Muchos, sobre todo los detractores del proyecto de transformación, dicen que el charlatán y mitómano de Simón Levy, de un tiempo para acá, se volvió un dolor de cabeza para el gobierno de Claudia Sheinbaum. Eso es, en definitiva, totalmente falso. De entrada, la presidenta no necesita en lo más mínimo los disparates que edifica un prófugo de la justicia mexicana. Es más, ni la administración de la jefa de Estado se propuso hablar de él. La misma prensa, desde la tribuna de la mañanera, es la que trata de dinamitar el asunto. Era inevitable que no saliera a la luz pública, máxime cuando se trata de un montaje que se ha propagado por medios de comunicación que sabemos, tienen claras diferencias con la 4T. Simón vive en lo efímero, en lo irreal. Todo lo que ha dicho es una mentira, mayormente el de victimizarse cuando él, está comprobado, enfrenta cargos en la Fiscalía General de la Ciudad de México. Esa es la única realidad.
Ya la presidenta desenmascaró el montaje de Simón Levy. Así de fácil. Es, de plano, lamentable observar antes dónde llega la cadena de mentiras de Levy. Él, lo sabe todo el mundo, está bajo medidas cautelares en Lisboa, Portugal. Así lo ratificó Claudia. Ella, fiel a su estilo, no mentirá jamás. Ofrece, de hecho, pruebas en documentos oficiales de las instituciones de justicia internacional. Por otro lado, del de Simón, hay un entramado de falacias para tratar de ganar tiempo y simpatía. ¿Pero de quien? Solo falta que la oposición se suba a esa agenda. No sería un disparate: la derecha está dispuesta a todo con tal de tratar de descarrilar lo que, por lógica, es un desafío inmenso. Entonces, recurrir a la infamia, no es ni será la solución. La 4T, de pies a cabeza, es un movimiento auténtico, que le ha cumplido al pueblo lo que prometió.
Por eso México, ante los cambios, no está sujeto ya a la desinformación. Desde hace años, que permeó el proyecto de nación, el pueblo se enfocó en los avances sustanciales que, con voluntad y responsabilidad, han mejorado la calidad de vida de los ciudadanos. Eso seguirá, para fortuna de nosotros, despegando en su apogeo de construcción. Nos hemos convencido, de lo que le ha inyectado el gobierno en partidas presupuestales, que los programas de asistencia y apoyo son la base principal de esta enorme columna vertebral. Y como ahora no se manipulan datos, la realidad, de acuerdo con las instituciones que se encargan de medir el progreso, han concluido que casi 14 millones de habitantes del territorio nacional han salido de la pobreza extrema. En pocas palabras, los problemas que aquejaban en los gobiernos neoliberales, se sabe, se enfrentan con una política de Estado humanista, en la que se desprenden acciones de obra, infraestructura e instrumentos de seguridad para salvaguardar la paz.
Nos hemos convencido de todo ello. Hoy, como nunca, existe una agenda que tiene los ojos puestos en lo que la sociedad clama. Son ellos mismos, con valor y determinación, los que han alzado la voz para decir que, con orgullo, ondean la bandera del proyecto de la 4T, sobre todo ante los profundos cambios. Tan solo el activismo territorial que se ha multiplicado se manifiesta en mejoras continuas. En economía, en concreto, México ha entrado en ese catálogo de países con mayor competitividad en el mercado interno. Sheinbaum, a propósito de ello, ha hecho una apuesta sustancial por los productos que se elaboran con manos mexicanas. Lo que resulta más significativo, obviamente, es el impacto que está provocando a nivel global. Hace unos días, por ejemplo, Sheinbaum intercambió temas de cooperación con Brasil. Fue, nos platican, el mismo Juan Ramón de la Fuente quien operó esa llamada de primer nivel. La principal inspiración para ello, desde luego, es la encomienda de la presidenta por fortalecer la estructura económica. Eso, como tal, nos ha permitido transitar hacia otros mercados y expandir nuestros recursos naturales.
Todo eso está emergiendo, lo dijimos, gracias a la visión política con la que le apuesta Claudia Sheinbaum. Actúa hacia afuera, proyectando el potencial innovador y vanguardista que se está efectuando. La propia cumbre del APEC, que se llevó a cabo en Asía, ha focalizado la atención porque el comercio, una prioridad en la agenda, se pone en el centro de los reflectores. Como sabemos, las mismas circunstancias de vivir en un mundo globalizado demandan adaptarnos a la ciencia y la tecnología. Eso, que también permitirá atraer la inversión y el flujo de fuentes de empleo, es un abanico sustancial, sobre todo cuando amplias las relaciones con potencias como China, Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón. Con todos ellos, por supuesto, se ha considerado seguir construyendo condiciones para elevar cooperaciones comerciales, sobre todo ahora que seremos anfitriones del APEC en 2028.
Por eso en el APEC, que es una cumbre de mucha relevancia, se respiró un aire de confianza. Los comisionados especiales, que atendieron encuentros de primer nivel, aprovecharon el telón de fondo para dialogar con Howard Lutnic, titular del departamento de comercio de los Estados Unidos, sobre todo ahora que estamos en vísperas de que se firme un nuevo tratado que han alcanzado las dimensiones del T-MEC. Eso, por lo tanto, tiene plena justificación a fin de cimentar o, mejor dicho, fortalecer un proyecto auténtico de transformación que encabeza Claudia Sheinbaum. De hecho, sabemos que ese foro, entre muchos aspectos positivos más, sirvió para conocer la opinión de funcionarios de primer nivel. Todos ellos, sin excepción alguna, dijeron tener mucho respeto por México.
Notas finales
No hay margen de maniobra para fallarle a la sociedad. El enorme compromiso de la 4T, a nivel nacional, es precisamente encontrar muchas áreas de oportunidad que, además de ello, garanticen la paz y el desarrollo. De acuerdo con los últimos datos que divulgó el INEGI, Guerrero, uno de los enclaves que más apoya a la presidenta Sheinbaum, pasó de 45 mil 143 pesos en 2022 a 48 mil 548 pesos en 2024, lo que refleja un incremento sostenido en el ingreso familiar, en tanto que el porcentaje de pobreza disminuyó de 60.4% a 58.1% en el mismo periodo, lo que representa un avance en el bienestar de las familias guerrerenses. Eso, desde luego, se fundamentó con gráficas y pormenores que presentó Claudia desde la máxima tribuna de Palacio Nacional. Todo esto, en estos tiempos de cambio, son también el reflejo del buen manejo de los gobiernos estatales. La mandataria de Guerrero, está claro, afianza esa visión con resultados tangibles, esos que ayudan a impulsar el desarrollo.


