Dejó, hace unos días, un espiral de comentarios y especulaciones el escenario que se vivió en San Lázaro. Hubo de todo. La Cámara de Diputados aprobó en lo general la miscelánea fiscal y el presupuesto del paquete económico con ajustes después de una batalla campal entre Morena y el bloque opositor que, en esta ocasión, solo protagonizó PAN y PRD.

Desde empujones, gritos, descalificaciones y hasta un intento de conato de bronca fue, hace un par de días, el momento de tensión que se vivió luego de la larga discusión y aprobación en lo general.

Creemos que vale la pena abordar muchos de los pormenores porque, quizá, este pueda ser un hecho semejante que se vivirá luego que llegue el momento estelar de analizar y discutir el proyecto de Reforma Eléctrica.

Por ello, este ejercicio que aconteció en la Cámara de Diputados será, a futuro, un hecho similar. Ante esa situación, liderazgos han insistido que, antes de que esa coyuntura se acerque, la iniciativa tiene que ser forzosamente estudiada con científicos y especialistas en el tema que, en la medida que intervengan en el tópico, se vaya desahogando y disipando el paradigma que ha nublado o más bien, ha propiciado la propia oposición que, en su afán de desprestigiarla, ha hecho público una serie de acciones completamente irracionales.

Esa es justamente la gran diferencia que existe cuando un tema no se analiza a profundidad. Más allá de que el PAN y PRD tengan razones suficientes o más bien, carguen con el interés de particulares para desestabilizar o frenar el proyecto, el asunto saldrá.

Eso fue lo que pasó hace un par de días en San Lázaro. Morena parece que encuentra suficientes aliados para capitalizar el acceso y, en mayoría calificada, se apruebe de una vez por todas el paquete económico 2022. Esto apenas comienza.

De hecho, la minuta pasó al Senado de la República donde se turnará a Comisiones Unidas de Hacienda y Crédito Público, lo mismo de Estudios Legislativos para su revisión minuciosa antes de llevarla al pleno de la Cámara Alta.

Aquí, el escenario cambia por completo. Nos comentan que, desde hace unas semanas, los liderazgos de Morena mantienen pláticas constantes con las fuerzas de oposición. Fiel a ese estilo, se prevé que la minuta se avale en lo general porque hay, de entrada, todo un protocolo o itinerario para actuar en consecuencia en la mezcla de dos razones infalibles: la negociación y el consenso.

Inspirados o motivados en el enorme papel que han realizado y, en la promesa de haber sacado adelante prácticamente todo el esquema de reformas constitucionales, Morena y sus aliados parece que tienen el control para salir sin contratiempos.

En general, hay voces de especialistas que analizan, desde adentro, todo lo relacionado con el paquete económico 2022; asimismo, hay sectores políticos, económicos y financieros que, con antelación, estudian el tema. En otras palabras, hay un avance sustancial que evidentemente resultaría y sería, en los hechos, el parteaguas para que la Ley de Ingresos capte un presupuesto integral en todos los rubros.

De hecho, se contempla capitalizar 7 billones 88 mil 250.3 millones de pesos y, por ende, se prevé que el crecimiento sea del 4.1 % en el Producto Interno Bruto (PIB).

Con ello, prácticamente el Senado de la República tiene en sus manos una enorme tarea y desafío algo que, con muchas razones suficientes, existen motivos de sobra para subrayar que, el hecho, es completamente viable, al menos, por la lógica de la coyuntura legislativa que ha mostrado eficiencia y oficio de los senadores de Morena que, junto con sus aliados, darán el siguiente paso.

Mientras eso pase, el proyecto camina poco a poco. Esa incipiente ruta crítica para aprobar el paquete económico 2022 tiene señales claras desde el Senado de la República donde sus voces y referentes hablan, en lo general, de su enorme capacidad y oficio para este tipo de desafíos.

Justamente se encaminaron— desde hace tiempo— en la organización y previeron perfectamente lo que se avecinaba. Están listos, nos cuentan.