La presidenta Sheinbaum en la antesala de la elección de juzgadores decía que México posiblemente era el país más democrático del mundo. Después de la controvertida elección cambió, afirma que México es el más democrático.

Todo es cuestión de perspectiva. Muy discutible, conceptualmente, lo que la presidenta arenga para sus seguidores. Seleccionar jueces por voto popular es una mala idea probada por las malas experiencias en EU y Bolivia. Además, la democracia no sólo remite a elecciones o voto popular, es un supuesto necesario, aunque insuficiente. Debe decirse que la elección pasada no resiste la menor prueba: manipulación, ausencia de debate, candidatos impedidos a exponerse al votante, simulación, acordeones y, para acabar, una bajísima participación ciudadana, incluso menor al número de militantes del partido en el poder. Festejar un fracaso es una ofensa; pero el país soporta eso y más.

No son pocas las instituciones calificadoras de la democracia en el mundo. El consenso es que no hay democracia si no se acompaña de las premisas del poder republicano. La visión plebiscitaria de la democracia nadie con seriedad puede defenderla, aunque el populismo en el poder la invoque y utilice el supuesto mandato popular para destruir la institucionalidad, valores y principios propios de la democracia; sucede aquí y también en EU con Trump.

El último reporte de septiembre pasado de Bright Line Watch, una de las instituciones más serias, refiere a la involución de la democracia estadounidense bajo Trump por las acciones ejecutivas inconstitucionales del presidente, la agresión a la libertad de expresión, aplicación de impuestos sin aprobación del Congreso, el despliegue de fuerzas armadas en territorio nacional y la convalidación de la Corte de varias decisiones del Ejecutivo. La conclusión es que la democracia norteamericana sufre un importante retroceso producto según una encuesta a 703 profesores de ciencias políticas de universidades y a una muestra representativa de 2,750 estadounidenses.

A manera de valorar la realidad mexicana se presentan los primeros 15 de 35 principios democráticos utilizados por dicha institución:

  1. Los funcionarios están sancionados legalmente por mala conducta.
  2. Los funcionarios no utilizan el cargo público para obtener beneficios privados.
  3. Las agencias públicas no se utilizan para monitorear, atacar o castigar a los oponentes políticos.
  4. Todos los adultos gozan de los mismos derechos jurídicos y políticos.
  5. El gobierno no interfiere con los periodistas ni las organizaciones de noticias.
  6. El gobierno impide eficazmente que los actores privados participen en actos de violencia o intimidación con motivaciones políticas.
  7. El gobierno protege el derecho de las personas a participar en discursos o expresiones impopulares.
  8. La competencia política ocurre sin críticas a la lealtad o al patriotismo de los oponentes.
  9. Las elecciones están libres de influencia extranjera.
  10. Partidos y candidatos no están excluidos debido a sus creencias e ideologías políticas.
  11. Todos los ciudadanos tienen la misma oportunidad de votar.
  12. Todos los votos tienen el mismo impacto en los resultados electorales.
  13. Las elecciones se llevan a cabo, los votos se cuentan y los ganadores se determinan sin fraude ni manipulación generalizados.
  14. La jefe de gobierno no puede ampliarse más allá de los límites constitucionales.
  15. La legislatura puede limitar eficazmente el poder ejecutivo.

Continuará…