Ya sabemos todos de qué se tratan las mañaneras. Creo que ha sido la máxima creación cumbre del presidente López Obrador. Son una marca registrada ya por él, de hecho. Un éxito, cabe decirlo aunque duela.

Las mañaneras lograron el propósito para el que estuvieron hechas, más allá de según esto, informar, lograron distraer a la gente.

A veces con música, a veces con poemas, a veces con errores, con Liz Vilchis y su torpe sección, con el guapísimo de Jesús Ramírez Cuevas que parecía DJ frente a su computadora listo para proyectar las imágenes más insospechadas solicitadas por su amado líder. A veces con un montón de invitados; a veces solo…. Con muchos reporteros paleros que nos arrancaron carcajadas y a la vez la impotencia de verlos ahí subyugados al presidente para cuestionarlo de manera que con esas preguntas se hinchara como pavo real…

A veces con Eugenia León cantándole a las madrecitas un 10 de Mayo, a veces con Hugo López-Gatell sonriéndole al presidente complacido y hecho todo un galán.

A veces con un Marcelo Ebrard y su “misión cumplida señor presidente”.

Y así me podría seguir y seguir sin terminar.

AMLO que siempre ha dicho que está a favor de la democracia y del juego limpio, está jugando sucio manipulando sus mañaneras para hacer proselitismo. Claro que lo está haciendo, claro que él es el que pareciera estar en campaña y utiliza las mañaneras para hablar de sus logros y promesas que no se han cumplido.

De manera macabra pero con una genialidad inaudita el presidente estoy segura que siempre supo que finalmente ese sería el objetivo de las mañaneras: en tiempos electorales usarla a su favor.

Por supuesto que su llamada “oposición” ya interpuso una denuncia ante el INE por este abuso de las mañaneras por parte del presidente.

Para sus adentros, me lo imagino carcajeándose porque sabe que la encargada del Instituto Nacional Electoral, Guadalupe Taddei, no moverá un solo dedo para prohibírselas pero además de eso, todavía se victimiza diciendo que bajar las mañaneras en estos tiempos es “censura”.

Entonces, no es cierto que el presidente juegue limpio y sea honesto como tantas veces nos ha hecho creer.

A pesar de que Xóchitl creó su espacio también matutino, pero no diariamente, llamadas “sus mañaneras de la verdad”, éstas no han tenido el auge que tienen las de López Obrador; hay que decirlo abiertamente.

Por supuesto hoy muy tempranito en su mañanera de este viernes, felizmente AMLO declaró que estaba muy contento pues su INE (ese INE que no se tocaba, pero ya se tocó por él) haya concluido que no se van a prohibir las mañaneras.

Dijo que era una aberración haberlo siquiera pensado y que era una muy buena noticia que no quedaran prohibidas. Mencionó que prohibirlas sería una violación flagrante a la Constitución “... al artículo séptimo, sexto de la Constitución, además sin ningún fundamento”, dijo.

Agregó que “es una vergüenza que soliciten la cancelación de una conferencia donde se está haciendo valer el derecho a la información del pueblo, es un acto de censura, es querer callarnos, silenciarnos cuando la democracia es diálogo” dijo.

El presidente miente. Sabe que hoy por hoy las mañaneras no están pensadas con el fin de informar sino de hacer campaña política. Eso es no saber jugar limpio.

Sin sus mañaneras y el atril de donde se agarra el presidente todos los días como sosteniéndose para no caer, sabe que no sobrevivirá la narrativa que quiere instaurar todos los días en la mente de ese pueblo bueno y sabio que dice que somos.

Está haciendo trampa.

Por lo tanto cuando las encuestas demuestran que Claudia Sheinbaum va a la delantera me da la sensación de que está llegando a la meta a través de trampas.

Esa trampa que tanto detesta Andrés Manuel López Obrador y que tanto lo ha ofendido cuando ha asegurado durante más de 10 años que se la hicieron en el 2006.

Muchos medios que no son obradoristas están fomentando que las mañaneras se fortalezcan al hablar de ellas.

Creo que lo óptimo será no mencionarlas. Eso al presidente le encanta: que para bien o para mal se hablen de ellas y así se hable de él.

Ignorarlas será una forma de defensa de ese otro “pueblo” que no tolera verdaderamente las trampas y los juegos sucios.

Nosotros le hacemos ese trabajo sucio al presidente al hablar de las mañaneras y replicarlas.

Entiendo que tienen sus momentos chuscos que son dignos de muchos memes y risas pero no ahora. Son tiempos de un poco más de seriedad y enfoque. El INE sí se tocó y lo tocó el presidente de este país.

Seamos, entonces, jueces y parte como sociedad para hacer justicia y fomentar que exista una contienda electoral justa y equitativa.

Sé que es mucho soñar, pero ya lo saben, nunca me canso de hacerlo.

Es cuanto.