción y respuesta por parte del gobierno también provoca que emerjan soluciones que son de dudosa confiabilidad y pueden representar un mayor riesgo a la salud. Como el caso presentado por Azucena Uresti de una clínica en Tlalnepantla, que por medio de una página web te ofrecen escoger la vacuna, agendar la cita y pagar en dólares para que tus hijos puedan acceder al fármaco ya sea de Pfizer o de Moderna; sin que haya presencia de las autoridades de salud y sin tener elementos suficientes para comprobar que la sustancia inyectada no esté alterada. Aún con el riesgo, muchos padres de familia han decidido llevar a sus hijos y pagar el costo tanto económico como de incertidumbre, con tal de prevenir un posible contagio de sus menores.

Sorprende que el Gobierno Federal, que a la fecha ha superado las expectativas en términos de vacunación a la población mayor de edad, poco esté haciendo para poder solucionar esta exigencia que cada día está más latente en la población; dejando espacio a que empiece a crecer un mercado informal riesgoso, o que los gobiernos estatales hagan su chamba y se lleven los aplausos que al Presidente le gustaría tener.

Lo cierto es que los números no mienten, y no solo en México sino a nivel mundial ha habido un aumento vertiginoso en el número de casos de niños infectados y hospitalizados por Covid-19, ¿cuál es la cifra necesaria de personas afectadas para que el gobierno se decida a solucionar el problema? Con un solo niño debió de haber bastado.

Mientras tanto, los niños en México siguen enfermándose y no hay, por lo menos hasta este día, la voluntad del gobierno por vacunarlos.