“No puede existir nada más satisfactorio en esta vida que ayudar a otras personas, y más si las podemos sanar, o curar”.

Yo recuerdo cuando era niño, en los años setentas y ochentas, la manera como mi propio padre respetaba y admiraba a su médico cardiólogo, porque desafortunadamente, mi padre sufrió fiebre reumática, pero el respeto y la admiración que siempre le demostró a su médico personal, han sido memorables para mí.

¿Qué pasó con esa honorabilidad trascendental de los médicos que generaba automáticamente ese respeto y admiración que menciono que se ha perdido continuamente hasta ahora?

Son muchos los factores que han contribuido a ésta pérdida de la honorabilidad de los médicos, y de la Medicina en general, incluyendo la accesibilidad pública a la información médica la cual antes únicamente la podían consultar los médicos en sus libros. En la actualidad cualquier persona en internet puede saber de las enfermedades, sus causas y sus tratamientos; otro factor muy importante al respecto es la pérdida de la autoridad de los médicos, ahora, por ejemplo, la epidemia por Covid-19 la manejan y dirigen los empresarios, más que los médicos, incluyendo a Bill Gates.

El tercer factor que ha hecho que los médicos pierdan el respeto y la honorabilidad es el ataque de los mismos médicos a sus colegas, de muchas maneras, desprestigiando así progresivamente a ésta tan noble profesión de curar llamada Medicina (leer artículo sobre el desprestigio de la Medicina es este portal noticioso); y otra causa de pérdida de honorabilidad médica es el abuso económico que algunos médicos hacen aprovechando su condición intelectual, sólo por mencionar un ejemplo: el de un paciente que presentó una fractura expuesta, y su médico deliberadamente dejó que pasaran más de 6 horas para operarlo, con el propósito infame de que se complicara el cuadro para aumentar la estancia hospitalaria privada del paciente en cuestión, y así incrementar los ingresos económicos de éste personaje que mancha a toda el gremio médico con su actuación.

Y sí, la Medicina se puede volver a dignificar, es cuestión de voluntad de todos nosotros los médicos y médicas que estemos dispuestos a corregir los puntos detallados en los párrafos anteriores, y otros más, incluyendo el de la aceptación de la decisión presidencial de traer médicos cubanos a nuestro país. Finalmente, todos los latinoamericanos tienen las mismas raíces culturales, y estos médicos podrían aportar sus experiencias y conocimientos de manera útil, universalmente hablando, incluyendo la cobertura total de salud la cual existe únicamente en Cuba, el uso del muy lucrativo veneno de alacrán azul y de las vacunas cubanas que aseguran que curan el cáncer, y, ¿porqué no?, la experiencia que tienen con la producción y consumo de tabaco en forma de puros cubanos, los más vendidos del mundo, aprovechando que éstos no causan daño pulmonar, y si causaran cáncer, lo curan con el mencionado veneno o con las vacunas.

Dedico el presente ensayo a la memoria de 5 de los médicos que más me han influenciado personalmente: Hipócrates, Avicena, Willian Harvey, Maimonides, y Gustavo Gordillo Paniagua.

Alberto Halabe en Twitter: @cancercuretop2