Brown guilty eyes and little white lies
Yeah, I played dumb but I always knew
That you'd talk to her, maybe did even worse
I kept quiet so I could keep you
And ain't it funny
How you ran to her
The second that we called it quits?
And ain't it funny
How you said you were friends?
Now it sure as hell don’t look like it
Olivia Rodrigo
“La promiscuidad es el preliminar de la sospecha.”
Valérie Tasso
En una de sus más recientes mañaneras, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo que la sonada reunión que apenas sostuvieron diversos dirigentes de los partidos de oposición (PRI-PAN-PRD) con conocidos empresarios era “promiscuidad política”. No pudo evitar burlarse, mostrando con ello no otra cosa que inseguridad y despecho.
Espero el mandatario se haya mordido la lengua al hacerle carantoñas a su propio partido pues tanto él como Morena no cantan mal las rancheras. Habría que ver el tipo de relaciones —y contradicciones— sostienen los lopezobradoristas con tal de llegar al poder y sobre todo mantenerse ahí. Eso es finalmente lo único que les causa placer.
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Si hay un movimiento político promiscuo, este es Morena. En la coalición que los llevó a la Presidencia en el 2018 participó el Partido Encuentro Social, de extracción cristiana. Marcado credo antiaborto, en contra de los matrimonios del mismo sexo y de ideas extremadamente conservadores (solo uso el léxico del primer mandatario).
Al mismo tiempo iba de la mano del PT, partido político que apoya fervientemente el aborto, la legalización de las drogas y los matrimonios del mismo sexo. Podría uno preguntarse si Morena tiene personalidad múltiple para cobijar en la misma “cama” los opuestos en casi todos los temas.
En el rubro religioso, quien se llama juarista aceptó que los ministros de culto le pusieran las manos encima en ¡Palacio Nacional! durante los eventos de inauguración de su investidura; una forma tácita de aceptar que el gobierno que el representa está por debajo de la religión que Juárez separó del Estado. A ello no debemos olvidar la “orgía” en la cual participaron y que autorizaron —sin cobro de entrada— se llevase a cabo en Bellas Artes para celebrar a Naasón Joaquín García, líder de Luz del Mundo y acusado de diversos delitos, entre ellos de abuso sexual de menores.
Ahora su coalición es todavía más surrealista al contar con el Partido Verde, si bien sabemos que dicha organización política es de por sí casquivana. Ya habremos de presenciar las piruetas que tendrá que hacer este verde instituto para apoyar la contrarreforma eléctrica (una pro energías sucias y altamente contaminante).
Pero quien considere que aquí el único que se “vende” es el PVEM, cae en un error. Morena juró que nunca tendría tamaño esperpento en sus filas o votando por él, pero ya ve usted. Sus promesas no valen nada.
La lista continúa. Se ha aliado con el Partido Nueva Alianza y, aunque se cansaron de denostar al PRI, ahora le coquetean para que vote a favor de la retrógrada propuesta en materia de energía.
Juraron mandar al ejército a los cuarteles y en lugar de eso les han concedido de todo a la Sedena y a la Marina con tal de que no se les volteen.
Adicionalmente, hay una relación que no solo demuestra la promiscuidad morenista, sino también su bipolaridad. Por un lado alaba y agasaja al dictador de Cuba, celebra al homofóbico Che Guevara, habla mal de los estadounidenses y rescata de la justicia al tiran llamado Evo Morales, pero al mismo tiempo sirve de muro de contención con quienes buscan migrar hacia el vecino país del norte y hace de todo con tal de que nos sigan regalando vacunas anti covid.
Tatiana Clouthier y Lázaro Cárdenas, cuyos padres sufrieron lo indecible en manos de Manuel Bartlett, hoy conviven con él. Y todos tan campantes.
Y así se van…
La promiscuidad de Morena, además de política, económica y social, también es temible, pues poco le importa que se piense que anda de “cascos flojos” con narcotraficantes. Igual, prefiere acosar a científicos, antes que procesar a familiares incómodos y delincuentes.
Critica la promiscuidad que se da entre empresarios y oposición pero olvida el apoyo que gustoso ha recibido de Carlos Lomelí, importante farmacéutico de Guadalajara, quien por más que intenta simplemente no gana la gubernatura de Jalisco.
Como tampoco menciona el apoyo e intromisión en el gobierno del también empresario Epigmenio Ibarra (ya no se diga el de Alfonso Romo, quien despachó en Palacio Nacional).
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Hablemos de promiscuidad, sí, pero tanto de unos como de otros. Y ojalá al menos usen preservativos y no engendren pequeños monstruos.
Verónica Malo en Twitter: @maloguzmanvero